LA ESTRELLA DE MI VIDA romance Capítulo 156

Cuando estaban almorzando, Isabella preguntó:

—¿Fuiste un soldado?

Gonzalo sonrió. Su identidad era un secreto inconfesable. Pero esta mujer que tenía delante lo había adivinado a la perfección. Sólo que tenía otra identidad que nadie más conocía, salvo el de arriba, ni siquiera su abuelo.

En ese momento, sonó el teléfono de Isabella.

—Gusti —dijo Isabella con su voz suave.

—¿Dónde estás?

—Estoy en la oficina de Gonzalo.

—¿Por qué estás allí?

—Me encontré con Yolanda, la viceministra, y me pidió que viniera a explicar a tu hermano el concepto de diseño de la oficina y tomar notas sobre lo que quería cambiar.

—¿Has comido ya?

—Sí, estoy comiendo,

—Cuando terminas, vete a casa

—De acuerdo.

—¿Qué te parece que te recogeré? Menos mal que luego pasaré por debajo del edificio del Grupo Navarro.

—¡Bien, de acuerdo!

Esta vez siguió siendo Gustavo quien colgó el teléfono primero, pero Isabella se alegró mucho.

—¿Gusti terminó su cita? —preguntó Gonzalo.

—¡Sí! Tengo que darme prisa. ¡Me recogerá más tarde y me llevará a casa con él!

De hecho, el abuelo había vigilado en secreto el trabajo de Gusti. Sabía que Gusti había firmado hoy mismo un contrato con el presidente del Grupo Secada, el padre de Abril. Sólo que no sabía exactamente qué tipo de contrato habían firmado.

Todo esto fue informado por Marcos Reyes, el asistente que le asignó su abuelo. El abuelo dijo que Gusti podría estar tramando algo y le dijo que se pusiera en guardia. Sin embargo, a Gonzalo no le importaba esto, porque no confiaba a nadie más que de Gusti.

Isabella acababa de terminar su almuerzo cuando Gustavo llegó a la oficina de Gonzalo.

Cuando Gustavo entró, antes de acercarse a Isabella, le saludó a su hermano y al ver las manchas en la boca de su mujer, sacó un pañuelo del bolsillo de su abrigo y se lo limpió suavemente. El corazón de Isabella se sentía dulce y ella no pudo evitar sonreír.

—Nos vamos —Gustavo tomó la mano de Isabella.

Y Gonzalo se despidió con indiferencia.

Isabella no había mirado a Gonzalo desde que Gustavo había entrado. Sus ojos, su corazón, estaban llenos de Gustavo.

Gonzalo sintió que le dolía el corazón como si se estuviera muriendo. Ella debía ser su mujer, había sido suya desde el principio, pero...

Ahora sólo podía ver que ella se convertía en la esposa de otro.

—¡Isabella, se acabó cocinar para mi hermano! —Gusti dijo con celo al salir del despacho.

—¿Qué? —Isabella se quedó atónita.

—Es mediodía y estás comiendo en el despacho. Él no sabe cocinar, ¿quién fue a cocinar sino tú? Me pondría celoso si cocinaras para mi hermano.

Capítulo 156: Ella ya tiene un amor 1

Capítulo 156: Ella ya tiene un amor 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: LA ESTRELLA DE MI VIDA