IntensaMente （COMPLETO） romance Capítulo 20

D I E C I N U E V E

Hoy sábado... la fiesta de la remodelación del bufete, la fiesta se llevará acabo en ese edificio, lo que significa que estará mi familia y la del imbécil y todos los del trabajo.

¡Grandioso!

Estoy en mi departamento, Aaron se puso pesadito con querer llevarme al lugar, le dejé en claro que hago un enorme esfuerzo con querer ir y asistir y no correspondería que fuera con él, primero tengo que prepararme psicológicamente con el hecho de ver a todos juntos en mismo espacio… simplemente, de pensarlo es agotador.

Decidí colocarme un vestido amarillo que llega hasta las rodillas, con los hombres descubierto y una simple tira se une detrás del cuello, lo acompaño con unos zapatos de tiras dorados altos que denotan elegancia, de seguro mi madre, Mónica de Salvatore, estará orgullosa de mi vestuario, ese pensamiento me saca una sonrisa; mi maquillaje es ligero y resalta mis raros iris, resalta un iris azulado-grisáceo, mi peinado es recogido dejando ver mi pequeño escote de la espalda.

Me coloco unos pendientes muy pequeños que apenas se notan con el reflejo de la luz y una pulsera a juego.

Son las nueve y el chofer que mi queridísimo y obstinado asiático me ha dejado.

¡Que pasado... sino la gana la empata!

Ese camino por el OldToronto, su grandes rascacielos y esos increíbles edificios, mi ciudad es increíble, su arquitectura y modernismo son encantadores para cualquiera.

El chofer me deja al frente del gran edificio,  veo a mi alrededor y observo el bullicio, el gentío y con solo saber que entraré a ese espacio con tanta gente influyente y manipuladoras mi duda aumenta.

Tomo fuerte mi cartera de mano y esta vibra, lo saco y compruebo que hay un mensaje.

«Ese vestido te queda increíble.»

Aaron

Miro a mi alrededor y diviso su Aston Martin.

Se acerca y le susurro mientras le doy un beso

—Pensé que ya estabas adentro...

—Se que es difícil para ti pequeña... por eso quise esperarte.

—Es noble de su parte señor Lovecraft...

Su sonrisa es tán hermosa y ver esos ojitos rasgados que se ponen más diminuto me saca una sonrisa a mí.

Entramos con las miradas de todos sobre nosotros, llegamos justo donde se encuentra la familia Lovecraft y Holmes hablando.

Miro a mi alrededor y veo a abogados influyentes y fiscales con jueces, veo a Jacob Kipling y su mirada perturbadora, sólo Dios conoce los pensamientos de su descarada mente, podrá ser mi abuelo pero jamás me trató como su nieta.

Mi madre me saluda con un asentimiento de cabeza, sin afecto alguno, pues sería mala educación dejar a su marido hablando solo.

Y allí está Stephen Walcott con su sonrisa “de él mejor hombre...”

Lo ignoro, es algo que se hacer.

—Querida... ¿cuando pensabas decirme de su relación...? —esa es Christine

—Fue algo que sucedió...

Ella se ríe.

—Tanto odio es por algo... amor se escondía tras ese sentimiento —dice Crystal.

—Lo mismo digo yo... —dice América con su barriga que ya se le nota.

—¿Ya sabes el sexo...? —le pregunto.

—¡No sé! No se deja ver ...aquél —me señala a un hombre de barba con un niño en brazos— ...ese es mi marido, está hablando con sus colegas.

—¿Tu marido es Dan Lovato? —le pregunto sorprendida.

—Si... ¿lo conoces?.

—¡Claro...! es uno de los mejores abogados del bufete de mi abuelo... Además nunca pierde un caso... ¿porqué trabajas de secretaría?

—Pues me siento inútil... y así me distraigo.

—El mundo es chiquito...  —digo y todos me sonríe.

Aparecen Shadia con las gemelas.

—Hola preciosidades... —le doy un beso a cada una.

Luego de charlar sobre sus vestidos, sus amigas y los aburridas que están en un lugar donde el noventa porciento son viejos, a una le empieza una necesidad. Me ofresco para acompañarlas.

Me dirijo al baño con las gemelas.

—¡Que antojosa eres Beverley...!  —la reprende la otra gemela.

—No me contengo... —dice ésta entrando en un cubículo y haciendo pipí.

Me río, siempre pelea por todo.

—Entonces... ¿eres la novia de Aaron...? —me pregunta Berkeley

—Sí... ¿que le parece a ustedes? —se que la otra escucha.

—Él es muy guapo y siento un flechazo por él pero es normal... mamá dijo que es un amor platónico y que es algo común... —dice una?

—Lo lamento... el me gusta.

—¡¿A quien no?! Es Aaron... y enhorabuena... se que contigo estará bien, como tú con él y me alegra...

Sus palabras me quita un peso de encima.

En el baño entra Charlotte.

Con un vestido mero provocador y con su mirada muestra el gran afecto que me tiene... ironía.

—Hermanita... —me dice

—Charlotte...

Salgo con las chicas y la dejó en el baño a la otra. Para no decir zorra

Un jalón me desequilibra.

—¿Piensas que con nueve ceros me quitarás de encima...? llevamos años comprometido y...

—Y lo arruinaste cuando te revolcaste con mi hermanastra...

—¡Supéralo...!

Me obstino y le doy una bofetada. Éste se soba.

—Mira Venecia... —me toma del brazo otra vez.

—¡Déjala...! —Ethan está con Ariel.— ¡no escuchas! —repite al ver que el no hace movimiento.

—Ethan... Ethan ella es mi...

—Tu ex... —dice Mónica.

—¡Suegra...!

—Ya no eres mi yerno, su relación terminó... —como siempre Mónica de inexpresiva, fría y cortante.

—Si pero nuestro convenio...

—Puedes meterte con Charlotte si te da la gana pero Venecia ya tomó su decisión...

Me toma por el brazo y me abraza.

—No eres y nunca serás una desgracia para mí... —sus palabras me ablandan.

—Yo lo siento... su familia no...

—¡Lo sé! Me enteré hace poco y Shadia sabe, sólo esperaba el momento preciso para hablar contigo... pero Mónica no debió decirte de esa forma, jamás supe de tu existencia. Yo hubiese cambiado un poco las cosas...

—¿Desde cuando...? —pregunto.

—Desde que tu abuelo te metió presa... yo quise decirte, te invitamos a Kingston para que la pasaras con nosotros y sucedió lo anterior...

—Pensé qué... mi madre me dijo que mi padre fue un irresponsable borracho que se le olvidó ponerse un condón...

—Veamos el lado positivo fue una hermosa irresponsabilidad... —toca con dulzura mi mejillas.

Me sacó una hermosa sonrisa. De seguro mi cara debe estar toda regada de secreciones nasales.

Menos mal que no me maquillé mucho.

—¿Por qué lloras...?  —un asiático preocupado se acerca.

—Me quiero ir... hablamos en tu casa... —el mira a Arthur.

—Anda Aaron... llévatela y ella hablará contigo.

El le hace caso y me lleva a su casa.

Me quito los zapatos y voy directo a su habitación.

Él entra tras de mí.

—Cuándo quieras venir acá... no digas que es mí casa, di nuestra casa...

Le doy una sonrisa.

—Me preocupas y respete tu silencio en el auto pero este no... así qué, por favor habla.

—Podemos cambiarnos de ropa y luego hablaremos en la cama a punto de dormí ¿sí...?

El asiente.

—Necesito una camiseta... no traje ropa.

—Te dije que dejaras ropa acá...

—Y te dije que luego traería...

Me coloco una camiseta de él que es como una bata para mí y luego de ir al baño y estar lista para dormir abrazada en su pecho hablo:

—Mi madre discutía con Arthur Holmes y le pedí una explicación y muy sutilmente para no decir brusca confesó que él fue el hombre que le desgració su exitosa vida...

—¿Como así...? —está confundido.

— Cariño él es mi padre...

Se hizo un silencio y sólo sentía las palpitaciones de su corazón junto a su pecho subir y bajar.

—Lo oí hablar con mi padre de una supuesta hija más nunca pensé que fueras tú..., él es como mi tío o otro padre más... tu serias mi prima o mi hermana sí te hubieras criado conmigo...

—Sería algo bueno... no te veo como un hermano o un primo sino cómo marido.

—Menos mal... por qué aunque fuera una aberración igual te querría conmigo.

...Tengo dos hermanas, siempre quise tener una verdadera hermana y un padre.