Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 151

Pero no sirvió su disculpa para nada en este momento porque ya se metieron al coche, y tampoco tenía por qué pedirle perdón.

Mirando los paisajes afuera por la ventana, Vanesa ya se olvidó por completo del escándalo de Santiago.

—Por cierto, ¿cómo te llamas? —dijo Vanesa en voz baja.

—Erick Covarrubis —sonrió el cantante.

—Erick Covarrubis —repitió Vanesa murmurando—, bonito nombre.

Poco después, volvió a preguntarlo en voz baja,

—Ella no es tu madre, ¿sí?

—Sí —dijo Erick.

—No os parecéis, aunque no la vi muy bien.

Detuvo Erick por un momento y dijo sonriendo,

—Sí, no nos parecemos.

Con rumbo al centro de la ciudad, el coche se detuvo al final delante de una villa.

Era una villa grande y estaba muy bien situada.

«Deberían ser ricos o autoridades.»

Mientras bajaron del coche, la mujer llegó poco después.

Estando al lado del coche, sonó su teléfono, era Adam y hasta entonces Vanesa recordó lo de Santiago.

«Supongo que no me necesita para ello, con la capacidad que tiene Santiago, podrá resolverlo él mismo».

Entonces Vanesa colgó el teléfono y se volvió para mirar a la mujer. Con un gesto altanero, le echó una mirada furtiva a Vanesa cuando pasó por ella.

Aunque llevaba las gafas, Vanesa pudo sentir un visible desprecio brotando de sus ojos.

Vanesa se quedó de pronto descontenta, entonces resopló fuerte cuando pasó a su lado. Sorprendida, la mujer se detuvo de repente y la miró enojada.

Pero Vanesa la ignoró y se acercó directo a Erick,

—¿Esta es tu casa?

Después de una inmóvil reflexión, Erick asintió,

—Sí.

Su vacilación sorprendió a Vanesa.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Jefe Atrevido: Amor Retardado