Huang Yuming había dejado discapacitado a Hei Hu, así que probablemente lo de Hei Long también tenía que ver con él.
Había oído hablar sobre ese Huang Yuming. Había llegado a la cima en Donghai en apenas unos cuantos años, de modo que era muy resistente. ¿Pero cómo podía ignorar a otros grandes jugadores sólo por eso?
Gao Fei no dijo nada. Golpeó la mesa con los dedos, el golpeteo tenía un ritmo único. Xu Rong y Wang Gao tampoco dijeron nada. Sin importar cuán mal les cayera Huang Yuming y que incluso lo quisieran muerto, en ese momento, todos los círculos ¡legales de Donghai tenían que estar unidos.
Esta persona de Shengcheng había ido con motivos ocultos. Como era de esperarse, Gao Fei levantó la mirada y no preguntó más sobre Huang Yuming. Era claro que esa información era suficiente y que tenía sus propios planes.
—La reciente operación de limpieza llegó de manera muy repentina y ni siquiera en Shengcheng se enteraron.
Tuviste pérdidas fuertes, ¿verdad? -Miró a Xu Rong y a los demás mientras hablaba con calma:-Estos días es muy difícil sobrevivir. —La expresión de Xu Rong se estremeció un poco. Podía entender a dónde iba Gao Fei—. Bueno, sin importar cuán difícil sea, tenemos que seguir. Ya que este es el camino que escogimos, por supuesto que tenemos que seguir avanzando. Se rio con frialdad.
-¿O sea que tienes una salida?
Gao Fei se rio y miró a Xu Rong por largo rato.
Sus palabras estaban llenas de amenazas. A Wang Gao y los demás se les volteó la cara al instante. Era una amenaza descarada. Si no aceptaban, enfrentarían un final terrible. Lin Wu ya estaba aquí y seguramente no los dejaría ir. De hecho, estaba muy seguro de que si no aceptaba hoy, perdería la vida al día siguiente. Aunque fueran los que dirigían la orquesta en Donghai, los tiempos eran malos. Para esa gente de Shengcheng que era realmente poderosa, ellos eran simples pececitos y camarones.
-Ah, por cierto. Olvidé decirles —dijo Gao Fei de nuevo—. Pronto las cosas en Shengcheng van a cambiar.
Cuando oyeron eso, Wang Gao y los demás palidecieron. ¿Algo iba a ocurrir en el círculo ilegal de Shengcheng? Era una gran ola que venía hacia ellos. Aunque no siguieran a Gao Fei, alguien más llegaría al día siguiente. Mientras no siguieran a nadie, acabarían muertos.
Wang Gao respiró hondo e intercambió miradas con los demás, como si estuviera por tomar una decisión muy difícil.
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