T R E I N T A- y- S E I S
—Prometiste que iríamos a comer pizza.
—Lo sé Ander... sólo voy por mis cosas en el laboratorio y vamos a comer.
—Mamá... siguen diciéndome chino cuando yo le digo que soy coreano.
Detengo mi caminar hacia el ascensor y me agacho hasta su altura.
—Ellos son niños. Y los niños no entienden aveces
—Lo sé. Me lo explicó tío Manu.
Manuel se ha portado como un padre, para ser exacto es lo más cercano a un padre que tiene mi hijo.
Llegamos al ascensor y entramos, enseguida este nos lleva hacia el laboratorio.
Maricruz con su pequeña barriga me intercepta.
—Lo siento Nechi... pero hay reunión urgente en la sala de juntas.
La mire con cara de fastidio. Mi hijo entendió que nos quedaremos más de lo que esperaba.
—Lo siento amor... —miro a mi hijo— pero necesito asistir a la reunión... te lo recompensare.
El sólo asiente y su mirada cambia a una triste.
Me parte el corazón pero trabajo es trabajo y no puedo darme el lujo de faltar.
Desde que recibí mi título se me abrió muchas puertas, he trabajado para la universidad como trabajos privados.
He captado respeto, puedo decir que puedo darle un futuro a mi hijo.
Entro con Maricruz y Ander, nos sentamos y la reunión empieza. La presencia de mi hijo no es molestia ya que prácticamente vive en el edificio y le gusta, acompaña a sus tíos en sus trabajos en los talleres, experimentos y juega en su tiempo libre con hijos de otros colegas, en la reunión hablaron de la restauración del edificio, de los diseños anteriores, el presupuesto, el pago, los nuevos pasantes.
Algunos se alzaron ya que no les gusta el diseño de otros arquitectos y para decir verdad no entiendo porque la universidad buscó a otros cuando hay propios diseñadores que podrían encargarse de esa obra.
—Entonces... espero que no haya más protestas y si la hay, saben donde está mi despacho —dice el nuevo director. Arrogante.
Un sonido de fuga como espray siendo presionado llamó la atención de todos. Nos miramos unos a otros.
El director asintió a un hombre y éste habló en un radio y empezaron a evacuar a personas.
Tomé a mi hijo y lo abracé mientras Mari se acercaba a nosotros.
—Necesitamos que despejen el área. —gritó la autoridad.
—Dejé mis diseños en el laboratorio —le dije a Maricruz— llévate a Ander contigo.
Son diseños importantes y valen mucho.
Salgo corriendo y subo las escaleras en busca de mis diseños. Llego al lugar y todo está lleno de humo.
— ¿Que haces aquí...? Debemos evacuar —habló Andrés
Es el único que queda en esta área.
—Dejé mi diseño, deberías bajar.
—Te acompaño...
Unos gritos llamándome me erizaron la piel.
—¡Mamá...!
Volteo y veo a mi hijo entrando al laboratorio
—¿Que haces aquí Ander?
Llega detrás Mari
—Se me ha escapado, salió corriendo y no lo pude detener.
Miro mal a mi hijo.
—Debemos salir, hay una fuga de gas —dice Andrés.
Le hacemos caso y caminamos a la salida, tomo mi cartera, Los diseños lo guardo en la mochila de mi hijo.
Caminamos hacia las escaleras y al alzar la vista un tubo de gas se desprende y antes de caer y entorpecer el camino empujo a mi hijo que está delante de mi con Maricruz, quedando del otro lado Andrés y yo.
— ¿Estan bien? —pregunto asustada.
—¡Mamá...! —el quejido de mi hijo me estruja el corazón.
—Estoy bien... Mari baja con mi hijo, nos vemos en la otra entrada.
—Se vino abajo el piso. ¡Dios...! no veo nada.
—Tranquila Nechi... Acércate a mí. No hables para que no te sofoques.
Quito escombros que impide pasar y llego hasta el.
—Perdí mi celular... —me quejo. Y lo busco como puedo.
—Yo lo solté cuando el piso se vino abajo. —dice él.
—Esto traerá muchas demandas... ellos sabían que pasaría.
—Lo sospeché ...deberíamos tratar de salir antes de que se derrumbe por completo.
Trato de caminar y un mareo apareció.
—Nechi...
—Tranquilo... sólo es un mareo.
Flashback vienen a mi mente y recuerdo la vez que quedé encerrada en un diminuto cuarto y Aaron me sacó directo a urgencias por una intoxicación.
—Creo que son los gases... —opina él.
—La mascarilla debió estropearse.
—Ten toma la mía... yo soy fuerte, me la paso en laboratorios todo el tiempo, estoy acostumbrado.
—Estas loco... puedes morir.
Conozco las consecuencias que trae inalar estos gases, puede morir antes de que nos saquen de aquí. Sus pulmones no aguantarían ni su organismo.
Me toma fuerte del brazo y se saca la mascarilla me quita la mía.
—Nechi... tu hijo te necesita, yo no tengo a nadie... así que pontela o te obligo, tu decides...
Le obedecí y me la coloqué.
—Debemos salir antes de que esto se ponga feo.
Digo tambaleándome por el mareo. Andrés asiente y se frota la cara.
No podemos morir aquí. No así...
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