¿Qué tipo de posición ostenta un hombre que vive de su esposa? Jiang Ning sólo era un perro que Lin Yuzhen usaba como escudo, pero actuaba altanero en la situación. Yu Wei reía sólo de pensarlo. Ni siquiera era educado.
-¡Vete de aquí! No interrumpas mi cena con la directora Lin.
-¡Está yendo muy lejos! -Lin Yuzhen estaba molesta y no dejó que Jiang Ning lograra contestar algo-. ¡Discúlpese con mi esposo en este momento!
Jiang Ning siempre la había protegido. Entonces no iba a dejar que alguien lo insultara de tal forma.
-¿Disculparme? -Yu Wei quedó pasmado por unos momentos antes de estallar en carcajadas-. Directora Lin, por favor, no tiene que aparentar nada. Él es sólo un escudo. Él no la merece. Además, creo ser alguien más adecuado para usted. Directora Lin, si usted accede a ser mi mujer, puedo hacer que las ganancias de este proyecto crezcan un 3%. Créame, esto es algo que se puede arreglar fácilmente.
Todavía tenía esa mirada de engreído, como vanagloriándose de su posición en el Grupo Hesheng.
-¡Dije que se disculpe con Jiang Ning! -La expresión de Lin Yuzhen era firme-. Usted dice que él no es digno de mí, pero usted ¡no lo es! No voy a permitir que insulte a mi esposo de esta manera. ¡Discúlpese ahora!
Jiang Ning se dio cuenta de lo seria que era Lin Yuzhen y se sintió muy bien por dentro. Ella estaba muy molesta y era la primera vez que lo defendía de otros.
-Lin Yuzhen, debe de estar bromeando -le dijo Yu Wei apuntando a Jiang Ning-. ¿Este sujeto? ¿Quiere que la pida disculpas a él? ¿Qué tiene contra mí?
Estaba bien pretender que eran marido y mujer, pero Lin Yuzhen lo decía en serio en esta ocasión.
Yu Wei soltó una sonrisa muy fría.
-Lin Yuzhen, si no me escucha, entonces este proyecto... no se hará.
-He decidido -respondió de manera directa- que no voy a trabajar con el Grupo Hesheng y los consideraré mi principal competencia. Se pueden olvidar de expandirse a Donghai.
Las pupilas de Yu Wei se hicieron pequeñas de golpe.
-¿De tórtolos frente a mí? -Yu Wei apretó sus dientes-Lin Yuzhen, voy a hacer que te arrepien... ¡AAAHHH!
Antes de que pudiera terminar la oración, Jiang Ning lo abofeteó. Tenía la marca de los cinco dedos de la mano en su cara. Todos se giraron cuando escucharon la conmoción. Se quedaron un poco pasmados al ver que Yu Wei se tocaba la cara.
Dos hombres y una mujer. ¿Qué clase de drama era ese?
¿Tú me...? —Yu Wei abrió bien sus ojos— ¿Me golpeaste?
—Si vuelves a amenazar a mi esposa, entonces no me detendré después de uno.
Jiang Ning miraba a Yu Wei como a un perro callejero. No haría nada si un perro le ladra, pero si el perro le faltaba el respeto a su esposa, él era capaz de patear el perro hasta la muerte. Después, Jiang Ning tomó la mano de Lin Yuzhen y se fueron.
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