Héroe Retrasado romance Capítulo 119

-¿Quién eres tú? -Jin Mao ahora estaba alerta, sus hombres fueron derrotados sin ningún esfuerzo.

Jiang Ning no respondió y comenzó a caminar hacia Jin Mao quien se levantó enseguida y se colocó en posición de defensa, su expresión se volvió feroz.

-Estas pidiendo morir -rugió.

-Tú eres el que está pidiendo morir.

Se había atrevido a hostigar a Lin Yuzhen, una intensa furia irradiaba de Jiang Ning. Hacerle algo a Lin Yuzhen era como si lo provocaran directamente a él. Nadie podía intimidarla, ni siquiera un poco.

¡Pum! Jin Mao dio el primer paso, pero aun así colapso, se oyó un crujido proveniente de su brazo, Jiang Ning se lo había quebrado solo con sus manos.

—¡Ay! —Se oyó un grito que heló la sangre.

¡CRAC! Jiang Ning no se contuvo ni dijo nada mientras rompía su otro brazo con el pie.

-A Yuzhen no le gusta que fumen delante de ella.

La mano que le había roto era la mano que Jin Mao usaba para fumar, ni siquiera Jiang Ning fumaba frente a ella así que Jin Mao no tenía derecho de hacerlo tampoco. En un abrir y cerrar de ojos, los hombres que quedaban en la oficina colapsaron en el piso sin poder moverse. Jiang Ning se sentó en el sillón y los miró como si fueran hormigas.

—Ahora si podemos hablar. Si no sabes cómo te puedo enseñar paso a paso.

Jin Mao estaba cubierto con un sudor frió y sentía un tremendo dolor. Miró directo a Jiang Ning, no se esperaba que el Grupo Lin contara con una persona tan fuerte.

-¿Quién demonios eres tú? ¡El jefe Hua te asesinará por atreverte a romperme los brazos!

-Zhou Hua de Linhai, los rumores dicen que controla ambos lados de la ley y es un hombre poco razonable, dominante y osado —Jiang Ning le habló directamente a él

¿Así que todos ustedes creen que ahora que no hay un jefe en el círculo ilegal de Donghai pueden venir y tomar un pedazo de este pastel?

Jin Mao estaba impactado, Jiang Ning sabía quién era Zhou Hua.

-¿Y qué importa si ese es el caso? Mi jefe quiere esta fábrica y a esa mujer. Yo también me divertiré con ella.

—¿Por qué eres tan terca?

¿Porque tenía que insistir con resolver el problema por sí sola?, Lin Yuzhen se quedó callada.

—Si algo te llegara a pasar, me volvería loco. —No le dijo que, si algo le llegara a pasar a ella, todo el estado de Tianhai sufriría un terremoto debido a su furia, Lin Yuzhen se molestó más.

-No puedo depender todo el tiempo de ti. -Se mordió el labio—. ¿Qué voy a hacer ahora? Siento como si fuera aún más inútil de lo que ya era y en verdad no soy digna de ti.

Jiang Ning la miró con fiereza.

-¿Te estás retractando de nuevo? De ninguna manera. -No dijo nada más y condujo fuera de allí.

Mientras tanto, en la oficina del supervisor, se oían interminables gritos de dolor. La puerta se cerró rápido y Jin Mao se desesperó al darse cuenta de que el lugar era a prueba de ruidos. Huang Yuming se sentó y los miró con desprecio.

-Se creen muy audaces. ¿No es verdad? ¿Acaso no saben dónde están? ¿Cómo se atreven a venir aquí a dar problemas? ¿Acaso Zhou Hua piensa que puede tomar una porción de Donghai?