Laura acababa de hablar cuando pareció notar a Inés a su lado, frunció los labios con impaciencia y preguntó: "¿Está tu hermano ahí adentro?"
Inés solo se desmoronaba frente a Ángel, pero en ese momento, frente a Laura, se mostraba mucho más segura: "¿Lo buscas para algo?"
Laura asintió, tardó un poco antes de soltar una risita y decir: "Lo nuestro no debería importarte. Inés, ya estás en edad de casarte, ¿no crees? Me parece que los Torres ya han estado preguntando por ti, ¿verdad?"
Habiendo dicho eso, volvió su mirada hacia Ariana y comentó: "He oído mucho tu nombre y al fin nos encontramos. Mejor ruega que no tengas nada que ver con lo de Anabel, porque los Rodríguez no te lo van a perdonar."
Laura estaba de mal humor debido a la desaparición de Anabel y más aún, estaba frente a la persona que menos soportaba, por lo que fue directo al grano.
"Esta noche otra vez estás en las noticias, tus fotos con Bruno están por todas partes y él dijo que suplicabas por volver con él."
Ariana frunció el ceño y cuestionó: "¿Qué fotos?"
Tan pronto como preguntó, recordó las imágenes que le habían tomado los reporteros durante el día y su rostro se puso pálido.
Al ver la expresión de Ariana, Laura sonrió con suficiencia y dijo: "Parece que ya sabes de qué fotos hablo."
Ariana se sentía casi a punto de vomitar y no podía creer que Bruno llegara a tal extremo.
Su pecho se agitaba con fuerza, pero su rostro permanecía imperturbable cuando habló: "Lo nuestro no debería importarte."
Le devolvió a Laura sus propias palabras.
Un destello de ira cruzó los ojos de Laura, quien soltó una risa fría y se marchó hacia el interior.
Ariana observó su silueta alejarse y le preguntó a Inés: "¿Ella y Anabel realmente son tan cercanas?"
"Supongo que sí."
Ariana recordó que alguien había entrado a su apartamento sin permiso, pero decidió no mencionarlo para no preocupar a nadie.
Se acercó al auto con Inés, quien al ver el vehículo, levantó una ceja y preguntó: "¿De Oliver?"
¿Oliver permitía que otros tocaran sus cosas?
Inés ya había dejado de intentar convencer a Ariana de que se alejara, pero en ese momento, al ver cómo Oliver parecía tener un trato especial con ella, se sentía aún más segura de su decisión.
El tono de Ángel era muy desagradable y mientras sostenía una copa de vino entre sus dedos, recordaba cómo Inés bebía de boca en boca con otro hombre, dijo: "El Señor Wilson aún te está esperando para una noche de pasión."
El rostro de Inés se puso pálido de inmediato y su agarre en el teléfono se apretó mientras indagaba: "Ángel, ¿realmente tienes que hacer esto?"
Ángel rio para sus adentros, encendió un cigarrillo con la cabeza gacha y dijo: "Tal vez esto es lo que más esperabas, ¿no? Después de tantos años conmigo, ambos estamos cansados y probar a alguien más también sería curioso."
Fue como una estocada al corazón.
"Inés, ¿o acaso te gusta que te coja?"
Ángel dio una calada, su actitud era extremadamente hostil.
Ya había salido de la habitación privada y en ese momento se apoyaba despreocupadamente contra la pared, con varios botones de su camisa desabrochados, mostrando su musculoso pecho, lo que le daba un aire salvaje.
Ángel soltó una risita irónica al recordar lo que había pasado la última vez en el baño de aquel salón privado. Inés se había enroscado en él como una enredadera sin huesos.
Durante años, Inés había estado siempre disponible para él, aunque de vez en cuando mostraba su carácter, la mayoría de las veces se dejaba querer y hacer lo que él quisiera, pero la verdad era que ya comenzaba a sentirse un poco hastiado.
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