La Nueva Esposa de mi Marido (COMPLETA) romance Capítulo 4

Jacob y Sasha entraron en la casa en silencio hasta el estudio, Sasha estaba nerviosa por lo que le diría:

—Escuche, mi esposa tiene cáncer.

El corazón de Sasha latió rápido, y a la vez sintió como si se lo hubieran apretado, era un dolor inexplicable porque apenas la conocía, y le dolía quizá porque era una mujer joven aún.

—¿De qué tipo es?

—Leucemia crónica fase terminal, ella recibía tratamiento pero dejó de serle de ayuda, así que no lleva tratamiento, sólo debes vigilar que coma y ayudarla si algo sucede, la habitación de enseguida es una habitación médica, la cual fue hecha para cualquier emergencia que ella tenga y en lo que llega el médico, Samantha tiene los días contados, así que no importa lo que suceda, incluso si ella quiere sólo dormir me hablas de inmediato.

—Claro entiendo, no se preocupe, la cuidaré como si fuera de mi familia.

Al decir familia, Sasha solo se refería a su padre que siempre intentó protegerla y le daba cariño.

—Cuídala como si fueras tu misma, te di el empleo porque el día que estuviste aquí, le alegraste el día.

—Entiendo.... ella me agrada mucho, así que seré su sombra y también su mejor amiga.

Jacob medio-sonrió al escuchar a Sasha y también se quedaba más tranquilo de que Samantha tuviera compañía cuando él estaba trabajando, hacía tanto que no tenía un día de alegría que fue muy fugaz esa sonrisa.

Ramón le enseñó su habitación a Sasha, y Jacob fue a nuestra habitación donde yo descansaba, sabía que había salido por los sonidos del auto.

—¿Fuiste a la ciudad?

—Esa ciudad parece un pueblo, sabías.

—Sí, lo sé, aun así su población ya lo cataloga como ciudad.

—Eso no quita que parezca pueblo.

—Jacob, deja a Sasha en paz, ¿me oíste?

—No puedo porque la traje para ti.

Aunque me sentí feliz porque había todo por hacerme feliz, no sabía lo que había hecho para que Sasha aceptará venir a trabajar, pero no pude reprenderlo.

—Cariño, estás sangrando.

Dijo Jacob y pasé mi mano por la nariz, allí estaba el líquido rojo que empezaba a salir despacio. Sin embargo al instante empezó una gran hemorragia nasal, me pasó una toalla que siempre tenía preparada para estas coacciones, y la puse sobre mi nariz, me tomó en sus brazos y salimos de la habitación y le gritó a Sasha.

—SASHA, ¡¡LLAMA AL MEDICO!!

Sasha salió de la habitación casi de inmediato con el celular en la mano. Jacob corrió conmigo en sus brazos, y bajo rápido las escaleras hasta la habitación médica que había instalado y me puso en la cama.

—Llegará en unos minutos —dijo Sasha un poco alarmada.

—Bien, en lo que llega haz algo para detener la hemorragia.

—¿¡Qué!?.... es imposible que pueda hacer eso.

—¡Eres una inútil enfermera que no puede hacer eso! —Jacob le gritó en definitiva, tenía que averiguar cómo se comportaba Jacob.

—Como lo acaba de decir, soy enfermera no doctor que puede cauterizar las venas reventadas en la nariz —Sasha se acercó a mí aunque podía ver sus ojos llorosos—, voy a poner mis dedos en tu nariz, así que tendrás que respirar por la boca, me dices si en lugar de evitar que se acumule dentro se acumula de más.

Lo hizo aunque sentía el olor de la sangre, por lo menos no se iba a mi boca, unos diez minutos después llegó el médico que cauterizó dentro de mi nariz para dejar de sangrar e hizo equipo con Sasha para ponerme una transfusión de sangre después me quedé dormida.

—Doctor, Sasha debe de aprender a cauterizar a Samantha —el doctor no podía escuchar lo que oía incluida Sasha.

—No creo que sea buena idea, tengo un pulso realmente malo y podría ser contra producente —dijo nerviosa Sasha.

—Solo lo harás en caso de que el doctor tarde demasiado en llegar o no esté disponible.

Sasha y el doctor se miraron, porque nadie sabía qué pudiera suceder en el futuro y sólo sería por alguna emergencia, el doctor le dio la teoría a Sasha.

Cuando desperté era de noche, y la primera persona que no fue a Jacob me sonrió: —¿Cómo te sientes?

—He tenido días peores, así que me siento bien —le sonreí sintiendo como mis labios se agrietaban.

—Por fin despiertas, te traje un licuado de fresa.

—Gracias Sasha, pero no tengo hambre.

Jacob tosió para hacerse notar: —La próxima vez toque antes de entrar.

—Lo siento, no lo olvidaré.

Pensó Sasha poniendo mentalmente los ojos en blanco y yo sólo negué por lo que dijo Jacob. Sasha colocó la mesa para comida, y dejó el vaso con el licuado y uno con agua el cual bebí despacio.

—Samantha deberías sólo probar el licuado... —se acercó a mi oído—, lo demás haces que lo beba tu marido que tampoco cenó —me quito un ojo cuando se separó—. Me retiro, no creo que al señor Jacob le agrade que me quede con ustedes como si fuera el mal tercio.

Lo que dijo Sasha me hizo reír aunque Jacob se quedó serio y no dijo nada, Sasha se fue y nos dejó solos, aunque no quería probar el licuado lo hice, sabía bastante bien la verdad, pero mi condición era bastante mala que no tenía hambre: —Sabe rico, pruébalo.

—Es para ti, bébelo todo, cariño —Jacob, el cariñoso había vuelto conmigo.

—Pruébalo, después lo beberé todo por favor.

Le hice cara de perrito y él bebió sólo un pequeño sorbo: —Sí, está bien.

—Esa trampa dale un gran sorbo.

Hizo lo que le pedí y bebió un tercio del licuado: —Bien ahora te toca beberlo todo y no digas que no tienes hambre, cariño, por favor.

Hice lo que me pidió aunque tardé mucho para terminarlo, y mientras lo hacía, pensaba más seriamente en la vida de Jacob después de que yo partiera, no tenía a nadie de su familia cerca de él y sólo me tenía a mí, eso decía siempre.

—¿Jacob?

—¿Sí?

—¡Ah! Ya veo, lo comprendo, haz lo que tenías preparado para los demás y yo me encargo del de Samantha.... soy Sasha.

—Y yo Marcelo, un placer trabajar juntos.

Sasha y Marcelo se pusieron de acuerdo en cómo usarían la cocina y ambos hicieron los desayunos. Sasha subió con el mío, yo ya había despertado y en ese momento sólo pensaba en cómo hacer que una de las secretarias o asistentes lo engatusara a mi propio marido.

—Buenos días Samantha, está aquí el desayuno.

—Buenos días Sasha... No tengo apetito, gracias.

—Hoy no me harás lo mismo que anoche... mira, sólo será una crepa, yo misma hice todo hasta la mermelada.

—Vaya, tienes muchos atributos.

—Bueno, ser chef era mi sueño, así que cuando se te antoje algo, me dices y lo tendrás —me guiñó un ojo y sonreí.

—Sasha quiero saber cómo se expresan los empleados de Jacob... No está tan en problemas, sólo quiero saber.

Sasha al principio no quería contarme, pero después de negociar con la chepa me dijo lo que le dijo el chef, y también supe que mi preocupación no era infundada y debía hacer algo por Jacob.

Había pasado una semana desde que Sasha se convirtió en mi enfermera, la verdad ella era divertida y llenaba mis días de risas a pesar de esa tristeza que aún llevaba dentro, nunca me la mostró así que era una ignorante de eso.

—¿Qué tal hacer un día de karaoke? ya que hoy la lluvia no dejará que puedas estar en la ventana por mucho tiempo.

—¿Tú cantarás para mí? —la verdad no tenía ánimos de cantar pero podría soportar escuchar a alguien más cantar.

—Vale pero no se aceptan críticas —dijo y puso a mover los sofás de la sala y después se fue a la cocina y trajo tequileros y shots.

—Jajaja ¿te vas a poner a beber?

—No sólo la ambientación, y Marcelo prepara aguas de sabores y si queremos algo con sabor feo, creo que no algunos electrólitos.

Esta chica parece estar loca, pero me causaba gracia y me hacía olvidar que yo era un paciente terminal, Marcelo llegó con tres jarras de diferente sabor, limón, fresa y piña.

—Está todo listo, así que, aquí va la primera canción y será movida, y sólo seguiré a la cantante porque te haré un show.

Seleccionó la canción y en cuanto la escuché sabía que era Alejando de Lady Gaga.

Iknow that we are young

And I know that you may love me

But I just can't be with you like this anymore

Alejandro

La forma en que dejó esta estrofa fue muy sensual, tanto en su voz como en los movimientos de los labios y la lengua, eso me tenía viéndola sin apartar mis vistas de ella, y más por ese uniforme de enfermera que la hacía ver un poco atrevida, aunque su uniforme no es de falda sino de pantalón y filipina que la hizo un poco ajustada para remarcar sus curvas, me encantaba verla, si hubiera tenido hermanas me hubiera gustado que fueran como ella.

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