Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 155

En realidad, Santiago ya se enteró de que a Vanesa estaban bombardeando los periodistas en la puerta porque los ruidos eran tan fuertes que llamaron la atención de todos los empleados, que en este momento se asomaron por la ventana presenciando lo que pasó.

Mientras Adam estaba dispuesto a ahuyentar a los periodistas, Santiago lo detuvo diciendo,

—No hace falta. Supongo que Vanesa ya tenía preparado todo necesario frente a sus interrogaciones. Es mucho más lista de lo que pensamos.

Recordando sus comportamientos traviesos y atrevidos frente a la señora Erika, Santiago no estaba nada preocupado por la astucia de Vanesa.

«Ahora ya es diferente que antes».

Pensando distraído, llegó Alexander a su despacho y le preguntó ansioso,

—Vanesa está ahora abajo y rodeada por los periodistas. ¿Cómo estáis estos días? ¿Va a decir algunas palabras inadecuadas?

Santiago sabía a qué se refería Alexander, porque apenas pasaron dos días desde su conflicto con Erika, y era posible que estuviera todavía enojada. En un momento tan crítico, podría decir algo desfavorable a su familia y para entonces, todo se vendría abajo.

Estando al lado de la ventana, Santiago miró abajo pero no pudo distinguir bien lo que estaba pasando ahí.

Después de una inmóvil observación, Santiago dijo,

—No te preocupes, papá, no lo hará.

Si no lo hubiera mencionado Alexander, nunca habría pensado en tal traición, porque tenía confianza absoluta en ella y la creía por intuición.

Lidiando por mucho tiempo con los periodistas sin que llegara nadie ayudándola, Vanesa suspiró en silencio y seguía manteniéndose tranquila ante ellos. Hasta que nada se les ocurriría a los periodistas, éstos empezaron a dispersarse poco a poco.

Entonces Vanesa dijo,

—Supongo que ustedes estarán cansados ya, terminamos hasta aquí, ¿vale? Ya les expliqué casi todo, nada más quieren añadir, váyanse a descansar. Ha sido un día duro para todos.

Los periodistas echaron a reír escuchando sus palabras. Esperaban afuera casi por una mañana entera y nada información importante consiguieron.

Vanesa levantó las manos agitando,

—Ya llega el mediodía que ahora sale un calientísimo sol, dispérsense todos, si de repente recuerdan algo más, podrán volver por la tarde que será más fresca.

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