Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 45

En realidad, este asunto no era difícil de entender.

Aunque Vanesa no estaba en su círculo del negocio, había oído hablar los trucos en este oficio. Porque a veces la señora Erika hablaba sobre asuntos del negocio en la mesa cuando estaba en la familia Icaza antes. Todo tipo de conspiraciones y trucos ella los había escuchado mucho así que podía entender lo que decía Santiago.

—¿Quieren chantajearte por lo que pasó anoche? Aún no saben que estamos divorciados, así que ¿quisiste afirmar que lo que hicimos ayer era legal y moral?

—Sí, así es, tal vez ya han revisado las cámaras de vigilancia.

En esa cena, Santiago podía considerarse como el protagonista. Si de repente desapareció, seguro que fueron a ver las cámaras. Y en las cámaras, se le veía Vanesa. Por eso, la excusa que usó Santiago era perfecta pues no sabían que, los dos en realidad estaban divorciados.

Vanesa pensó por un momento.

—Entonces, ¿qué quieres?

Adam se acercó y se quedó junto a la puerta. Había estado escuchando la conversación de los dos.

Ahora que escuchó la pregunta de Vanesa, directamente intervino la conversación,

—Ahora no sabían que estáis divorciados. En este punto, no importa cuál sea la razón del divorcio, se convertirá en combustible para nuestros enemigos. Así que tienen que mantener la imagen de una pareja enamorada por ahora.

Además, lo de tener relaciones sexuales después de haberse divorciado realmente no es favorable para la reputación del jefe .

Vanesa miró a Santiago cuando escuchó las palabras de Adam.

—Casi así —Santiago asintió.

Sin esperar a que Vanesa hablase, Santiago continuó,

—Pero tranquila, cuando el momento sea adecuado, encontraré la oportunidad de anunciarlo al público. La razón del divorcio lo decides tú, y si todo saldrá bien durante este tiempo de cooperación. Puedes decirme las condiciones.

Cuando Vanesa lo escuchó, sus labios se curvaron.

—Así que durante el tiempo que coopere contigo, ¿tengo que quedarme contigo?

Santiago volvió a fruncir el ceño.

—Más o menos es eso.

En realidad, no estaba muy seguro de qué iba a hacer Vanesa a continuación. Si César no hacía nada, no necesitaría la ayuda de Vanesa en realidad, y mucho menos necesitaría que Vanesa se quedara a su lado todo el rato. Mientras no se notase que la relación entre los dos había cambiado, estaría bien.

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