Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 346

Lidia también muy atareada por un proyecto importante. Terminaba el trabajo tarde todos los días.

Está lloviendo afuera hoy.

Después de salir de la oficina, se desperezaba alargando los abrazos y luego salió al garaje para sacar el coche. Pero en el camino, se dio cuenta de que alguien estaba siguiéndola. Se puso asustada y aceleraba sus pasos hacia el sitio que aparcaba el coche. No se atrevía a mirar hacia atrás.

No había nadie en el garaje ahora, solo podían escuchar el sonido de pasos de los dos.

Hombre con gorra de pato negra se acercaba cada vez más a ella. Se volvió más nerviosa mientras se temblaron las manos.

Pero de repente el sonido de paso de aquel hombre desapareció.

Lidia miró hacia atrás, suspiró profundamente, y luego caminó hacia su coche. Al abrir la puerta del coche, de pronto alguien topó su boca con pañuelo, la metió en el coche

—¡Socorro!¡Socorro!

El hombre se apresuraba a sacar una pistola y la apuntó.

—¡Cállate!¡Perra! No te dañaré si no gritas.

Al escuchar la advertencia, se quedó en silencio de inmediato pero se cubrió unos sudores finos en su frente mientras temblaba todo su cuerpo.

Cuando el hombre preparó conducir, Lidia recordó algo al ver la cara de ese hombre.

Era Darío Carvallo, el jefe de Grupo Antolin. Lidia lo había visto en Internet y sabía que su empresa ya quebró por la venganza de Santiago. Solo una noche, una presidente poderoso se convirtió en un pobre. No le quedó nada.

Un rato después, se obligaba a calmarse, luego preguntó en voz baja y temblosa,

—¿Qué quieres hacer?¿A dónde me llevas?

—Lo sabrás muy pronto. No te preocupes, si no juegas trucos, no voy a hacerte nada. Mi objetivo no eres tú, sino Santiago. Ese bastardo, me hizo caer en su trampa. Mi empresa quebró, mi mujer escapó con mi hijo. La policía está buscándome. Ahora me quedó nada, ¡Yo dejaré a Santiago pagar todo por eso!

—Pero eso no tiene nada que ver conmigo. ¿Por qué me secuestras?

—He estado esperando cerca de su compañía estos días, pero él no ha aparecido. Debo usarte para sacarlo.

—¿Usarme para sacarlo? Creo que te equivocó. Soy nadie para Santiago, no vendrá por mí.

—¡Mentira! Lo he dijo que no juegues trucos. Siempre apareces con ese cabrón en periódico. Incluso paparazzi tomaron muchas fotos. ¿Crees que soy tonto?

Cuando escuchó lo que dijo Darío, se puso nerviosa otra vez y apresuró a negar

—Son falsas las noticias, todo eso no es verdad.

De repente, el hombre que estaba conduciendo agarró su pelo con una mano fuertemente.

—¡Puta! Ya he dicho que no me mientas. Solo creo en lo que veo.

Debido al agarre de Darío, el rostro de Lidia torció por el dolor.

—No te miento. Lo que dije es verdad. Santiago no me ama. Para él, soy nada más que socios. ¿Recuerda Vanesa, la ex esposa de Santiago? Esa mujer es su amor, fue ella quien ayudó a Santiago en ese viaje de Sanya, ¿no? Así que no servirá nada si me secuestras.

Darío de repente detuvo el coche después de escuchar sus palabras. Lidia tenía mucha miedo y no sabía qué iba a hacer.

Cuando ella estaba pensando cómo escapar, el hombre estranguló el cuello de Lidia.

—Los dos ya se divorciaron. Es imposible que esa mujer sea su amor. Estás excavando tu propia tumba.

—Sueltame...suel...puedo... ayudarte.

Lidia casi iba a ahogarse, pero el hombre detuvo después de escuchar sus palabras.

Al soltar la mano, Lidia no dejaba de toser.

—¿Cómo vas a ayudarme? —dijo Daría.

—Si Santiago me amara, ¿Por qué se casa conmigo después del divorcio de inmediato? Así que créeme. Vanesa es realmente importante para Santiago —Lidia dijo mientras tocaba su cuello y luego continuó,

—Puedo llevarte a su casa. Y finjo llamar a abrir la puerta, cuando ella abre la puerta, puedes atraparla.

Viendo a ese hombre vacilar, Lidia se apresuró a decir,

—En realidad, también odio mucho a Santiago, ese cabrón canceló el comprometido sin tener cuenta en mi reputación y mi sentimiento, hizo convertirme en una broma del todo el mundo. Así que también quiero que pague por esto.