Huang Yuming nunca había escuchado hablar sobre los asesinos Yinyang. Y ni hablar de él: probablemente nadie en una ciudad pequeña como Donghai habría escuchado de ellos. Después de todo, como siempre habían sido muy misteriosos, nadie sabía si el Clan de los Asesinos realmente existía.
Sin embargo, Jiang Ning sabía que había existido desde hace mucho tiempo. Su historia iba más de cien años atrás. Quizás él conociera al Clan aún mejor que el actual líder. Había matado a tres asesinos de nivel oro y a dieciséis de nivel plata. No se molestaba en contar a los que sólo eran idiotas imprudentes.
Cuando su nombre era famoso, mucha gente lo quería muerto. En aquel tiempo, el Clan de los Asesinos había recibido misión tras misión e iban desde los diez a los treinta millones de dólares y eventualmente llegaron a cien millones. Hubo alguien que ofreció trescientos millones para matar a Jiang Ning.
El Clan de los Asesinos había enviado a varias personas, entre ellas uno de sus mejores. Pero el resultado siempre era el mismo. Ninguno volvía con vida. Todos morían en manos de Jiang Ning. Eso hizo que el Clan se frustrara y se enfureciera. El líder incluso dijo que quería pelear con Jiang Ning algún día. Pero Jiang Ning aún no lo había visto aparecer. Y era porque el líder sabía que aún no podía morir. Si tuviera que pelear contra Jiang Ning, este no sería blando con él.
Sin embargo, a Jiang Ning le sorprendió que ahora hubiera otro asesino tras él. La expresión de Huang Yuming se volvió sombría mientras miraba a la asesina inconsciente. Había oído a Fei decir que los enemigos de Jiang Ning eran extremadamente poderosos y que ni Espada Rota ni Ye Xinhuo podían comparárseles. Eran los peleadores más poderosos que él conocía, pero Fei dijo que no eran nada.
Ahora Huang Yuming podía sentirlo. El Clan de los Asesinos era lo suficientemente misterioso como para hacerlo sentir que tenía una presión tremenda sobre los hombros.
―Gran jefe, ¿es un enemigo de su pasado?
Huang Yuming estaba un poco preocupado. Donghai estaba bien protegida y segura, así que se le conocía como territorio prohibido. Sin embargo, sólo eran una amenaza para los círculos ilegales de otras ciudades. Un grupo poderoso como el Clan de los Asesinos era mucho más formidable que lo que había imaginado.
―No. ―Jiang Ning negó con la cabeza―. ¿Quién tiene tanto dinero como para desperdiciarlo así, en contratar a un asesino de nivel plata para venir a morir aquí?
Su voz estaba llena de menosprecio. Incluso si un asesino de nivel oro viniera por él, Jiang Ning se atrevería a matarlo. Sin importar cuántos asesinos enviaran, Jiang Ning iba a matarlos a todos.
Jiang Ning negó con la cabeza.
―No hay por qué apresurarse. Ya que hay un asesino aquí, es una buena oportunidad para poner a prueba la seguridad y la red de información de Donghai.
Huang Yuming se quedó pasmado. Jiang Ning estaba muy confiado porque era extremadamente habilidoso. Había tomado la crisis como una oportunidad de mejorar la reputación de Donghai como territorio prohibido. Donghai era su sede y la familia Lin, la gente que le importaba a Jiang Ning, también estaba aquí. No podían permitirse ningún error.
¿De verdad Jiang Ning quería correr el riesgo?
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