Yu Fang intentó irrumpir cuando vio que la entrada estaba protegida.
-¡Quiero entrar!
-Lo lamento, pero nadie puede entrar. -El hermano Gou se paró al lado de la puerta y miró a Yu Fang-. ¿Me escuchaste?
-¡Mi hermano menor está ahí adentro! -Yu Fango gritó y echó un vistazo a su alrededor. Cuando vio que los ojos del hermano Gou se ponían más fríos, suspiró profundamente y continuó con más calma:
-Soy de la familia Yu de Shengcheng, conozco a Jiang Ning.
Cuando escuchó a Yu Fang mencionar a Jiang Ning, el hermano Gou lo vio de pies a cabeza.
-Déjenlo entrar -dijo Huang Yuming al salir.
Yu Fang entró, pero a los hombres que estaban con él se les impidió entrar.
—Espérenme aquí afuera. —Yu Fang se sintió cada vez más inquieto. Había una gran conmoción. Debía hacer más de trescientos hombres tanto fuera como dentro del lugar. Realmente esperaba que el que estaba en problemas arriba no fuera Yu Wei. De lo contrario sería un gran problema.
Yu Wei subió las escaleras corriendo, jadeando. Había hombres en cada piso a lo largo del camino, la expresión severa en sus rostros hizo que Yu Wei se sintiera más impactado y preocupado que nunca. La ciudad de Donghai realmente era diferente que antes. ¿Podía ser que Jiang Ning era el que estaba detrás de todo esto?
Desde lejos Yu Fang pudo ver un charco de sangre. De pronto se le subió la sangre a la cabeza e incluso su cuello se pudo todo rojo. Esos tres hombres fuertes ya habían sido arrastrados, pero la sangre en el suelo...
Yu Fang respiró hondo y se acercó. En el momento en el que entró a la habitación vio a Yu Wei recostado inmóvil en
el suelo.
—¡Yu Wei! —Corrió y puso un dedo bajo la nariz de Yu Wei. Dio un suspiro de alivio cuando confirmó que Yu Wei seguía respirando.
—¿Yu Wei? ¡Yu Wei! —Yu Fang sacudió a Yu Wei para despertarlo. Sus ojos se abrieron y su rostro se llenó de dolor. Cuando vio que Yu Fang había llegado, sus labios temblaron:
—Hermano, sálvame... sálvame...
-Yu Wei definitivamente es hombre muerto -Jiang Ning había dictado su sentencia sobre Yu Wei. —Te daré la oportunidad de irte ahora. Si no te quieres ir, entonces puedes quedarte aquí para siempre con Yu Wei.
Jiang Ning no midió sus palabras. Yu Fang se estremeció. Podía sentir el tenso aire asesino emanando de Jiang Ning y estaba seguro de que no mostraría nada de compasión.
-¡Hermano! ¡No me dejes aquí! ¡No me dejes aquí! -Yu Wei gimió miserablemente.
Si sus brazos y piernas no estuvieran rotos, se hubiera sujetado con fuerza de la pierna de Yu Fang.
-Jiang Ning... es mejor tener un enemigo menos. Si matas a mi hermano, mi familia... -Se detuvo y respiró hondo-. La familia Yu no te dejará libre.
Jiang Ning pensó haber escuchado una broma.
-Voy a repetirlo una última vez. Si no te quieres ir, entones quédate. -Volteó a ver a Yu Fang-. ¿La familia Yu? Si se atreven a poner un pie en Donghai, entonces me aseguraré de que desaparezcan de la faz de la tierra.
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