Héroe Retrasado romance Capítulo 116

El Señor Xu estaba tan enojado que tenía la cara completamente roja.

-Ustedes... son sólo un montón de gente irracional.

-Señor Xu. -El secretario entró corriendo junto con los guardias de seguridad.

-Pídanles que se vayan.

Al Señor Xu no le importaba, no había ningún problema en cuanto a quién pertenecía esta fábrica, era obvio que ellos estaban ahí solo para dar problemas. Si caía en su juego entonces de verdad tendrían un problema con las operaciones de la fábrica. Los guardias de seguridad se acercaron.

-¿Quién de ustedes se atreve a dar el primer paso? Solo estamos esperando a que lo hagan.

Los hombres se levantaron de inmediato y se pusieron en acción. ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! El señor Xu no esperaba que esos hombres fueran tan buenos luchadores, sus guardias de seguridad no eran rivales para ellos y cayeron después de unos cuantos golpes.

—¡Llévenselo y detengan la fábrica!

El líder de los perpetradores golpeó al señor Xu en el cuello con una mano dejándolo inconsciente.

-Si el resto de ustedes no coopera, pueden ir olvidándose de trabajar aquí.

-Tú...

El secretario no se atrevió a impedirles el paso y no pudo más que observar cómo se llevaban a su jefe aún inconsciente. Llamó de inmediato a las oficinas centrales y Lin Yuzhen supo lo que había pasado, no creía que Lin Qiang fuera tan lejos como para vender lo que era de ella.

—Ese loco, ¡está completamente chiflado!

La peor parte era que Lin Qiang había vendido todo a un grupo tan poco razonable. Nada de eso le pertenecía, pero él insistía en que sí, era obvio que solo quería quitarle todo.

-Directora Lin, será mejor que llamemos a la policía, no tiene sentido discutir con personas tan poco razonables.

Lin Qiang colgó, la oficina estaba muy silenciosa, los otros directivos estaban igualmente furiosos, Lin Qiang era despreciable.

-Directora Lin, ¿qué vamos a hacer ahora?

Lin Yuzhen respiró hondo y pensó en Jiang Ning. Si le dijera lo que estaba pasando él definitivamente podría resolver el problema, pero eso solo querría decir que ella era una inútil. No podía hacer nada por su cuenta y necesitaba a Jiang Ning todo el tiempo. ¿Con qué derecho le pedía tanto?

-Déjenme pensar -dijo Lin Yuzhen-. ¿De dónde son?

—Escuché que son de Linhai. Tienen mucho poder allá y son del tipo que controla ambos lados de la ley -contestó un directivo con rostro molesto.

Toparse con este tipo de personas era lo peor cuando se trataba de hacer negocios, eran el tipo que no se avergonzaba en lo más mínimo por arrebatarle las cosas a otros. Pero estaban en Donghai, no en Linhai. Lin Yuzhen sabía que Lin Qiang lo hizo a propósito, consideraba al nuevo Grupo Lin como un enemigo muy fuerte y ahora era ella la que se enfrentaba a un enemigo contra el cual no tenía oportunidad. Si trataba de ir en contra de él entonces seguramente moriría y su familia también tendría un final terrible, pero ¿se permitiría entregarles todo lo que les pertenecía?

-Iré a negociar con ellos. -Respiró hondo-. Preparen el automóvil.