¡Qué bestia soy!
Mis huellas dactilares y el semen seco estaban por toda la suave piel.
En toda ella.
Como una presa.
¿Al menos respira?
¿Vivo después de todo ese empuje infernal?
Se acercó y tocó su suave y rosada mejilla con el dedo.
Arrugó la nariz de forma divertida.
Volví a sonreír.
Había un calor inusual en mi pecho...
Bien, es hora de terminar con el rollo de una noche.
El negocio esperaba, el negocio ardía.
Me puse de espaldas a ella, arreglando mi corbata.
Susurrado:
- Bueno, ¡adiós! Eras incomparable, cariño.
Antes de marcharse, dejó un buen montón de notas en la mesita de noche.
Es un agradecimiento demasiado generoso.
Nunca he pagado tanto a una puta en toda mi experiencia...
Y esta rubia era realmente especial.
Me hizo feliz durante unas horas.
Pensando en ello, abrí la puerta y salí de la habitación al vestíbulo con mucho ánimo.
Pensé que no volveríamos a vernos.
¡Excepto por un PERO!
Pensé mucho en ella.
Todo el tiempo...
Soñé con ella por la noche y me desperté con los pantalones manchados.
Solía correrme en los pantalones como un adolescente.
Realmente comenzó a volverse loco...
Pasó una semana, dos, tres.
No podía quitármela de la cabeza.
Se fue de viaje de negocios por unas semanas, pero quería ir al club, para verla de lejos.
No me reconozco...
Es la primera vez que me ocurre.
¿Es algún tipo de magia?
No parece tan irreal.
Es una chica, se nota que es ordinaria.
La noticia no me hizo feliz.
- Y sí, señor, la estamos vigilando como nos dijo. En fin... Parece que Jana está embarazada.
- ¿Qué?
Decir que la noticia me impactó no es nada.
- Eso es seguro. La hemos vigilado, Frolova ha ido mucho a la clínica de maternidad. Encontramos un médico, le dimos un soborno y admitió que sí, que tiene un paciente así. Sí, está embarazada. Está un poco embarazada. Tres o cuatro semanas.
Casi derramo un poco de café caliente.
Mierda...
Así que su bebé... ¡¿Podría ser el mío?!
Empiezo a sentirme un poco incómodo.
Tengo que comprobarlo por mí misma.
Mi intuición nunca me falla.
Cuando me enteré de la sorprendente noticia, me fumé medio paquete de cigarrillos.
Me quedé un buen rato al aire libre en el balcón, preguntándome cómo demonios podía haber ocurrido esto.
No es un colegial, siempre tiene cuidado con estas cosas.
Supuse que probablemente uno de los condones había reventado.
Debería haber cogido una talla más grande.
Pero resulta que esa noche la farmacia no tenía tallas. Tengo otra marca. Y ahora estoy realmente jodido...
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