Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 184

Tras un receso breve, Erick volvió para cantar otra canción lírica. La música era muy baja y suave, casi no se escuchaba. En cuanto sonó su voz, el bar enmudeció de repente.

Las luces se atenuaban, y Erick, sentado bajo los faros brillantes, con los replandores a su alrededor se veía como una estrella.

Vanesa estaba mirándolo con la barbilla apoyada en su mano. Erick miró hacia ella en medio de la canción, así las vistas se encontraron, y los dos se sonrieron.

Después de un rato, Vanesa abrió la cerveza y pidió unas tapas. Después de acabar con una botella, no se sintió satisfecha, así que abrió la segunda botella.

Había seguidores de Erick en el bar, quienes envió al camarero a comprar flores para regalárselas.

Vanesa se recostó en su silla sonriente

«Erick debería estar muy acostumbrado a tal admiración que tienen a sí mismo».

Erick recibió las flores, las colcó a sus pies y continuó cantando.

La vista de Vanesa, sin embargo, se fijó en esas flores; nunca había recibido flores en toda su vida. Además, antes de casarse con Santiago, nunca había estado enamorada, ni haber tenido experiencia de tomar la mano de un chico. Incluso, esta pobrecita hasta ahora no había tomado la mano de Santiago. Ella sentía por él, pero todos sus esfuerzos por conmoverlo habían sido en vano.

Vanesa mantenía sonrisa en su rostro, pero su corazón no sentía nada más que frustración.

«¡Qué bien! Ahora que estoy divorciada, soy libre. Mi corazón roto merece la reparación con el amor de otros hombres. Santiago, me importa una mierda. ¡Que se vaya con esa zorra!»

La segunda botella tampoco conseguió emborracharla. Ella necesitaba desahogarse bebiendo, por lo cual pidió dos cervezas más al camarero.

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