Emma Mark.
Después de la breve presentación seguimos caminando por la casa con una misma dirección, me ponía nerviosa caminar a su lado mientras toma mi cintura de esa forma tan posesiva, fuimos hasta la cochera y allí hay una colección de autos entre todos pude reconocer uno, un coche que me dejó horrorizada, frene mi caminar de forma brusca y él volteó a verme.
—No lo puedo creer —Murmuré —Cuando salí del local ¿Me seguiste?
—Si —Dijo sin más como si le hubiera preguntado una bobería —Te seguí hasta tu casa, era algo obvio ¿No? —¡Por Dios! Pensé
—Eres un maldito demente —Dije más que enojada y él con rapidez me atrajo hacia él con su brazo haciendo que choque con su cuerpo y con la otra mano agarró mi cuello haciendo presión en éste viéndome fijamente con una mirada llena de ardor.
—Sueltame no pue-do res-pirar Matthew —Al escuchar su nombre me soltó de golpe haciendo que chocara con el auto que estaba detrás de mí.
—Súbete —Sin dejar de mirarme con el rostro fruncido me abrió la puerta de una camioneta blanca que estaba detrás de él.
Me acerque a él un poco asustada, me tendió su mano y la tomé por miedo a rechazarlo, me ayudó a montarme en la camioneta, ya sentada cerró la puerta y dio la vuelta para empezar a manejar, en el camino no pare de ver por la ventana intentando saber dónde estoy y el se da cuenta.
—Estas en otro estado, nunca has venido aquí, no vas a reconocer nada —Dijo calmado sin voltear a verme, solo veía el camino.
—Mmm —Asentí aunque el no me mirara y seguí deje de ver la ventana el resto del camino mantenimiento la cabeza baja.
(...)
—Llegamos —Salí de mis pensamientos y miré por la ventana del auto ¿Qué hacemos en un centro comercial?
—¿Qué hacemos aquí? —Pregunté muy extrañada.
—Iremos de compras —Dijo muy sonriente como si fuera algo obvio, salió y acomodo su camisa y corbata, rodeo el carro y abrió mi puerta, yo aún no asimilaba lo que está haciendo y lo miraba con una mirada boba, me trajo a un lugar donde habrá muchas personas, vigilantes y hasta policías ¿Qué piensa hacer? ¿Se creerá intocable?
Me dio su mano para salir del auto y de inmediato muchas personas se acercaron a tirar fotos y hacer preguntas como ¿Es su nueva novia? ¿Es la afortunada que robó su corazón?¿Es su hermana? ¿Es cierto lo del contrato? En fin un sin número de preguntas en medio minuto,Me asusté.
Me aferró a él con fuerza, me tomó de su brazo, el me cubre de las cámaras y no puedo evitar sentirme avergonzada ¿Por qué piensan que soy su novia? ¿De dónde salien tantas personas? Rápidamente los hombres de Matthew apartaron a las personas, no me di cuenta que venían los perros falderos detrás de nosotros.
—¿Qué fue eso? –Pregunté entre asustada y asombrada.
Íbamos caminando rodeados de los guardaespaldas, mientras yo seguía pegada a su brazo y él me seguía protegiendo de las cámaras.
—Por favor intenta camina más derecha —Ordenó bajito susurrando en mi oído.
—Perdona pero lo más derecho que puedo caminar —Murmuré bajo y cerca de su oído, Ósea como quiere que camine "normal" cuando ha abusado de mi 2 veces sin compasión y con brutalidad absoluta.
impié la lágrima que rodó por mi mejilla, las personas juzgamos solo por ver, pero no nos damos cuenta de lo que pasa en realidad, sólo se enfocan a que una niña anda con un hombre mayor pero, no se enfocan en mi mirada en los golpes que resaltan en mi cara a pesar de tener maquillaje, no se fijan en mi desgracia solo les gusta alimentar su morbo.
Matthew tomo mi cintura posesivamente dando un beso en mi frente, me tomo por sorpresa y me dijo en un susurro "Te estás portando muy bien, mi amor".
Caminamos por el centro comercial otro rato hasta que salimos y a lo contrario de lo que pensé me moría por salir lejos de ese montón de personas, caminamos hasta la camioneta.
—Debes de tener mucha hambre —Dijo, asentí mientras él estaba abriéndome la puerta del coche brindándome su mano para ayudarme a entrar.
Entro las bolsas a los asientos de atrás y subió a la camioneta en el asiento del chófer, mientras yo me dispuse a ver por la ventanilla y un suspiro se escapó de mis labios, quiero volver a mi casa, a la escuela y noto algo, hablando de escuela en una semana empiezan los exámenes finales de fin de año no puedo reprobar a última hora, perdería el año, volteo a verlo y tomo valor para hablar mientras estamos saliendo del estacionamiento.
—Matthew —Me miró por unos micros segundos y volvió a mirar al frente, al camino.
—Yo eh, yo —Estaba jodidamente nerviosa y ¿Si se enoja y me golpea?
—¿Qué pasa? —Preguntó.
—Yo... —Respire profundo —Quiero seguir estudiando —Declare rápidamente e inmediatamente note como apretó el volante y podía escuchar su respiración acelerada.
—Respire profundo —Quiero seguir estudiando —Declare rápidamente e inmediatamente note como apretó el volante y podía escuchar su respiración acelerada.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La obsesión del CEO mafioso.