Héroe Retrasado romance Capítulo 400

Wang Wei se derrumbó poco a poco al ser descubierto.

—Yo no lo quería hacer tampoco, no quiero hacerle daño a Qingwu, pero ¿qué otra cosa puedo hacer? —Continuó llorando sin consuelo y las lágrimas fluyeron por sus mejillas—. Ese bastardo de la familia Su capturó a mis padres, así que, si no la llevo de vuelta, seguro que los matará.

Wang Wei se sentía molesto e impotente a la vez, no deseaba hacerle daño a Ye Qingwu ni a sus padres, y estaba al borde de la desesperación. El corazón de Ye Qingwu se estremeció cuando lo escuchó, no esperaba que las cosas salieran así.

—Qingwu, lo siento mucho, te fallé. —Wang Wei se disculpó, sabía que Su Mingquan en definitiva la destruiría o incluso la mataría si la llevaba de vuelta, pero ¿qué otra cosa podía hacer?

—Wang Wei, no te culpo. —Ye Qingwu sacudió la cabeza y lo ayudó a ponerse de pie—. No te culpo en lo absoluto.

Wang Wei siguió sacudiendo la cabeza. Ye Qingwu sabía que, si no volvía, Su Mingquan no dejaría libres a sus padres. En otras palabras, ese imbécil estaba doblegando a Wang Wei y no tenía otra opción. De no ser así, no habría intentado engañarla para que volviera a Shenghai con él.

—Su Mingquan es de verdad repugnante. —Lin Yuzhen no pudo evitar exclamar con rabia mientras apretaba los puños.

Había utilizado a los padres de Wang Wei para amenazarlo, ese tipo de imbéciles merecían morir. Incluso Su Mei y Lin Wen se indignaron al oírlo. ¿Ese hombre seguía siendo humano después de utilizar a los padres de otra persona para chantajearla?

—Qingwu, no puedes volver. Su Mingquan es obviamente una mala persona y no te dejará ir si vuelves. —Su Mei interrumpió de inmediato.

—Pero si no regresa, entonces los padres de este muchacho estarán en peligro. —Lin Wen suspiró.

En verdad era una elección difícil, incluso Lin Yuzhen no sabía qué aconsejarle.

—Yuzhen, señora, me pondré en marcha entonces. Espero tener la oportunidad de visitarlos. —Ye Qingwu sonrió al decir estas palabras, pero se notaba la desesperación en su voz.

—¡No! —Lin Yuzhen la sujetó—. No voy a dejar que te vayas.

Era obvio que Ye Qingwu se estaba echando a sí misma a la hoguera, no había forma de que Lin Yuzhen la dejara hacerlo. Por fin había encontrado una amiga en Ye Qingwu y no quería perderla.

—Yuzhen. —Ye Qingwu sacudió la cabeza sin poder evitarlo.

—Si vas a ir, entonces voy a ir contigo. —Lin Yuzhen se burló—. Voy a ver por mí misma lo prepotente que puede ser el joven amo Su.