Ese hombre fortachón salió volando y su cabeza no era más que sangre. ¡PUM! Se estampó con fuerza contra el suelo y dejó de respirar. La expresión de los otros dos hombres fuertes cambió.
-¡Alto ahí!
Se movieron al mismo tiempo, pero ¿cómo podían ser competencia para el furioso Jiang Ning? ¡PUM! ¡PUM! Un golpe por cada hombre. Los dos hombres se estrellaron en el suelo, muriendo de indignación con los ojos abiertos. Nunca sabrían lo poderoso que era este hombre. Un golpe fue todo lo que tomó para provocar que sus corazones colapsaran. Jiang Ning ni si quiera los volteó a ver.
Levantó una pierna y pateó con fuerza la puerta. ¡PUM!
Yu Wei estaba a punto de abalanzarse sobre Lin Yuzhen cuando hubo una terrible explosión a sus espaldas. La puerta había volado y se estrelló con un ruido ensordecedor en el suelo. Rápidamente volteó y rugió con coraje:
-¿Quién es? ¿Quién se atreve a interrumpirme? ¿Qué están haciendo esos tres idiotas inútiles ahí afuera? —Yu Wei volteó y lo primero que vio fue a Jiang Ning emanando un aura asesina, entrecerró los ojos.
¿Había llegado tan rápido? Jiang Ning echó un vistazo por la habitación y encontró a Lin Yuzhen encorvada en la esquina, su rostro estaba lleno de miedo y pánico y lleno de lágrimas mientras se aferraba al palo de la lámpara. En ese instante, el aire asesino en el cuerpo de Jiang Ning se precipitó como el océano.
—Realmente encontraste el camino hasta aquí. —Yu Wei todavía no se percataba del peligro en el que estaba. El momento en que vio que era Jiang Ning se rio con frialdad y dijo:
-¡Justo a tiempo! ¿No es emocionante presenciar cómo me voy a acostar con tu esposa?
¡888, 888, 888! Jiang Ning hizo su movida. Sin el más mínimo rastro de vacilación. Era como un cohete, su velocidad era increíble. Pareció alcanzar a Yu Wei al instante. El viento furioso sopló tan fuerte que Yu Wei no pudo mantener abiertos los ojos y ni si quiera tuvo tiempo de sentir miedo.
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!
Esa última patada le dio a Yu Wei en la ingle.
—¡Ahhhh! -Hubo un grito que heló la sangre.
Sus brazos y piernas estaban rotos, mientras que su pene era un desastre de sangre. La sangre fresca fluía mientras que él estaba rodando en el suelo. Su cara estaba pálida y ceniza, sus aullidos ponían los pelos de punta.
-Siento mucho haber llegado tarde, por eso te dio tanto miedo.
Lin Yuzhen no paraba de llorar y no podía decir nada más mientras sujetaba con fuerza a Jiang Ning. Tenía mucho miedo. Si Yu Wei en verdad la hubiera deshonrado, hubiera saltado del edificio. Pensó que estaba condenada y que Jiang Ning no vendría a rescatarla esta vez. Pero Jiang Ning vino, vino después de todo...
Lin Yuzhen se aferró al cuello de Jiang Ning con ambos brazos y se rehusaba a soltarlo. Jiang Ning no dijo nada y dejó que lo sujetara. Después de un rato, su llanto disminuyó y comenzó a calmarse. Jiang Ning continuó sujetando a Lin Yuzhen en sus brazos y dijo con calma:
-No temas, estoy aquí.
Lin Yuzhen asintió con obediencia. Era la primera vez que sentía que el abrazo de Jiang Ning era seguro y cálido.
En ese momento, Yu Fang había llegado al hotel.
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