La Dama de los Sueños Dorados romance Capítulo 187

Samuel ya llevaba tiempo con el corazón agitado, pero entre todas las mujeres que había conocido, ninguna se comparaba a Ariana.

"Bueno, voy a ceder un tres por ciento de ganancias, que sea como un regalo de compromiso para Ariana." Dijo Samuel.

Un tres por ciento significaba una ganancia de millones, sin embargo, para Luis eso no era suficiente, ya que Ariana, con su talento, seguramente le aportaría mucho más a la Alianza Atlántica de lo que ese porcentaje representaba.

"Por la directora más joven del Grupo de Inversión Borges debería ofrecer algo más que ese pequeño regalo de compromiso, ¿no crees, gerente Brown?"

Samuel maldijo internamente al viejo zorro, pensando que incluso estaba dispuesto a 'vender' a su hija.

Era como si estuviera poniendo un precio claro a la situación, pero Samuel estaba demasiado encantado con el rostro de Ariana, por lo que apretando los dientes dijo: "Cinco por ciento es lo máximo, gerente Moore. Además, todo el mundo habla de que Ariana ya no es la señorita de la familia Moore, ¿puedes decidir por ella? No parece una mujer que se deje llevar por la corriente."

Una sombra siniestra cruzó la mirada de Luis. Los Moore la habían criado durante tanto tiempo que un poco de sacrificio por su parte era lo mínimo esperado.

"Tengo mis métodos."

Incluso si tenía que atarla, aseguraría que Ariana terminara en la cama de Samuel.

¿Acaso Ariana creía que con anunciar públicamente su ruptura con los Moore ya estaba todo resuelto?

Lo que ella le debía a los Moore no se saldaría simplemente con un millón de dólares.

Luis sabía que debía hacerle entender que una mujer sin dinero ni poder jamás podría avanzar en Los Ángeles.

Para los Moore, aplastarla sería tan sencillo como a una hormiga.

"Gerente Brown, solo espere buenas noticias."

Samuel mostró una sonrisa amplia en su rostro regordete y tras intercambiar varios cumplidos, Luis se puso de pie para despedir al visitante.

Al llegar al salón, Samuel se encontró con Verónica.

Era bonita y tenía un aire de inocencia, pero era una lástima que perteneciera a los Moore y no pudiera ser objeto de sus juegos.

Pensando en Ariana, sintió un fuego crecer en su interior; ella era mucho más atractiva que Verónica y además, siendo la mejor de su clase, seguramente tendría un encanto especial en la intimidad.

Mientras tanto, Oliver no había recibido ninguna notificación de que Ariana había llegado a Brentwood.

Después de cenar con la familia Borges, Santiago insistió en que Oliver se quedara a dormir. Oliver frunció el ceño y aunque al principio se mostró reticente, terminó declinando la oferta.

Había planeado regresar a Brentwood, pero con un pesar en el corazón sintió que, de todas formas, no había nadie allí esperándolo. ¿Qué más daba si volvía o no?

Estacionó su auto en la calle y no pudo evitar fruncir el ceño. Era extraño, pensó. Antes de conocer a Ariana, nunca le había molestado volver solo a Brentwood, después de todo, así había sido durante años.

¿Por qué en ese momento que sabía que ella no estaba, le resultaba tan incómodo volver?

Justo en ese momento, su teléfono sonó y era Ángel, quien lo invitaba a encontrarse en un bar.

"Oliver, Charles Wilson también está aquí y quiere saber si tu pequeña Canary va a trabajar mañana. Está pensando en pasarse por el Grupo de Inversión Borges para encontrarse con ella por casualidad." Le dijo por el teléfono.

Oliver, que ya estaba de mal humor, respondió con frialdad: "Ella no va a ir."

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