C A T O R C E
El trabajo sigue igual, aún no le he contado nada a nadie de mi pequeño desliz con el jefecito.
—Los nuevos materiales serán importados desde Inglaterra, ya que son los mejores...
—Ajá...
De verdad no presto atención a lo que dice América, estoy pensando en el exámen que tendré hoy, depende a ese exámen tendré una mínima a mi previa de nota para pasar el semestre, es muy importante mantenerme un promedio para que me reciban en la universidad en donde pedí intercambio.
—Venecia hoy en la noche haré una fiesta en tu departamento...
—Ajá...
—Tú pagarás todo...
—Ajá...
—¡Venecia...! —me grita, por el susto salto en el asiento.
—¿Qué sucedió...?
—Llevo horas hablando y tú nada que me paras pelotas
—Estoy... pensando.
—¿Y que piensa tu pequeña grán mente?
—Que falta poco...
—¿Para que?
—Para…
—Venecia, el gerente de proyecto te necesita -me dice la secretaría de este.
Miro a América y está pérdida y me pide una explicación a la que le respondo con una negación con la cabeza.
Subo poco a poco pensando en lo que dirá el asiático.
Toco antes de pasar y él está sentado en su sillón.
—¡Siéntate! —me ordena.
—...Dime —hago lo que me dice.
—Lo de ayer…
—¿Lo de ayer?... —me voy hacer la desentendida.
—Lo que hicimos y mis padres percibieron..
—¡Ahh tu dices el masaje que se extendió...!
—Eso y lo otro...
—¿Lo otro...?
—Si... deja de hacerte la bruta... —me regaña y le regalo una pequeña sonrisa, es fácil de enfadar.
—¿Y...?
—Mis padres piensan que tenemos algo...
—¿Quien no? ¿eh? si te vieron con tu amigo en acción... —digo con gracia, mejor dicho en erección, pero me reservo eso.
—Es enserio... sólo quiero pedirte un favor.
—Dime entonces...
—No le digas a nadie lo ocurrido entre ambos... yo convencere a mis padres que no tenemos nada pero quiero que tú no le digas a nadie de eso...
—Por mi nadie sabrá ...Descuida.
—Entonces, gracias puedes retirarte.
Idiota.
Volvió el idiota de mi jefe.
Salgo, ya son las cuatro; voy a la universidad, un exámen de física me espera.
No duré ni media hora en llegar. Repase y presente la evaluación.
Gracias a Dios, lo aprobé. Sólo me falta poco.
Regresé al departamento y hice mis quehaceres.
Ha pasado muchos días desde que dejé mi trato con Mauro, no quiso ser mi amigo.
De Aaron Lovecraft, digamos que me dió una conmoción y no recuerdo lo que hicimos dos semanas atrás.
En el trabajo me encontré a Shadia y me invitó a un compartir que acostumbran hacer cada año la familia Lovecraft y los Holmes por la empresa, como un aniversario.
No me negué, ahora estoy haciendo mi maleta y dentro de poco vienen por mí para ir a Kingston.
El viaje fue cortó, las niñas no dejaban de hablar de lo que harán y lo que hicieron años atrás.
En el camino me enteré de que los Lovecraft tienen una hija como de veinte años, que estudia medicina. Imagino que por los genes debe ser bellísima.
Llegamos en la tarde a una cabaña de dos plantas, cerca de un lago.
Estaba estacionado un Jeep y una camioneta, imagino que es por la familia Lovecraft.
Nos abajamos y entramos a la espaciosa cabaña.
Es todo de madera, con artefactos modernos, con decir que tiene ese objeto que da energía eléctrica a la casa por energía solar. Simplemente me recuerda que estoy en el siglo donde la tecnología predomina. Y más en ingenieros arquitectónicos.
Nos encontramos con los otros en la sala.
—Hay un problemilla... —dice el señor Kim, por fin escucho su voz.
Miro y están todos los Lovecraft incluyendo a la hija que es bellísima, con su cabello largo y figura perfecta, y esta también la afamada Stefanía.
Dice ella con un tono maternal.
—Es hermoso el lugar... —confieso, ella se sientan a un lado de mí, junto a unas piedras.
—Ha sido nuestro sitio vacacional por años... —dice Crystal
—Kingston es hermoso...
—Lamento lo de Stefanía... —habla Christine.
—No hay nada que lamentar... —no le doy importancia.
Ella se levanta y me deja con Crystal.
—Mi hermano es un tonto... mamá pensó que contigo sería diferente, él nunca a sentado cabeza y cuando te vió ese domingo se alegro su corazón...
—¿El nunca le ha presentado una mujer a sus padres? —ella niega.
—Desde muy pequeño el no cuadraba con personas de su edad por su síndrome...Y estar con una mujer, creo que sería como un amarre para el Aaron liberado... a él le gusta estar sólo, siempre fue así... hasta que no venga la indicada y le demuestre que una persona necesita de otra ...es muy independiente, para todo, y tener una mujer al lado quizás lo haga verse un hombre normal...
—¿A que te refieres a síndrome...? no entendí. Se que tu hermano es así de arrogante y no deja que nadie inferior a él lo rete, ...y piensas que en el amor... si es que cree en él, ¿teme que su superioridad merme tras eso...?
—He investigado y es increíble lo que he encontrado de este síndrome, no se si lo has oído, “síndrome del sabio” las personas que nacen o desarrollan este síndrome tienen un talento o competencia mental extraordinariamente desarrollada...
—O sea, ¿como un prodigio? Alguien superdotado... —ella asiente.
—Sus habilidades pueden incluir la memoria fotográfica, la facilidad extraordinaria para aprender idiomas, o la capacidad de hacer cálculos matemáticos rápidos, frecuentemente relacionados con la sinestesia, entre otras capacidades.
—Guao... un genio, un cerebrito…
—Él no compartía con niños de su edad, ya que tenía una capacidad mayor a ellos, el era superior a su nivel mental...
—O sea, tiene una memoria prodigiosa y de un tipo especial…
—Algunos especialista lo definen como "muy profunda, pero excesivamente estrecha". "Estrecha" en el sentido de, siempre según él, que pueden recordar pero tienen dificultad a la hora de utilizarla... pero a decir verdad, son solos suposiciones ya que su capacidad metal es mayor, pero los estudios no lo califica como tal...
—Aún imagino todo... su mente debe valer mucho.
—Aprendió a tocar guitarra y piano en poco tiempo ...Es algo innato, desde el colegio realizaba los complejos matemáticos rápido, mentalmente y de forma instantánea, como si en su cerebro tuviera una bendita calculadora y en el negocio de la familia se ha desenvuelto exitosamente, en las construcciones y en todo.
—¿Y por ser tan perfecto no trae consecuencias?...
—El sólo comparte las habilidades de ese síndrome más no podemos decir que lo padezca... de hecho son pocas las personas que lo presentan.
—Es como si naciera en la NASA...
—Yo desearía que me prestara su cerebro para mis exámenes de morfofisiologia...
—Y a mí, con los cálculos que me destrozan la cabeza...
—Pues muy inteligente mi hermano pero aveces se pasa de cabezote —se ríe.
—Y idiota... —añado.
—Deberíamos irnos mañana hay campamento y nos paramos tempranito...
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