- Rebobinemos de nuevo...
Rebobinamos la cinta una y otra vez. Este bicho no va a ninguna parte. Hmm, ¡qué raro!
- ¿Qué opinas, Marat?
- Podría ser un fallo técnico, un corte de luz.
- O alguien pegó el vídeo. ¡Algún bastardo lo editó! Tenemos que enviarlo a los forenses inmediatamente.
- Hay que probar el montaje", intervino Zinur, el otro guardia.
Golpeó con el puño sobre la mesa con un estruendo ensordecedor.
- ¡Todavía estáis aquí, vagos! ¡Vuelve al trabajo de inmediato! ¡No dejen salir a nadie de la mansión! ¡Entrevista a todos! Todos ellos. Realice búsquedas. Los que estaban de guardia hoy, que lo pasen mal. ¡Si tenemos una rata, la quiero fuera ahora!
Los guardianes se han quedado con la boca abierta.
Pero no me deja ir...
Cada vez es peor.
Y vuelvo a tener sed.
Voy a mi oficina durante cinco minutos. Necesito pensarlo, digerirlo. Tengo que idear un plan. Unos cuantos planes de contingencia, para diferentes escenarios.
Esto no es una broma.
Tenemos que estar preparados para todo.
Abro la tapa del frasco y bebo el líquido oscuro y ambarino directamente de mi garganta. Me arde la garganta. Pero hay un pantano negro en mi alma.
No lo creo.
No creo que Jana sea capaz de algo así.
¿Y de dónde sacaría el veneno?
Prácticamente siempre está vigilada.
Luego recordé algunos momentos más agradables, y no tanto.
De las buenas, Jana ha florecido cada día desde que la tomé bajo mi ala.
El embarazo ha hecho que Jana sea aún más guapa y deseable. Quería follarla cada minuto libre y deleitarme con ella hasta aburrirme. Con ella, cada nuevo sexo es como un primero. ¡Nuevas emociones! Una nueva sensación. Cada vez es más intenso, insaciable.
También me alegro de que su hermano se esté recuperando; me llaman regularmente para informarme del trabajo que ha realizado.
Tiene un buen Denis, me llamó papá, qué raro.
Y cuántos momentos agradables hemos tenido ya en la cama...
Sigo pensando que Jana es una chica de una sola vez, como todos los demás. ¡Estoy tan acostumbrado! Trato a las mujeres como cosas. Porque así es como se comportan: los venden, te dejan usarlos, te dejan tirarlos o dárselos a otro.
Supongo que pienso por costumbre.
Porque en el fondo hay algo que me atrae, como un imán. Con un sentimiento intuitivo y persistente - para siempre...
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