Los ochenta millones llegaron rápido a las manos de Lin Qiang, todo lo relacionado con los bienes del viejo Grupo Lin se transfirió a Zhou Hua y todo el proceso tomó menos de un día. Zhou Hua envió a sus personas de confianza a arreglar todo, entre ellos a la mujer curvilínea de largas piernas. En cuanto pusiera un pie en Donghai, sería el primero en tomar una mordida de ese jugoso pedazo de carne; lo comería antes de que la gente de Shengcheng lo hiciera.
Lin Wen dedicaba su tiempo a recuperarse y a hacer fisioterapia de forma activa con la esperanza de recuperarse tan pronto como fuera posible. Lin Yuzhen estaba a cargo por completo del nuevo Grupo Lin, había hecho las cosas bien con los proyectos recientes y la ventaja que tenía su empresa atrajo a todavía a más inversionistas. Jiang Ning se divertía de verla tan seria, parecía que estaba trabajando hasta el cansancio solo para parecer más sobresaliente ya que insistía que ella no era digna de Jiang Ning.
-Esta chica tan necia.
En ese momento, la fábrica en el campo ya estaba lista así que inició oficialmente su producción. La persona a cargo, el Señor Xu, trataba las operaciones de la fábrica como si fuera su propio negocio, todo el tiempo estaba alerta y al tanto de las cosas y no bajaba la guardia para nada. Fue a revisar el lugar varias veces y estaba satisfecho con la actitud de los trabajadores.
-Trabajen duro y el Grupo Lin los tratará bien. Mientras todos ustedes trabajen con dedicación se beneficiarán de este lugar más que cualquier otra persona.
Los beneficios eran por lo menos treinta por ciento más que en otras fábricas, Lin Wen siempre creyó que si los empleados de su compañía no se sentían respetados entonces el Grupo Lin era un fracaso, esas palabras habían conmovido a muchos.
-Señor Xu, afuera hay un montón de gente que dice estar aquí para hacerse cargo del trabajo. —Su secretario entró corriendo muy ansioso, no se veía bien.
—¿Hacerse cargo? ¿De qué? —el señor Xu estaba sorprendido, la fábrica acababa de iniciar así que no había nada que tomar, y de todas formas. ¿Quién iba a tomar el mando?
—Dijeron que la fábrica es de ellos. —El secretario se puso aún más nervioso y su voz se quebró un poco.
La expresión del señor Xu cambió de inmediato.
Aquí está el contrato, con los sellos del Grupo Lin y de Lin Qiang ¿Aun así te atreves a oponerte? Si sabes lo que te conviene, entonces coopera con nosotros y te puedes largar, tomáremos el control de esta fábrica de ahora en adelante.
Los hombres rieron con desprecio y no le prestaron importancia al señor Xu debido a su apariencia de nerd.
—Basta de tonterías, esta fábrica le pertenece al nuevo Grupo Lin, le pertenece al presidente Lin Wen y a la directora Lin Yuzhen, así que no tiene nada que ver con el viejo grupo -continuó hablando con audacia-. Por favor, retírense ahora o tendré que llamar a la policía.
-Ah, ¿llamar a la policía? Adelante. -El hombre no se inmutó para nada y se burló—. Aquí está el contrato así que adelante, llama a la policía, no le tenemos miedo a una confrontación.
De ser así y tuvieran problemas sobre a quién pertenecía esta fábrica, entonces tendrían que suspender sus operaciones. La fábrica acababa de empezar la producción y los trabajadores estaban entusiasmados por trabajar, así que, si de repente tenían que parar la empresa se enfrentaba a algo más que pérdidas monetarias.
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