Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 89

—Lo siento —dijo Santiago después de dio un suspiro.

Él nunca había conocido al abuelo de Vanesa, pero había oído a su propio abuelo mencionarlo. Los dos ancianos tenían una amistad de toda la vida, y si no hubiera sido por esta razón, su abuelo no se habría propuesto casarse con Vanesa.

—Olvídalo. La comida ya está lista, recuerda bajar a comer más tarde.

Después de que Vanesa asintiera, él se fue.

Vanesa esperó un rato antes de cerrar la puerta.

Cuando Santiago le tocó la puerta, ella estaba jugando videojuegos con su celular. Pero en este momento, su celular se quedó en la cama. Sin duda alguna, había perdido el partido.

Recogió su teléfono y salió del juego, luego se sentó en el borde de la cama y miró hacia fuera.

¡Vaya aburrimiento! A ella no le gustaba nada vivir en la casa de la familia Icaza, así como la gente de aquí. Estos tampoco tenían cariño hacia ella.

Era una tortura para ella ver a las personas que no le cayeran bien todos los días.

Vanesa se puso a pensar, frotando las manos de un lado a otro en los regazos,

«Ahora soy tan rica, ¿por qué tengo que llevar una vida tan asfixiante? »

Tenía que divertirse. De lo contrario sería una pena coger tanto dinero y seguir viviendo la misma vida que antes. Vanesa se lamió los labios, pero la forma de divertirse seguía siendo una cuestión que había que estudiar.

No sabía cómo divertirse igual que los ricos, porque había llevado una vida muy pobre. Se quedó realmente abrumada después de una transformación tan repetina.

Mientras tanto, Santiago estaba en el estudio con Diana, Erika y su papá Alexander. Les había contado lo sucedido durante su viaje de negocios hacía un rato.

Alexander tenía una expresión seria, pero no mencionó cómo era Vanesa, sólo preguntó a Sanriago,

—¿Cómo puedes haber caído en la trampa así?

—Fue mi negligencia, no había esperado que esa personas fueran tan viles.—le respondió Santiago sin expresión.

Alexander era un veterano en el campo comercial, por lo cual eso no le resultó ninguna novedad.

—¿El Grupo Antolin sigue en contacto contigo? —le preguntó Diana que estaba a su lado.

—Sí, hoy intentó contactarme por llamda, pero no la respondí —asintió Santiago.

El que hiciera intrigas incluso cuando la premisa de la cooperación era todavía buena, sería una persona despreciable. Se podía imaginar lo bastante de su bajeza. No se sabía lo que pudiera hacer después.

—Vale, actualmente Vanesa se quede aquí en esta etapa para evitar que vuestro divorcio salga a la luz y produja más escándalos que dañen nuestra familia —dijo Diana.

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