Jacob terminó tarde su trabajo, era inusual que fuera así si todo marchaba a la perfección, pero no podía concentrarse muy bien, al salir fue al restauran bar que iban cuando uno de ellos requería de algún consejo, y en ese mismo bar fue donde nació la idea de las siete colinas, Jacob llegó a eso de 7:30p.m., se dirigió hacia la mesa casi privada, ya que estaba en un rincón.
—Al fin llegas hombre —dijo Josué.
—Tenía demasiado trabajo —dijo Jacob mientras se sentaba.
—Joel nos reunió pero no dio detalles, ¿qué sucede, Jacob? —Gabriel no se quedó callado.
Jacob no respondió, sino que bebió la bebida que suponía que era la de él.
—Al General lo enloqueció una niña —dijo Joel y Jacob frunció las cejas.
—Estás equivocado.
—¿Entonces?
—Yo... el problema es que la llevó conociendo poco tiempo como podría... además hace casi dos meses que Sam se fue.
Josué entendió un poco la situación:
—¿Sientes que le eres infiel a Sam?
—Es ridículo pero sí, siento que aún le debo respeto a Sam.
—Dinos.. Sam ella ¿qué quería?. —preguntó Gabriel.
—Meterme a mujeres por los ojos —dijo en un suspiro Jacob.
—Si era así, supongo que ella estaría feliz con Sasha ¿no? o ¿es otra mujer? —Josué quería saber más antes de darle un consejo, y también puso a pensar a Jacob.
—No es otra mujer.... pero yo no quiero lastimarla... creo que podría romperla.
—Sasha es fuerte —dijo Joel—, dime algo, ¿acaso no has pensado cómo se mira con una pijama más sensual o quizá una que no oculte las curvas de su cuerpo?
Jacob bebió de nuevo, ya que ese era el problema que él tenía.
Josué miró a Jacob y sacó la conclusión:
—¿Así que ese es el problema? ¿desde cuándo la miras así?
—Nunca admito nada, Josué.
—No hace falta, te conozco buen como para leerte aunque estés serio... dinos desde cuándo.
—Desde el accidente... pero es que esa pijama no debería llamarse así...
—Ok, entonces no te es indiferente....
Jacob interrumpió antes de que siguiera con su reflexión Josué:
—No es el problema, el problema es que no me siento capas de prometerle amor a futuro... no me siento capas de amar de nuevo.
Lo tres hombres se miraron entre sí y luego Joel se animó a hablar:
—Pero son compatibles químicamente... digo, te atrae Sasha tanto que hoy no trabajaste como siempre lo haces.
—Sí.
—¿Qué hay de Sasha? —pregunto Gabriel.
—¿Qué hay con ella? —respondió Jacob con otra pregunta.
—Hombre, ¿qué siente ella por ti?.... las mujeres son más emocionales.
—No le dirá, si conozco a las chicas, de seguro la aconsejaron para que no dijera nada —concluyó Josué.
—No debí dejarla ir con ellas....
—Definitivamente... además creo que también Sam le debió de advertir sobre cómo te pones cuando alguien se te declara —este fue Gabriel quien ya había visto cómo Jacob con pocas palabras hacía llorar a las mujeres....
Los cuatro hombres estuvieron platicando por más de una hora hasta que llegaron a una conclusión, aunque Jacob estaba renuente a aceptar, al final terminó cediendo.
Mientras tanto, Sasha estaba un poco preocupada por Jacob, su mayor miedo era que llegara ahogado en alcohol, todo el día no podía dejar de pensar en lo raro que estaba Jacob, y como al medio día mandó decir que no llegaría a cenar, este sentimiento aumentó. Pasadas las nueve de la noche, Sasha se fue a dar un baño y recostarse, porque no dormiría a gusto hasta que Jacob llegara a casa, ya que estaba sola, se tomó su tiempo con una rutina de bella para hidratar el cuerpo después del baño, al salir se topó con Jacob que estaba sentado en la orilla de la cama.
—Jacob... qué... digo qué bueno que ya regresaste a casa —dijo nerviosa Sasha y se acomodaba mejor la bata de seda, Jacob miraba sus movimientos, y sobre todo que era la misma con la que la miró en su sueño.
—Sasha... —Jacob no sabía por dónde empezar, ya tenía las palabras para esta conversación, pero no sabía cómo usarlas. Al ver que Jacob se quedaba en silencio, se acercó.
—¿Qué sucede, Jacob? —preguntó preocupada.
—Nada... ¿qué sientes por mí, Sasha?
—Pensé que ya habíamos hablado sobre esto y había quedado claro ¿no?
—Sí, pero...
Sasha lo interrumpió ya que no quería seguir por ese camino:
—Me había estado preguntando donde habías puesto el anillo, y ahora sé que lo llevas muy cerca de tu corazón, me gusta ese lugar para el anillo.
Jacob llevó la mano de Sasha a sus labios y le besó los nudillos:
—Sasha.... Yo aún no estoy listo para dejarla ir.
—Lo sé.
—Pero de verdad quiero intentarlo contigo.
—Lo sé.
—Y Sasha, no sé si algún día podré ofrecerte amor de verdad.
—Lo sé.
Jacob sonrió:
—¿Me estás escuchando?
—Sí, te escuché.... Jacob si digo que te amo ¿qué harías?
—No lo sé... quizá te haría llorar, porque no puedo ofrecerte amor y te diría que busques a un buen hombre para que esté a tu lado.
—Jacob, y ¿si me fuera?
El mundo se le vino a Jacob al escuchar tres simples palabras "si me fuera". Jacob no estaba listo para una pregunta así, abrazó con fuerza a Sasha:
—Te llevarías mis ganas de vivir contigo, porque aunque quiero que seas feliz con alguien más, tú eres quien estos casi dos meses se volvió mi razón para volver a casa, la razón para sonreír....
Sasha ya no quiso escuchar más y por lo que besó a Jacob.
—Es todo lo que necesitaba saber... además si me sigues hablando así de bonito, me voy a enamorar mucho de ti.... y por ahora dejemos esto como deseo... también te deseo, Jacob, hágamoslo pero cuando estés bien sobrio, está noche no.
—Muy bien, sólo dormiremos esta noche... pero te toca abrazarme —Jacob parecía un niño pidiendo que lo abrazara. Sasha asintió.
—Está bien, esta noche yo te abrazo.
Jacob dejó de abrazar a Sasha para acostarse. En cuanto se acostó, Sasha puso su cabeza sobre el pecho de Jacob y lo abrazó.
—¿Así está bien?
—Es perfecto —Jacob también la abrazó después de apagar la luz. Sasha fue la primera en quedarse dormida, y Jacob tardó en dormirse por la promesa de Sasha, aunque Jacob pensaba que quizá Sasha sólo lo hizo porque pensaba que estaba borracho.
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