Estrella persiguió a Paulita enfadada y corrió rápidamente hasta el segundo piso en la habitación de los niños.
La pequeña ya se había subido a la cama infantil rosa, abrazada a un muñeco de Peppa Pig y encogida bajo las sábanas, llorando tristemente.
Estrella se acercó y se sentó en el borde de la cama, consoló a Paulita diciendo, -Antes, papá no asisitó a las actividades en la escuela, tal vez porque tuviera a tener algo muy importante que hacer, no llores, ¿Vale?
La pequeña levantó la manta con rabia y se sentó en la cama con ojos rojos, lastimosamente como un conejito abandonado, -¡A papá le gusta más el hermano que yo! ¡ ya no quiero a papá ahora!-
Es normal que entre los niños se comparen, pero es cierto que su padre fue demasiado parcial en este caso, y eso entristeció a Paulita.
Estrella extendió la mano, abrazó a la pequeña en sus brazos, levantó la mano para limpiarle tiernamente las lágrimas, y le dijo suavemente, -No llores más, ¿vale? Si sigues llorando, tus ojos se hincharán -.
-Estrella, papá es mía, ¿pero por qué papá prefiere a mi hermano?, ¿es porque soy traviesa?-
La pequeña frunció el ceño, angustiada y desconcertada, levantó su húmeda carita para mirar a Estrella. Al ver que Paulita era tan triste, Estrella se sintió más pesarosa.
¿Qué debería responder a la pregunta de la pequeña? ¿Diciéndole que era porque Dante era hijo de su padre?
Estrella solo tuvo que cambiar de tema e intentar desviar su atención, -Dijo papá que la próxima vez también iría a tu actividad en la escuela-.
-Eso es porque estoy enfadada por eso papá dijo así... -¡Tan pronto como Dante lo dijo, papá accedió a participar en sus actividades! Le pregunté a papá varias veces antes, pero nunca vino -.
Paulita parpadeando sus ojos, y se cayeron las lágrimas mirando a Estrella quien no sabía qué debería hacer.
La niña se sonó la y sentándose, diciendo lastimosamente, -El hermano tiene tía, papá, pero yo tengo ni mamá ni papá ......-
Al final de la frase, la pequeña estalló en lágrimas completas, sin poder cesar.
Estrella la tomó en sus brazos y acarició la cabecita de la pequeña, besando su blanca y lechosa frente hacia abajo y diciendo, -Ellos no te quieren, estoy aquí, te quiero-.
-Estrella... ¿es lo que más le duele a Paulita? ...-
-Bueno, lo que más quiero es Paulita, así que no llores, ¿vale?-
La pequeña lloró con fuerza, y después de que Adán diera un gran paso hacia arriba, sólo vio a la pequeña llorando con un puñado de mocos y lágrimas, por lo que no pudo evitar fruncir el ceño.
-Paulita,no quiero decir eso, por supuesto que la favorita de papá eres tú-.
La pequeña enfadada, resoplando y encogiéndose en los brazos de Estrella, -¡ Ya no quiero a papá, papá vete!-.
Antes, Adán no iba a las actividades de Paulita porque su padre, Roberto quiere asisitirlas cada vez. Paulita es linda y obediente por eso su abuelo le mimaba mucho, el anciano tenía ganas de cuidar de su nieta, además, Adán estaba muy ocupado, así que después de que Paulita podía caminar y hablar con más fluidez, dejaba a su hija a su abuelo para que la cuidara.
Este anciano, retirado del distrito militar, sólo hace tres cosas en casa todos los días, criar peces y jugar al ajedrez con su nieta, llevando a menudo su nieta a visitar las casas de sus camaradas.
Pero Adán no esperaba que diera a Paulita la ilusión de carecer de amor paternal.
Después de eso, el anciano se disfrutó cuidar a su nieta y se negó a dejarlo, antes de que e cediera gradualmente esta tarea.
La boquita de Paulita se aplanó y su cuerpecito se lanzó a los brazos de Adán, -¡Papá, te quiero, lo que dije hace un momento solo es para enfadarse contigo!-.
Adán sonrió con ternura mientras sostenía a la pequeña con fuerza en sus brazos, bajó la cabeza y besó su pequeña frente, diciendo en voz baja, -Papá siempre te querrá-.
Estrella observó esta escena, y de alguna manera, su corazón se derrumbó en la arena y se ablandó hasta los huesos.
La niña se sonó, la carita sucia se frotó contra la cara bonita de Adán, dando un buen beso grande, la manita se abrazó de nuevo al cuello de Estrella, dando un beso.
Paulita miró con ojos de satisfacción a los dos adultos, -¡Papá, no quiero dormir sola esta noche, quiero dormir contigo y con Estrella y tengo que dormir en el centro-.
Los ojos oscuros de Adán estaban aturdidos, -Paulita, la cama y el edredón de papá no son lo suficientemente grandes para dormir-.
Por el contrario, la niña es inteligente, curvando sus grandes ojos y sonriendo, -soy muy pequeña y diminuta, es suficiente para dormir!-
Estrella está de acuerdo, si Paulita durmiendo en el medio, este hombre no la molestará y luego diría que ella está seduciéndolo.
-¡Paulita es tan triste esta noche, no le niegues!- Estrella diciendo.
El rostro del hombre se cambió al mirarla.
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