Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 152

Confundida con sus palabras, Vanesa se quedó ahí inmóvil. Mientras el hombre se levantó lentamente para dirigirse a ellos.

Caminaba de una sorprendente manera de lentitud con un cuerpo raquítico y el torso hundido. Llegando al frente de Erick, levantó sus miradas en las cuales llenaba un silencio imponente.

Después de una inmóvil observación, el hombre dijo,

—Estás más delgado.

Vanesa miró a Erick, y se sintió rara la forma en que se llevaban los dos.

En este momento la mujer se acercó al hombre diciendo,

—Has esperado casi una mañana entera, ahora que lo viste ya, vamos a descansar un ratito, ¿vale?

El hombre volvió a mirar a Vanesa por un rato con las miradas extrañas que la hicieron embarazosa.

Contento, el hombre dijo,

—Vale, estoy bien cansado ya, acompáñame a subir las escaleras.

Sosteniéndolo, la mujer volvió a mirar a Vanesa con cierta impaciencia y ésta le lanzó directo una mirada blanca.

Hasta que salieron los dos, Erick la soltó a Vanesa y suspiró profundo,

—Siéntate aquí descansando un poco, llevo a guitarra a la habitación.

Vanesa asintió y se sentó en el sofá.

Lo esperaba Vanesa por un buen rato hasta que apareció él junto con la mujer, pero los dos se veían descontenta.

Después de que Erick llegó a su frente, Vanesa se levantó de pronto.

—Vamos a comer algo —dijo Erick.

Apenas terminó las palabras, la mujer dijo en un tono lleno de amargura e ironía,

—Recién llegaste a casa y vas a comer afuera, si se entera tu padre, pensará que te trato mal.

Erick le respondió en el mismo tono,

—¿Una comida en casa podría demostrar que me tratas bien?¡Qué ridículo!

Detuvo de repente la mujer y lo miró con los ojos asombrados.

—Vamos —dijo Erick.

Luego salieron los dos de la sala, pasando por el patio y llegaron al estacionamiento donde se quedaban dos coches.

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