La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 106

Habían pasado unos meses y la situación de Sasha no mejoraba, Jacob sentía que jamás regresaría Sasha, habían hecho de todo para ayudarla, pero al parecer ella no tenía deseos de salir de ese túnel oscuro en el que se había metido, ella sólo fingía sonreír y decía que todo estaba bien, o los días malos les gritaba que la dejaran en paz que ellos no la entendían, a mamá le partía el corazón, porque ella sabía lo que era perder a los bebés y Sasha no quería escucharla, Jacob aunque quería ayudarla no sabía cómo, era al único que no le gritaba y con el único con el que a veces hablaba, había días en los que parecía que regresaría su pequeña Sasha, pero al siguiente todo volvía a lo de siempre.

Sasha se había despertado de una pesadilla sólo para darse cuenta de que estaba sola, Jacob aún no llegaba a casa, eso la hizo preocuparse un poco y luego pensó que tal vez ella había dormido de más, así que se fue al baño después de hacer sus necesidades, regresó a la cama, pero le parecía que afuera estaba muy oscuro, y se incorporó, miró la hora y era la una de la mañana, se sentó en la orilla de la cama, y cuando estaba por llamar a Jacob, la puerta se abrió y al entrar Jacob encendió la luz, y cuando vio a Sasha, se asustó.

—Amor ¿qué haces despierta? ¿Te sientes mal?

—Tuve una pesadilla... ¿Por qué llegas a esta hora?

Jacob sabía que había despertado un poco el interés en Sasha, y al verla supo que estaba preocupada.

—Una reunión por vídeo llamada, el cliente no tuvo noción del tiempo y se le olvidó que tenemos horario diferente —se acercó a Sasha y la besó en los labios, Sasha correspondió y no había rastros de alcohol, o quizá era porque se había cepillado los dientes antes.

—No deberías de trabajar tan tarde. ¿Por qué no tomas unas horas por la mañana para que recuperes las horas perdidas de sueño?

—Está bien, lo haré.

Sasha se acostó y esperó a que Jacob se diera un baño, se metiera a la cama, siendo esta vez Sasha quien lo abrazara.

—Quiero hacer el amor, Jacob.

—Es tarde, amor, será mejor que descanses —dijo Jacob abrazándola, el rechazo de Jacob dejó inconforme a Sasha.

—¿Ya no quieres hacer el amor conmigo?

Jacob cerró los ojos y dio un suspiro:

—No es eso, amor, ambos sabemos que cuando te despiertes mañana, vas a llorar, porque hicimos el amor, sólo descansa ¿sí?

—No voy a llorar, te lo prometo —dijo Sasha y se le quebró la voz, lo que causó que a Jacob se le partiera el corazón al escucharla, y aunque él sabía que Sasha era como una adicta que suplicaba por más droga, sólo que Sasha no se drogaba, sino que al día siguiente de que hicieran el amor ella empezaría a llorar justo en cuanto despertara, ya le había hecho esa promesa antes y sabía que no la cumplía, pero no podía negarse.

—No llores, cariño, haremos el amor como quieres, pero no llores, sabes que me partes no sólo el corazón sino el alma cuando lloras.

Jacob la besó, Sasha correspondió y subió la pierna a la cadera de Jacob y metió la mano en la camisa de la pijama, Jacob le besó el cuello y bajó despacio, la movió para dejarla debajo de él aunque Jacob siempre le hacía el amor con ternura, esa noche Sasha sintió diferente a Jacob, no sabía porqué, pero ella así lo sentía, cuando estaba a punto de ir por el preservativo, Sasha lo detuvo.

—¿Para qué usarlo si sabemos que no quedaré embarazada?

—No digas eso, amor, pero lo haremos como tú quieras.

Jacob la besó y comenzó a penetrarla, Sasha no sabía porqué, pero aún seguía sintiendo que Jacob se sentía diferente, hacer el amor con él esa noche se sentía diferente, pero no dejó que eso la afectará, hicieron el amor hasta que los dos llegaron al orgasmo y Jacob no insistió para un segundo Roun, la abrazó y dio pequeñas caricias, él fingió dormirse y se decía que no importaba, que era sólo su imaginación, que deseaba como hacerla pelear con su amado Jacob, al final se quedó dormida.

Por la mañana ella se despertó primero y tenía tantas ganas de llorar, pero esa mañana se decía a sí misma que no debía de llorar, no había porqué llorar si ella estaba en brazos del hombre que la amaba, le hacía el amor con amor porque la amaba, cuando Jacob despertó la vio con los ojos un poco llorosos y dio un suspiro, porque sabía que no debía haberle hecho el amor cuando regresó, Jacob se levantó de la cama sin decir nada.

—No lloré —dijo Sasha y Jacob volteó a verla un poco sorprendido, porque Sasha le hablaba y no lo ignoraba como cada mañana.

—¿Qué?... —Jacob quería estar seguro de que no había escuchado mal y que efectivamente le habló.

—Que no lloré, cumplí mi promesa, no lloré.

—Mi amor —dijo Jacob y se abalanzó sobre ella y la llenó de besos, su emoción era tan grande que él empezó a llorar, porque esa era la primera mañana que ella le hablaba, pero Sasha comenzó a llorar al ver llorar a Jacob.

—Yo no lloré... tú eres el que llora —dijo entre llanto y Jacob sonrió, porque le echaba la culpa, lo cual era cierto

—Tienes razón, amor, ¿qué tal un baño juntos?

Sasha asintió y Jacob la tomó entre sus brazos, la llevó al baño, ambos tomaron una ducha juntos, y al salir Jacob escogió la ropa incluso la de Sasha, pero ella no quiso ponerse ropa y sólo sacó una pijama, Jacob dio un suspiro y se dijo que todo estaba bien, por lo menos esa mañana se le veía más animada que otros días.

Cuando Naomi entró con el desayuno, se sorprendió ver a Sasha sentada en el sillón por la mañana tan temprano, pero no dijo nada, sólo les entregó el desayuno y se fue, Sasha dejó de ver el jardín y miró a Jacob.

—¿Tienes mucho trabajo?

—Lo usual, ¿quieres que me quedé en casa hoy? —preguntó dejando de hacer el nudo en la corbata.

—¿Puedes?

Jacob se acercó a ella y tomó sus mejillas entre sus manos:

—Claro que puedo, cariño.

Ahora se daba cuenta de algo, Jacob no la llamaba pequeña y no sabía desde cuándo no lo hacía.

—Gracias.

—No me des las gracias, yo te amo y haría cualquier cosa incluso dejar de trabajar si es lo que quieres y necesitas.

—Quiero ver una película desayunando.

Jacob sonrió:

—Como tú quieras, amor.

Jacob la cargó y Sasha se acomodó en su cuello, cuando bajaban, miró a la señora Naomi y le pidió que llevara en desayuno a la sala de cine, en la sala acomodó a Sasha y puso la película que ella quería ver Mulán, le envió un mensaje a Benjamín que ese día no iría a la oficina, Sasha al comienzo de la película sólo comía la fruta, en una escena se puso a llorar y después se escuchó una pequeña risa de Sasha, la cual era como un coro de ángeles, la escena donde el caballo pisa a Mushu y dice "deshonrada tú, deshonrada tu familia, tu vaca", esa escena siempre la hacía reír, pero desde que entró en ese estado, nunca había reído, pero ese día parecía que realmente fue un buen día, pero a media película Jacob recibió una llamada, la cual colgó, pero al volver a llamar contestó.

—Diga.... —dio un suspiro después de escuchar lo que le dijo la otra persona y miró a Sasha a su lado—, cariño, tengo que contestar.

—Bien, ya por fin puede hacerse cargo del Buffet y la empresa sin tener que salir muy tarde de trabajar, y tiene un poco de tiempo para tener citas con Azul.

—Me alegro por ellos —la forma en que lo decía parecía que no estaba feliz como si se tratasen de extraños.

Jacob empezó a trabajar, recibó correos y la contestó y también mensajes de texto, los cuales contestó sólo algunos y otros los ignoraba, con el pasar del tiempo Jacob no se dio cuenta de que Sasha se había quedado dormida entre sus brazos hasta que se recargó en la silla y Sasha se recargó más de él, Jacob se paró con ella en brazos y la llevó a la habitación, después regresó por la laptop, trabajó desde el sillón junto a la ventana hasta que Naomi les llevó la comida, Sasha despertó al oler la comida, Jacob no tuvo que persuadirla para que comiera, Sasha lo hacía por voluntad, ya que por alguna razón su apetito regresó, lo que le daba gusto a Jacob y Naomi.

Los días siguientes Jacob trabajó desde casa por petición de Sasha aunque no había grandes cambios, pero Sasha se sentía inquieta, ya que Jacob recibía algunas llamadas con las cuales se alejaba para contestar y duraba hablando, ese día José fue a tomar muestras de sangre de Sasha.

—¿Cómo te has sentido estos días? —le preguntó José a Sasha mientras la miraba.

—Bien, Jacob ha trabajado desde casa y me siento bien.... pero supongo que te dijo Elisa lo de Jacob.

—Sí y estaba preocupada por ti —dijo sacando las cosas para la muestra de sangre.

—Lo siento.... por gritarles aquel día.

—Sabes que te perdonamos —colocó la liga en el brazo.

—¿Puedo... puedo hablarle?

José la miró y vio cómo Sasha tenía los ojos llorosos, y también notó que estaba pálida.

—No necesitas preguntar, sabes que puedes llamarnos cuando quieras..... Por cierto ¿sabías que estás muy pálida?

—Jacob me dijo que había bajado de peso.

—Quizá tienes anemia, pero me aseguraré de ello en cuanto tenga los resultados, te prescribiré vitaminas y por ahora ya sabes una dieta rica en nutrientes y vitaminas —José le sobó la mano y enseguida metió la aguja en la vena de Sasha, Sasha usualmente volteaba a otro lado, pero esta vez miró todo el proceso y miraba cómo se llenaban los francos de muestras de sangre, ese día fueron tres, José empacó todo.

—José...

—¿Qué pasa, te sientes mal?

Sasha asintió y dijo:

—¿Crees que Jacob se aburra de mí y me deje?

—Sashis, Jacob te ama con cada célula de su cuerpo, no digas eso —dijo José en un tono tranquilo y preocupado por Sasha—, ¿segura que no quieres tomar terapia?.

Al ver la duda en Sasha José continuó:

—Si sientes que Jacob no te ama, es porque realmente necesitas ayuda, mi Sashis, sabes que hay una línea de ayuda, no es necesario ir a un consultorio.

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