Capítulo 58
Al contestar el teléfono, una voz familiar llegó desde el otro lado.
“¿Hola, Selena?”
Selena se rio suavemente y respondió: “Hola, abuela Elisa, buenas tardes.”
“Mmm, hola. ¿Ya almorzaste?”
Selena olió el aroma de la carne en la sala, sin sentir hambre.
“Acabo determinar.”
“Ay, qué lástima, quería invitarte a almorzar.”
“Lo siento, abuela Elisa.”
“No importa, podemos hacerlo otra vez. Selena, ¿quieres acompañarme de compras?
Selena se sorprendió un poco.
“Abuela, no has tomado la siesta y además, ir de compras es cansado, ¿estás segura…?”
Selena no había terminado de hablar cuando escuchó a la anciana suspirar al otro lado, su voz sonaba resignada.
“Hace mucho tiempo que nadie me acompaña de compras, desde que estoy en silla de ruedas, incluso perdí el gusto por ir de compras, qué triste…”
“Abuela, yo te acompaño.”
“¡Ay! Qué buena niña. Nos vemos en Plaza Plata.”
“Está bien, jentendido!”
Plaza Plata era un gran centro comercial en el centro de la ciudad.
Parques, fuentes, cines, tiendas, sin duda era un lugar próspero.
Con gran afluencia de público y densidad de población, el flujo de clientes del centro comercial Nuevo Mundo era alto.
El centro comercial tenía varias marcas de lujo, marcas internacionales y tiendas especializadas en productos de lujo.
También era un lugar frecuentado por los hijos de las personas ricas de la ciudad.
Este centro comercial también formaba parte del grupo Terrén.
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