—¿Qué tratas de hacer? Yang Luolin se estremeció al ver que Jiang Ning caminaba hacia él y gritó de inmediato—. ¿Te atreverás a golpearme?
¡PAF! Jiang Ning no se contuvo, levantó la mano y lo abofeteó con fuerza. La familia Yang trataba de destruir al Grupo Lin así que no era necesario que fuese amable con él.
—¿Golpearte? —Jiang Ning se burló—. Sólo quiero que cumplas la apuesta, ¿no me digas que el todopoderoso joven amo de la familia Yang no es un hombre de palabra?
Yang Luolin se sostuvo la mejilla y todo su rostro y sus orejas estaban rojas, miró la bandeja y comenzó a gritar.
—¿Así que el Grupo Lin ya no quiere permanecer en esta industria? Si te atreves a tocarme, los destruiré.
Jiang Ning parecía no haberlo escuchado, muchas veces en el pasado había oído a otros amenazarlo de esa manera, si la familia Yang en verdad pudiera destruir al Grupo Lin, entonces Jiang Ning aceptaría la derrota. Se acercó y lo arrastró por el cuello de la camisa con una mano como si estuviese sosteniendo a un gato.
—Joven amo Yang, pongamos una cosa en claro, si quieres destruir al Grupo Lin, por favor sigue adelante, pero por ahora es momento de pagar nuestra apuesta.
Arrastró a Yang Luolin y lo presionó contra el suelo, con una mano mantuvo su boca abierta y con la otra tomó los pastelillos de la bandeja y se los metió en la boca.
—Mmm, mmm, ¡puaj!
¡COF!
Lin Yuzhen permaneció aturdida por unos instantes hasta que recordó que Lin Wen le había dicho que la familia Yang de Jianzhou no tenía buenas intenciones y tenía que ser precavida por lo que siempre había desconfiado de Yang Luolin. Al ver cómo Jiang Ning hacía un movimiento en forma tan directa, supo que él sabía aún más que ella sobre los Yang así que no lo detuvo.
Todos los invitados estaban aturdidos, Jiang Ning era tan dominante pero también se dieron cuenta de que Yang Luolin había perdido una apuesta contra él y esa bandeja de pastelillos era lo que habían apostado. Hubieran disfrutado más del espectáculo si se tratara de otra persona, pero este era el joven amo Yang, el futuro heredero de la familia Yang. ¡Jiang Ning estaba ofendiendo a tan importante personaje!
—¡Cof, cof, cof!
Después de un rato, Yang Luolin por fin recuperó el aliento. Esa sensación de asfixia lo hizo pensar que moriría, ¡Jiang Ning en realidad lo había tratado de tal manera!
—Tú... tú...
Yang Luolin ya no parecía elegante ni encantador, su traje estaba arrugado y su cabello era un desastre, su cara estaba torcida por la furia y su estómago estaba hinchado, casi moría comiendo todos esos pastelillos.
—No hay necesidad de que me agradezcas, esta lección es gratis. —Jiang Ning se puso en cuclillas y le dio unas palmaditas en el rostro.
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