Sin la ayuda de ellos, ¿cómo podría haberse deshecho con tal facilidad de Xu Rong, su rival desde hace tantos años. Sin embargo, la inquietud crecía más y más en el corazón de Gao Fei. No sabía por qué. Ese extraño miedo lo hacía sentir como un pequeño animal antes de que comenzara un terremoto.
-Hermano Wu, ese tal Huang Yuming no es fácil. Creo que tendremos que hacer un plan primero. -Gao Fei parecía muy cauteloso.
Wang Gao había estado matando a todo mundo y no estaba dispuesto a dejarlos que intervinieran. Pero ahora les había dicho que se encargaran de Huang Yuming. Algo estaba muy mal. Si Huang Yuming fue quien dejó así a Hei Long y a su hermano, eso probaba que no era ninguna presa fácil y no era sencillo lidiar con él.
-¡Hacer un plan, mis pelotas!
Lin Wu estaba enyesado de brazos y piernas. Apretó los dientes y dijo:
—El jefe no nos dio mucho tiempo. Tenemos que acabar esto y dejar todo listo en Donghai. Aún puedo usar a los hombres.
No iba a detenerse hasta que dejara lisiado a Jiang Ning.
Gao Fei no se atrevió a decir más. Sólo era uno de los hombres de Lin Wu y no tenía el poder para tomar decisiones. Pero era mucho más inteligente y suspicaz que Lin Wu.
Lin Wu le dio órdenes de prepararse para atacar. Tenía tres días para limpiar Donghai, de otro modo, si otros peces gordos de Shengcheng llegaran, las cosas se podían poner desagradables. Gao Fei aceptó las órdenes, pero no fue directamente a buscar a Huang Yuming. En vez de eso, primero fue a acabar con otros blancos más pequeños.
Era temprano por la mañana y en el campo la brisa se sentía particularmente fresca. Jiang Ning consideró que podía comprar un terreno ahí y construir un búngalo. Así, toda la familia podría vivir ahí y sería muy bueno para su salud.
Había lodo de la pista de entrenamiento por todas partes.
Los treinta que lo habían logrado estaban parados frente a él. Los demás estaban indignados, pero no podían hacer nada al respecto. Jiang Ning había dicho que sólo quería treinta, así que sólo serían esos. Si querían intentar de nuevo, tendrían que desempeñarse bien en otros aspectos y esperar otra oportunidad.
—A partir de hoy, Gou es el número uno, tú el número dos, tú el tres... -Jiang Ning recorrió la fila-. Todos tienen números, no nombres.
-Está comiendo en casa con su esposa. —A Huang Yuming le tembló el labio.
Pasar tiempo con su esposa era lo más importante para él. Huang Yuming podía encargarse de lo demás.
-Este es un asunto pequeño, así que el Gran Jefe no necesita estar aquí. -Huang Yuming resopló-: Si no pueden hacer esto, más vale que se larguen.
Todos se pusieron serios al instante. Sólo tenían una misión esta noche: debían quitar todos los obstáculos del círculo ilegal en una sola noche. Esa era la misión que les había asignado.
-¡Vayan!
Huang Yuming dio la orden y desaparecieron en la oscuridad. La noche se volvió aún más oscura mientras una manada de lobos comenzó a aparecer en el bosque de concreto de Donghai. Su presa todavía no percibía nada.
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