BUENA:
Camino detrás del alfa con las rodillas temblando de miedo y nervios.
Miro su ancha espalda qué tiene el triple del mío y ni hablar de su tamaño es bastante alto... Su largo cabello desordenado lo hace ver muy guapo...
Caminamos por unos interminables pasillos mientras no dejaba de mirar su espalda y redondo trasero... Siento mi cara caliente por estar mirando cosas que no debía así que dirijo mi vista a otro lugar que no sea su cuerpo.
Llegamos a un enorme salón con varios platos, vasos y utensilios de cocina.
—De hoy en adelante te encargaras de todos los platos vasos y utensilios de cocina, tienen que estar inpecable y si rompes unos de ellos pagarás con veinte latigazos ¿Quedó claro?
Su gruesa voz retumba las paredes y su mirada de odio me asfixia.
—Si alfa.
Digo bajando la cabeza y con la voz inaudible.
—Bién, por igual te encargaras de todas las ropas, si alguna queda sucia… También pagarás con latigazos, el agua la cargarás tu misma del lago para hacer tus oficios ¿Entendiste?
—Si alfa.
Vuelvo a decir, mientras mi cabeza permanece bajada.
Escucho como los pasos del alfa va hacía la puerta así que lo detengo… Desde esta mañana tomé una decisión y voy a cumplirla.
—¿Puedo hablar con usted alfa?
Hablo sin levantar la cabeza.
—¿Qué quieres?
Me pregunta de manera brusca.
—Quiero… Quiero asumir la culpa de todo mi pueblo, ellos son inocentes y la única culpable soy yo… Así que le ruego que por favor los deje ir y castigarme a mí.
Hablo mientras me arrodillo frente a él.
Lucían la mira frunciendo el ceño y se pregunta si esta chica es tonta o estúpida.
—¿Tienes idea de lo que significa asumir la culpa?
—Si alfa, con tal de que mi gente esté a salvo asumiré toda la responsabilidad.
Hablo fingiendo seguridad, por que la verdad me siento aterrada.
Levanto la mirada un poco y puedo ver perfectamente su sonrisa maliciosa.
—La respuesta será no, por tu culpa todo tu pueblo pagará al igual que tú, o de la peor forma.
Dice y siento un escalofrío recorrer mi cuerpo por completo.
—Por... Por... Favor... Se lo ruego.
Hablo inaudible con lágrimas en los ojos.
—¿Tienes problemas para escuchar? Acabé de decir que no los dejaré ir, espero que te quede claro humana.
Dice gruñendo muy fuerte y me asusto al escuchar ese sonido.
Levanto la mirada y está muy cerca de mí así que nuevamente baja la cabeza... Me irá a matar ¿Este será mi fin?
El alfa se agacha ante mí y con sus manos convertidas en garra toma mi mentón con fuerza.
—No te creas mucho por que te he dejado con vida humana, tú sóla presencia me da asco, solo estás viva porque haré de tu vida un infierno y desearás no haber existido, te arrepentirás el haberle quitado la vida a MI luna y luego de eso voy a matarte como la escoria qué eres.
Sus garras se estaban encajando en mi piel mientras su mirada gris no se despegaban de mis ojos
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