La Pequeña Prometida del Magnate romance Capítulo 3

Maritza bajó la voz y dijo: "Nofi, ¿podrías no anunciar nuestra boda por ahora? Todavía estoy estudiando y no quiero que en la escuela hablen a mis espaldas."

"Onofre respondió: "Claro que sí."-

"¡Gracias, Nofi, eres increíble!"

Onofre sacó una tarjeta, "en la tarjeta hay mil millones, la contraseña es tu cumpleaños."

Maritza se quedó boquiabierta, "¿Cómo sabe Nofi mi cumpleaños?"

Onofre esbozó una sonrisa, pensando que ella era una cazafortunas, pero resultó revelar su inocencia.

Él, siendo el antiguo heredero de los Gálvez, con un linaje lleno de gloria y honor.

Sin embargo, debido a un accidente que lo dejó sin movilidad en las piernas, tuvo que retirarse a vivir en Maxurin.

Si iba a casarse, por supuesto que se informaría bien sobre el pasado de Maritza.

Onofre tomó su mano, "De ahora en adelante serás mi esposa, y te daré todo lo que desees."

...

Onofre envió a alguien para llevar a Maritza de regreso a casa.

Maritza bajó del auto aturdida.

¿Así que se había casado así nomás?

¿No sería demasiado precipitado?

Ruperta vio a Maritza salir de un lujoso auto discreto, llevando puesta una prenda de la última moda.

Era una de esas que había visto en revistas, con solo cien unidades disponibles en todo el mundo, ¡incluso el dinero no podría comprarla!

Ruperta se acercó y preguntó, "¿Maritza, te están manteniendo eh?"

Había veces que cada vez que provocaba a Maritza, esta reaccionaba violentamente, insultando o luchando contra ella.

Los padres, al ver eso, solo despreciaban más a Maritza y querían más a Ruperta.

¿Había algo malo con Maritza hoy?

En la sala, su padre Mariano y su madre Amelia estaban presentes.

Amelia, al ver a Maritza, frunció el ceño: "¿Tienes cara para volver? ¿No ibas a huir de casa? ¡Pensé que no volverías! ¿Qué ropa es esa que llevas? ¿Qué estabas haciendo afuera? Si te atreves a hacer algo que manche el honor de nuestra familia, ¡mejor vuelve al campo!"

"¿No dijiste que si conseguía dos millones, no me casarías y me dejarías seguir estudiando?" Maritza dijo sin expresión alguna.

¡Ya había perdido toda esperanza en esta familia y en sus padres parciales!

Amelia rio con desdén: "¿Cuánto dinero puedes ganar? ¿Crees que con tus trabajos de medio tiempo podrás conseguir dos millones?"

Maritza no dijo nada más, simplemente dejó caer su mochila al suelo y comenzó a verter dinero.

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