BUENA:
Pasé el día pegada a mis padres, mi hermano y Cera, intenté acercarme a Malon, pero este estaba consolando a su madre junto a su padre que estaba algo conmocionada así que lo dejé para no molestar.
Para la hora de la tarde nos trajeron un poco de comida que parecía sobras.
Todos comimos una pequeña porción… Era mejor que nada… Aunque estuviera muy mala.
Las puertas son abiertas y el lobo qué siempre estaba junto al alfa entra mirándonos a todos de manera seria.
—Tú sígueme.
Dice señalándome.
—¿Y…yo…?
Pregunto nerviosa.
—Si, a tí princesita.
Dice con brusquedad y me coloco de pie para seguirle.
Observo a mis padres y hermano que me miran con tristeza, pero me lleno de valor y le sigo.
Caminamos por un largo pasillo hasta llegar a una habitación con montañas de ropas.
—Tú primera tarea será lavar toda esta ropa, no volverás a la celda hasta que termines y dejes todo bien limpio, el alfa revisará qué todo esté bien ¿Entendiste?
Me pregunta con voz neutra y asiento varias veces con algo de miedo.
El lobo asiente suspirando, pero antes de marcharse lo detengo.
—E… Espera…
Hablo y se detiene mirándome por encima del hombro.
—¿Me podrías decir como hacerlo?
Pregunto mientras muerdo mis labios con nervios.
¿—Disculpa?
—Nunca… he hecho algo como esto… Así…
—Mandaré a alguien para que te enseñe.
Dice y se marcha.
Mientras una de las jóvenes del servicio le enseña a Buena como lavar la ropa, el alfa bebe unos de los licores más fuertes en su oficina.
—¿Hiciste lo que te dije?
Le pregunta a Gerson y este asiente.
—Así es… Pero tuve que mandar a una de las de servicio para que le enseñe… A simple vista se nota que no sabe hacer nada.
—Bien, puedes retirarte.
Dice tomando más licor.
—Lucían… ¿Crees que esa chica haya matado a la luna? Se nota demasiado…
—No puedes confiar en nadie Gerson, muchas veces las apariencias engañan… Puedes retirarte, quiero estar sólo.
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