La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 39

Sasha había escuchado lo que gritó Jaime antes de cerrar la puerta y se escondió dentro del baño, lo que gritó Jaime hacía que se sintiera sucia, como una mujer que ningún hombre amaría, y se preguntaba qué pensaba Jacob sobre ella, si acaso él podría creerle a ella o a Jaime, hizo un juicio de ella misma antes y sentía que Jacob le partiría el corazón, de hecho ya lo sentía roto porque las lágrimas comenzaron a salir.

Después de darle la instrucción al guardia de la puerta que no volviera a dejar entrar a la empresa, Jacob entró en la oficina, al no ver a Sasha miró la puerta de la sala de descanso, esperaba que ella hubiera estado durmiendo y no escuchara lo que dijo Jaime, abrió la puerta y al ver la cama hecha, sabía que Sasha había escuchado y escuchar un sollozo fue la confirmación.

—Sasha, sal, sólo estoy yo —Jacob se sentó en la orilla de la cama y esperó a que saliera Sasha. Sasha salió después de limpiarse las lágrimas, pero Jacob vio que Sasha parecía tímida—. Ven aquí, vamos a hablar.

Sasha no levantó el rostro porque sentía que no tenía cara para ver a Jacob, se sentó a un lado de Jacob.

—Yo....

—Sasha, hay algo que debo decirte —Sasha volteó a mirar a Jacob y sólo imaginaba que este era el final de lo que tenían, y las lágrimas le llenaron los ojos y salieron sin que pudiera evitarlo. Cuando Jacob miró a Sasha llorar, se le partía el corazón, así que la cargó y la subió a sus piernas

—No llores, cariño, no me gusta verte así —decirle estas palabras a Sasha lo hizo acordarse de mí, que decía las mismas palabras cuando me veía llorar, y es que a Jacob sólo podía sentir empatía con las personas que él estimaba, pero con Sasha no sólo le partía el corazón sino que sentía el dolor hasta en el alma. Escuchar a Jacob llamarla cariño con tanta ternura al igual que las palabras que le había dicho, le hacía latir el corazón y a la vez se tranquilizaba.

—Te juro que nada de lo que dijo es cierto.

—Lo sé cariño.... y no sólo porque sé que jamás tuvieron relaciones sexuales cual tal, sino porque confío en ti.

Sasha miró con curiosidad a Jacob:

—¿Cómo lo sabes?

Sasha recordaba que aquel día fue en el departamento de Jaime.

—Mi niña, soy un hombre experimentado y puedo asegurar que fui yo quien realmente tomó tu virginidad.

Sasha recordó lo sucedido el viernes y luego el sábado y cómo Jacob decía que no quería lastimarla:

—¿Por qué no me lo dijiste?

—¿Cómo podría? si tú estabas segura de lo contrario.

Sasha se acomodó en el hombro de Jacob:

—Y si no hubiera sido así ¿confiarías en mí?

—Por supuesto —dijo Jacob sin dudarlo.

—¿Por qué?

—Porque en primer lugar eres muy transparente y una mujer que si quiere hacer el amor lo dice, y en segundo lugar tu madrastra y media hermana te quieren lejos de este edificio y lejos de la persona que te mantiene segura de ellas, así que como novio de media hermana, Jaime haría cualquier cosa para ayudarla.

Sasha se quedó más tranquila:

—¿Entonces yo te obligué?

Jacob se soltó riendo, la ronca risa de Jacob le gustaba mucho a Sasha y más porque casi siempre era ella quien la sacaba.

—Claro que no, me refiero a que jamás te hubiera tocado si tú no quisieras, hicimos... hacemos el amor porque así lo queremos ambos, y no porque sólo uno lo quiera.

Sasha sólo podía agradecer que Jacob fuera así y también me agradecía a mí que los quisiera juntos. Jacob se sentía el hombre perfecto a los ojos de Sasha aunque sabía que tenía defectos lo más importante era que él confiaba en ella y la cuidaba como si realmente la amara, pero sólo tenía el error de que Jacob no la amaba.

—Te creo —dijo al final Sasha. Jacob la abrazó más a él y besó la cabeza de Sasha, esta lo abrazó, el haber llorado la dejó agotada, Jacob se quedó así con ella hasta que se dio cuenta que se quedó dormida, con cuidado se puso de pie y la recostó en la cama.

Al salir de la sala Jacob miró a Elisa:

—¿Ella está bien?

—Ya está mejor, pasa las fotos de la madrastra y media hermana a seguridad, no quiero que perturban la paz de Sasha

—Sí señor —dijo Elisa y dejó una barra de chocolate en la mesa—, es para la señorita.

Salió de inmediato de la oficina.

Orlando no tardó en enterarse de lo sucedido más no de los detalles, se apresuró a ir a la oficina de Jacob al igual que el resto de la familia, mi madre no tocó la puerta, sólo entró dejando atrás a todos.

—Ella está durmiendo —dijo Jacob en cuanto miró a mi madre.

—Dime que no la miró.

—No lo hizo, pero Sasha escuchó las calumnias que dijo sobre ella, hice lo que pude para tranquilizarla, al final se quedó dormida.

—¿Es maldito, se atrevió a mancillar el nombre de mi hija? maldito desvergonzado —casi gritó mamá del coraje que le dio saberlo.

—Cálmate amor.... ya todo pasó y de seguro Jacob lo puso en su lugar.

—¡No puedo Ricardo! ¿Qué hubiera sucedido si esto pasa en algún lugar público?

—Sí, lo entiendo amor, pero debes de estar segura que si hubiera sucedido, yo mismo me encargaría de hacerles la vida imposible —dijo mi padre con seguridad, no era de ese tipo de personas, pero no permitiría que algo le sucediera algo a Sasha ni a ninguno de su familia.

—Y en eso te ayudaríamos, tío —dijo Joel tocando el hombro de papá. Joel pese a aparentar ser muy relajado y gracioso tiene un lado igual de vengativo que Jacob.

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