_ ¡Hace cinco años!
_ ¡No me lo esperaba!
_ ¡Que te tendría tanto tiempo en mi corazón! Lamente cada día, que no podía acercarme a ti, por otras razones, pero siempre estuve, aunque no podías verme.
_ ¡Gracias de verdad!
_ ¡No hay porque, el que debería soy yo!
Mientras que la conversación seguía en pies, Katty miro el reloj, era tarde y no tendría suficiente tiempo para llegar a su casa y cambiarse.
_¡Mierda!
_¿Qué pasa?
_ ¡Hoy es la función de negocios, Y no tendré suficiente tiempo para ir a mi casa y cambiarme!
_¿Eso es lo que te preocupa?
_ ¿Claro y porque no?
_ ¡Lo había pensado antes, aquí tienes ropas!
_ ¿Ya habías pensado que estaría tarde para el trabajo?
_ ¡Si!
¿Será verdad que él lo había pensado o era solo uno de sus planes? La mente de katty daban vueltas en una nube de dudas. No había momento para discutir sobre la ropa, fue al baño y se tomó una ducha. Al salir de la ducha, Kelvin ya estaba vestido. «Maldito código de honor». Dijo Katty en su cabeza. Eran las mismas ropas. Katty no pudo decir más qué quedarse con la boca cerrada mientras mantiene las cejas arqueadas.
_ ¿Es en serio?
_¿Qué?
_ ¡La ropa!
_ ¡Bueno…! !! _ Y ella lo interrumpió.
_ ¡Código de honor, necesitas decirle al mundo que la pasaste conmigo!
_ ¡No!
_ ¡Cambiate de camisa!
_ ¡No es para tanto o sí!
_ ¡Tú eliges!
Era un más bien, no tienes opción, solo te la puedes cambiar. Con la cara que tenía Katty no había más remedio que ser un hombre sumiso. Lo que paso queda entre ambos. Con mala gana, Kelvin se cambió de camisa. Tal como lo pensó. “Ella no es tú ya” “Fue solo una noche de desenfreno y locura no lo malinterpretes”
Trague saliva y empece a escribir de nuevo. No sé, por qué, pero le hice caso sin ninguna pregunta. Eso pasa cuando eres consciente de las fechorías que haces. «Quien invento la culpa?» «pero no hice nada malo, no soy de él»
Lo malo, es que odio que me rete a algo. En cinco minutos le entregué un reporte bien redactado. Me seguía mirando con las cejas argüidas, lo juro luce como un sexy demonio. «Hay Katty concentrate»Como si esperara que le cuente algo, que sabe que de mi boca no saldrá ni una sola palabra. Con la cara llena de enfado me pidió un café.
_ ¡Cambiate de ropa, la función empieza en treinta minutos y no quiero ver esa ropa por ninguno de los lugares de aquí, entendiste!
Moví la cabeza, sin decir una palabra, Jack sabía todo, es como estar atrapada en una red y no sabes donde puedes correr, ni tampoco ir. Con los dedos me señalo, un conjunto que me compro. Un hermoso vestido corto con una chaqueta preciosa. Esto estaba claro, estos dos competían, y lo que más resultaba que el premio gordo era mi pellejo.
No me importa si él, ya sabe todas las locuras que hice. De mí no sabrá nada. Nunca le diré algo así. El vestido me lucía hermoso. Solté mi pelo para que luzca más espectacular. Salí del baño, él me estaba esperando al verme salir, su cara cambio, una diminuta sonrisa fría se dibujó en su cara. A mí no me agrado para nada, era más una advertencia que un cumplido.
Todo paso excelente en la función. Pero no para mí, apenas tenía que enfrentar a esta tormenta que se aproximaba. Él tenía una sonrisa en grande en su cara, con todo los funcionarios e inversionista de la empresa. Pero, drásticamente cambio. Cuando llegamos a la oficina, estaba por rugir.
_ ¡A mi oficina ahora!
Con el tono y la cara que me lo dijo, hasta tengo la grata esperanza que se calme y no me hablé del tema de ayer.
_ ¿Qué hacías allí?
De repente solo estuve viendo al mismo diablo, en frente de mí que un humano. Y para echarle más gas al fuego, sabiendo yo, que no hay oto lugar para mí, que el mismo infierno, solté una carcajada. Una palmada fuerte en la mesa,me saco de mi burbuja.
_ ¿De qué carajo te ríes?
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