Heredero de un multimillonario romance Capítulo 136

- Rinat Abramovich..." Me acerco a él, pero me congelo. El hombre no tiene cara. No, no está enfadado, no está furioso, está... tan extraño, tan perdido. Como Damir ayer. Exactamente lo mismo.

- Siéntate, niña", señala la cama.

Me siento con la misma mirada caída y él se acerca a mí. También se sienta a mi lado, apoyándose en su bastón. Se queda mirando un punto durante casi un minuto y luego empieza a decir algo. Estoy muy sorprendido por su ruptura.

Comienza a hablar con un suspiro.

- Las cosas están muy mal para nosotros.

- Supongo que..." Yo también suspiro, bajando la cabeza. - ¿Dónde está Damir?

- Damir está resolviendo el problema. Los abogados de la familia Yampolsky llegaron anoche, está negociando duro, pero...

Rinat ni siquiera mira en mi dirección, sigue mirando al frente. A mí también me da miedo mirarle a los ojos. Me imagino la oscuridad que hay allí.

- No te quedes callado, di las cosas como son.

Supongo que... voy a ser juzgado. Me llevarán a juicio y luego... ¿me meterán en la cárcel? Si pueden demostrar mi culpabilidad con pruebas reales.

Aunque, con Regina e Ilona en el caso, algo me dice que la verdad no estará de mi lado y el mal ganará.

- La situación es demasiado grave. La morgue llamó hace una hora, y la oficina del forense confirmó que la muerte fue causada por veneno.

- Oh, Dios mío...

- Arseniy está en shock. Ha tenido un ataque al corazón, ha sido trasladado al hospital, por lo que sus representantes se encargarán del caso. Arseniy quería demasiado a su hijo. Era el único. Por desgracia, debido a problemas de salud, Arseniy no pudo tener más hijos.

- ¿Crees que soy inocente?

Rinat gira la cabeza hacia mí. Su mano baja a mi hombro, apretando suavemente.

- La verdad está siempre del lado del bien y del honor.

El silencio.

- Intenta pensar sólo en lo bueno. Le mantendremos informado de todas las novedades. Por seguridad, no salgas de la habitación. Reforzaré la seguridad, especialmente alrededor de tu dormitorio.

Rinat se va y yo vuelvo a estar solo. No tengo ganas de hacer nada. Y el tiempo es como una banda elástica. Estoy en mi cabeza, preocupada. No hay nada peor cuando no sabes lo que te espera mañana, en una hora, en un minuto. ¿Podría Damir negociar algo y demostrar mi inocencia? ¿O debería empezar a hacer las maletas ya? A la cárcel.

Varias veces al día me visita una asistenta y hasta ahora nadie más. Me trae la comida, haciéndolo todo en silencio. Luego llega la noche. Me acuesto, intentando dormir. Lo único bueno es que los bebés están bien. Son activos. Me siento bien. No hay dolor. ¡Hago lo que puedo por ellos! Y me duermo...

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