Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 154

Cuando terminaron de comer, Vanesa y Erick pasearon por el alrededor hasta el mediodía. Luego llegaron al centro de la ciudad, ahí Vanesa bajó de su coche.

—Aquí está cerca de tu casa, vete a descansar, supongo que ya estás cansado tras un largo viaje. Otro día nos reunimos —dijo Vanesa.

La miró Erick por un rato y dijo,

—Vale. Hasta la próxima vez.

Vanesa volvió la cabeza para mirar el edificio no muy lejos detrás de ella y suspiró. Era donde trabajaba Santiago.

Quería llegar directo a su empresa, pero ahí estaba rodeada de muchos periodistas. Si apareció ante ellos con otro hombre, el escándalo se volvería mucho más grave.

A pesar de caminar hacia el edificio con la mayor discreción, apenas llegó cerca, alguien gritó,

—Es Vanesa Ortega, la esposa de Santiago.

De repente se detuvo Vanesa y en poco tiempo estaba ya rodeada de los periodistas. Estando entre la multitud se mantuvo calmada sonriendo.

Pero con tanta gente rodeada, casi se cayó, entonces dijo,

—Tranquilo, tranquilo. Vamos uno por uno. Manténgase la orden.

Escuchando sus palabras tranquilas, los periodistas se dispersaron un poco y todos dejaron de empujarla.

Un periodista se le acercó y dijo,

—Señora Vanesa, ¿es verdad el escándalo que se transmite ahora por Internet? ¿Le puso los cuernos el señor Santiago?

Vanesa dijo sin vacilación,

—Lo verdadero es que viajó por Sanya y participó ahí en un evento, nada más.

Otro periodista añadió,

—Señora Vanesa, ¿usted conoce a esa empleada Fraga? Hemos investigado que es empleada del Grupo Antolin y recibió al señor Santiago.

Otro periodista preguntó,

—Si es verdad lo que dijo usted, ¿por qué el señor Santiago no presentó ninguna declaración hasta ahora?

Vanesa detuvo por un momento y dijo,

—Pues, si no recuerdo mal, mi marido nunca había presentado ante los medios las declaraciones sobre nada, y mucho menos sobre esta cosa absurda.

Santiago era una persona discreta y modesta que no le gustaba asomarse ante los medios, ni hablar de presentar las declaraciones ante ellos, se mantuvo callado incluso cuando murió el señor Enrique circularon entonces los rumores de que él lo había maniobrado todo junto con su padre y que éstos ya prepararon todo necesario para arrebatar la administración absoluta de la empresa.

Después de un largo silencio, Vanesa añadió en un tono tranquilo,

—Si no me creen ni una palabra, pueden investigarlo. Espero que los rumores terminen hasta aquí. Ahora ¿quién más quiere añadir?

Frente a los periodistas, Vanesa se mantuvo bien calmada como si estuviera presentándose en una rueda de prensa.

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