El hermano Gou miró al joven de piel oscura sentado detrás de Wang Gao. Sus ojos triangulares se veían bastante mordaces y la piel de sus brazos y piernas estaba tatuada, así que es te joven obviamente era un luchador violento que practicaba todo tipo de artes marciales.
Un hombre calvo de mediana edad se sentó detrás de Xu Rong con los ojos entrecerrados y continuó viendo con mirada arrogante.
-Maldita sea, estas malditas dos cosas en verdad se gastaron mucho dinero.
El hermano Gou volteó a ver a Jiang Ning. Él ni si quiera miró al experto en muay thai ni al maestro Han, en su lugar comenzó a jugar con su teléfono.
-Ya has dicho demasiadas tonterías, ¿por qué estás diciendo tanta basura? Si quieres empezar, empieza ahora mismo.
-Apúrate y termina esto, tengo otras cosas qué hacer -respondió Huang Yuming como si no le importara.
Después volteó a ver a Jiang Ning y él ya había guardado su celular. Volteó hacia enfrente y echó un vistazo a la habitación. Su mirada ignoró por completo al maestro Han y al experto en muay thai y se veía decepcionado.
-¿Dónde están tus fuertes luchadores?
Esta pregunta de parte de Jiang Ning hizo que las caras del maestro Han y del experto en muay thai se ensombrecieran. Todavía no empezaban a pelear, pero Jiang Ning los estaba desafiando. Los practicantes de artes marciales tenían un aura diferente alrededor de ellos y se habían percatado de esto cuando Jiang Ning llegó. Pero esta pregunta los enfureció al instante. Estaba claro que Jiang Ning no tenía una buena idea sobre ellos. Esa mirada de decepción en particular hizo que se molestaran más. A pesar de que el luchador de muay thai no hubiera entendido lo que Jiang Ning decía, podía entender esa mirada de desprecio.
—¡Qué atrevido! —el primero en hablar fue el maestro Han.
Sus párpados se movieron mientras abría lentamente los ojos. Había un destello en sus ojos-. ¡Tú joven rebelde, cómo te atreves a ser tan osado!
Cuando vio la figura de Jiang Ning supo que ese tipo probablemente sólo conocía un par de movimientos y que no era competencia para él.
El maestro Han no tenía una buena opinión sobre el luchador de muay thai.
Como mucho, el luchador de muay thai puede ser un poco más problemático de manejar.
Pero si fuera a hacer un movimiento, él atacaría al que hubiera comenzado.
El maestro Han se puso de pie y caminó al centro del ring. Volteó arriba y mantuvo sus manos en la espalda de esa manera mostraba mucho poder y seguridad
-. ¡Tú, ven aquí!
El teléfono de Jiang Ning timbró. Lo sacó para darse cuenta de que Lin Yuzhen lo estaba llamando.
-¿A dónde fuiste a comprar la cena? ¿Por qué no has regresado? —Lin Yuzhen sonaba preocupada.
-Pregúntale a papá y mamá qué quieren comer.
Jiang Ning respondió por ellos:
—¿Mini langostas?
—Entendido. —Colgó y volteó a ver al hermano Gou—.
Anota una orden de mini langostas para mí, para llevar.
Todo se quedó en silencio. Una suerte de silencio mortal.
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