El hermano Gou hizo su movimiento.
Después de entrenar los últimos días, ahora estaba lleno de energía. Al fin había encontrado un lugar para soltarlo todo, así que no iba a dejar que nadie más tuviera una oportunidad antes que él.
¡FUUSH!
El hermano Gou era como un lobo feroz mientras se precipitaba a lanzar un puñetazo. Era terriblemente rápido.
¡PAM! El alborotador ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar. Se dobló del impacto como un camarón mientras su rostro se ponía rojo y gritaba mientras emprendía el vuelo.
-¡Ni siquiera pudo recibir un golpe! -el hermano Gou se burló. Miró a los demás y vio que estaban todos estupefactos y en estado de shock cuando ordenó con voz fría— ¡Rómpanle las piernas!
Ese era el precio por causar problemas en Donghai.
¡AHH! ¡AHH! ¡AHH! Se escuchaban gritos espeluznantes. Exactamente lo mismo estaba sucediendo en varios puntos.
La manada de lobos ya no podía contenerse. Estas personas habían llegado a causar problemas en Donghai e incluso lastimaron a sus hermanos, entonces, ¿cómo iban a soportarlo?
Si Jiang Ning no les hubiera dicho que no los mataran, estos hombres podrían olvidarse de salir vivos de Donghai.
En solo una hora, los lobos habían calmado a todos sin dudarlo.
El hermano Gou y el resto se dieron cuenta de que se habían vuelto aún más fuertes que antes. Se emocionaron y esperaban que más personas vinieran y ocasionaran problemas en Donghai para que pudieran vencerlos a todos.
Xu Feng esperaba noticias en un hotel en la pequeña ciudad que usaba como cuartel. Como estaba aburrido, llamó a una prostituta y estaba divirtiéndose un poco.
Estaba bastante disgustado con el nivel de servicio de esa pequeña ciudad. Se dijo a sí mismo que tomaría el control de las áreas circundantes después de haber entrado en Donghai y mejorar el lugar. Si pudiera controlar incluso estas pequeñas ciudades, entonces haría una matanza.
De inmediato, comenzó a correr sudor frío por el cuerpo de Xu Feng. ¿Sus hombres habían sido capturados? ¿Cómo pudo haber pasado? ¿No se había ido Huang Yuming? Incluso había llevado a algunos de sus mejores hombres con él. Ellos lo habían visto por sí mismos. ¿Había muchas figuras de poder en Donghai? No era posible.
-Jefe Xuuu. -La mujer en la cama miró a Xu Feng y se movió de manera seductora-. Vamos, vuelve.
-¡Vuelve, mi culo!
Xu Feng escupió y maldijo. No podía ser molestado más y se puso rápido la ropa. Entonces entró en pánico. Todos sus hombres habían sido capturados, esos eran los mejores.
-Jefe...no has pagado.
-¡Qué ruidosa! -Xu Feng le lanzó un pequeño fajo de billetes- ¡Vístete y vete!
No se atrevió a quedarse más tiempo. Jiang Ning había enviado unos hombres a recogerlo y los suyos habían sido capturados. Si no se iba en ese momento, podría olvidarse de irse. Pero, en el momento en que Xu Feng abrió la puerta, dos hombres ya estaban allí parados y sonriéndole.
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