La Dama de los Sueños Dorados romance Capítulo 135

Era una tarde calurosa cuando Aarón descubrió el video que circulaba en las redes, y su orgullo se vio herido al instante. Ningún hombre podría soportar ver a la mujer que ama en esa situación, y menos alguien como él, conocido por su temperamento fuerte y orgulloso.

Verónica sintió su mundo tambalearse. Mientras que sus ojos, rojos e hinchados, no podían esconder el pánico que la consumía. Al cruzar la mirada con Ruth, las palabras de esta última cayeron como un golpe directo al corazón.

"Vero, esta vez te toca asumir las consecuencias. Después de esto, olvídate de Bruno y de esos escándalos. ¿Cómo crees que Santiago te va a aceptar en la familia después de esto?" Ruth estaba alineada con Luis, y ambos parecían estar de acuerdo en el destino de Verónica.

Las lágrimas de Verónica brotaron sin control diciendo: "Señora Hernández, yo..."

"No me vengas con que no puedes dejar a Bruno. Te lo digo claro, si no haces lo que te digo, no vas a ver ni un centavo." Ruth replicó con impaciencia.

Las palabras de Ruth la dejaron sin aliento, mientras una sombra de vergüenza se asomaba en sus ojos. Luis y Roberta intentaron persuadirla con promesas de dinero, respaldando la postura de Ruth. Todos estaban en el mismo bando en ese momento.

La humillación inundó el corazón de Verónica. Tantos años de esfuerzo y ambición para acabar así. ¡No podía aceptarlo!

Justo entonces, su teléfono sonó. Era el director del orfanato, y su instinto le dijo que se trataba de algo urgente. Con el corazón hecho cenizas, atendió la llamada, solo para escuchar la voz ansiosa del director.

Al escuchar eso, Verónica sintió una chispa de esperanza y dijo: "¿De verdad, director?"

César, el director, no pudo evitar sonreír. Quería lo mejor para sus niños, por eso dijo: "Claro que sí. Si puedes, ven rápido. Los Torres están involucrados en esto, y si los Torres se han ofrecido a ayudar, imagina lo importante que debe ser la familia."

Con el corazón acelerado, Verónica se olvidó de los demás en la sala de estar y les informó con emoción: "Roberta, el director dice que tengo que hacerme una prueba de paternidad. Necesito ir al orfanato ahora mismo."

Si resultaba ser la heredera perdida de una familia distinguida, ¿qué necesidad había de seguir suplicando la atención de los Moore? ¿Qué importancia tendrían Ariana y su familia entonces? Pronto sería a ella a quien todos mirarían con admiración.

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