Héroe Retrasado romance Capítulo 405

El ambiente se tensó al instante, Ye Qingwu se quedó paralizada en donde estaba parada y pensó que se le habían estropeado los oídos. ¿Qué acababa de decir Jiang Ning? ¿Quería que el renombrado Su Mingquan se disculpara con ella? ¿Y ella incluso podía elegir cómo? ¿Estaba... estaba bromeando?

Su Mingquan también estaba anonadado por eso, de Inmediato usó un dedo para hurgarse las orejas, parecía haber escuchado el chiste más gracioso del mundo.

—¿Quieres que me disculpe? ¡Puedes irte al infierno! —rugió con fuerza—. Liu Xiaodao, Destrózalo.

No había mucha gente en Shenghai que se atreviera a exigirle una disculpa y mucho menos alguien como Jiang Ning, quien acababa de aparecer de la nada. ¿Qué era eso de disculparse con Ye Qingwu? Jiang Ning debe estar cansado de vivir. A las órdenes de Su Mingquan, Liu Xiaodao enseguida agitó una mano.

—¡Ataquen!

En un instante, una gran cantidad de hombres rodeó a Jiang Ning, sus miradas era cuidadosas, pero agresivas en extremo.

—Arránquenle la boca. —Su Mingquan rio con frialdad—. ¿Quién demonios se cree que es? ¿Cómo se atreve a hablarme así? Arránquenle todos los dientes.

Los hombres se abalanzaron de inmediato, Jiang Ning se quedó dónde estaba sin moverse. El rostro de Ye Qingwu ya no tenía color alguno y su cuerpo temblaba.

¡SSS! ¡SSS!

El hermano Gou y Número dos hicieron su jugada, a esa clase de basura no necesitaba que Jiang Ning los echara en persona. Ambos eran como lobos furiosos ya que alguien se había atrevido a ofender a Jiang Ning, eso merecía la muerte.

¡PAM!

Fue como si alguien hubiese colocado explosivos, el suelo se resquebrajó bajo sus pies y en un momento se lanzaron contra la multitud que se acercaba. Un puñetazo a cada uno. ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM!

Sus puños no eran tan potentes como los de Jiang Ning, pero eran demasiado poderosos para esos hombres ordinarios. Los luchadores salieron volando como estrellas fugaces, aullaban de dolor y se estrellaron con fuerza contra el suelo sin poder defenderse. Los aullidos y gritos hicieron que Su Mingquan se estremeciera y retrocediera. No creía que esos hombres pudieran luchar tan bien.

Los ojos de Liu Xiaodao brillaron cuando de repente comprendió qué era ese sentimiento que tenía sobre el Hermano Gou. El territorio prohibido de Donghai, esos hombres que conoció en Donghai cuando fue enviado a volar por Número trece con una bofetada, fue exactamente este sentimiento. Esa mirada que no se inmutaba por nada y esa violencia llena de locura y ferocidad ¿Por qué estaban aquí?

—¿Quién... quiénes son ustedes? —Su Mingquan estaba pasmado—. ¿Cómo se atreven a tocarme? Soy de la familia Su.

¡PAF! Jiang Ning le dio una bofetada.

—No me importa quién seas. Si hiciste algo malo, entonces tienes que disculparte. ¿Cómo deseas hacerlo?

—¡Tú... te lo estás buscando! —Su Mingquan se sujetó el rostro y gritó—. ¿Dónde está la gente de afuera? Será mejor que todos entren ahora mismo.

Había dejado al menos a veinte o treinta hombres afuera de la casa, si todos entraban podrían aplastar a Jiang Ning y a sus hombres. Pero después de gritar y gritar, no hubo respuesta del exterior.

¡PAF! Jiang Ning le dio otra bofetada y varios de sus dientes salieron volando.

—Responde a mi pregunta, no tengo tanta paciencia ¿Entonces? ¿Cómo piensas disculparte?