La secretaria Indomable romance Capítulo 56

La hora del almuerzo había llegado, no había más motivo para mantenerme allí adentro con ellos. Para no alargar más la situación salí, dando un vuélcazo a la puerta. Estaba enfadada, este demonio siempre se sale con la suya.

Tome mi auto y fui a un restaurante que estaba  a una estancia, un poco alejada, para no encontrarme con nada que tenga que ver con Jack. Desde mi entrada un hombre me estaba viendo. Bueno, con un vestido  con un corte como el mío, las miradas no eran nada para mí, ya estaba demasiado acostumbrado a ellos.

Pero, por una extraña razón, esa persona me miraba demasiado, no retiraba los ojos. Lo mire para descifrar su mirada, pero parpadee para poder ver con claridad, que maldito padecimiento a Jack, acaso todos tiene el mismo porte por Dios. Acaso todos están hechos con la misma materia y los atributos de ser un Dios griego.

Lo único de él tenía la piel morena, un bronce que lo hacía lucir, intimidante, sus ojos me clavaron como una espina en un costal de rosas. Me sentí flechada. Y estaba arta de esas miradas de hombres guapos. ¿Qué creen que soy una oveja que no sabe correr por los lobos? Lo raro es que ahora no solo era su mirada, eran la del camarero y otros hombres y mujeres, que carajo.

Acababa de salir de una, no esperaba que no podía disfrutar tampoco la comida, este día acaso no vino para no estar de mala  para mí. El camarero se acercó con una botella de vino, el más caro del menú. Y me señalo que lo envió aquel hombre, la rechazo con toda la dulzura que me quedaba, y le di mi tarjeta para que lo cobrara. Él me dijo que la botella ya fue pagada, y su tarjeta es un cardenario de oro supremo. 

_ ¡No pongas tu pellejo en juego conmigo, recarga el vino aquí, no necesito el vino de alguien más!

_ ¡Pero él ya la pago!

Lo mire con una indignación, para hacerle saber y que entendiera que no estaba aceptado, para no luchar con él más, jale el mantel suavemente hasta dejar la botella en el borde. Lo mire a él y toque la botella para que callera. Fue un desperdicio dejar caer una botella tan cara, pero estaba arta que me presumen su maldito dinero.

Cuando él vio, lo que hice, uno de sus hombres se paró, pero él le ordeno que se sentara, algo le dijo que él movió la cabeza y se mantuvo agachado. Pensé que se enfadaría, al contario me sonrió e hizo una reverencia. “Maldito patán” “Todos son iguales”.

Otro camarero me trajo mi plato de bistec, me pareció delicioso. Sonreí que al fin disfrutaré sin ningún momento molesto. Pero cuando estaba por bajarme para recoger, mi celular que deje caer con el vino. Levante la cabeza boom.

El hombre estaba sentado frente de mí, como si se moviera como un rayo. Ahora, si estaba enfadada, el maldito día no quiere ir para bien. Lo miré directamente con ojos de cuestionamiento. Pero sabio de su parte pudo responder, pudo leer mis ojos.

_ ¡Descuida, no te molestaré! ¡Solo quiero verte comer tu bistec!

_ ¡Mejor quieres verme, voltear mi estómago! ¡Si necesitara un espejo, le pediría al gerente que me traiga una! Eso seria sin problemas.

_ ¡Me gustas, eres justo como te predijeron! ¡Una auténtica Benger de York!

Si tuviera un pedazo de bistec en mi boca, claro que no podría tragarla, no tenía nada y la boca me pesaba. Este no me llamo por mi nombre, sino por mi apellido, y con el nombre de mi lugar de linaje. ¿Quién es este maldito? No lo cuestione, por si estás para adivinar, no le hice caso.

_ ¡Puedes dejarme disfrutar por lo menos, mi comida este maldito día ya está que apesta y no quiero pasar mi coraje sobre ti, sé cordial y amable de desaparecer de mi vista!

_ ¡Una mujer fuerte, sin miedo a nada! ¡Mi informante sí que tomo el tiempo para buscar todo sobre ti! Ni siquiera me pides  quien soy, ya me mandas a la mierda. Son idénticas.

“Son idénticas” “Son idénticas” la palabra sonó   como un zumbido en mis oídos, son idénticas. Fue cuando quise saber idéntica a quien, será que ese tipo sabe algo sobre mi hermana. ¿Idéntica a quien?

_ ¿Idéntica?

_ ¡Sí, eres idéntica a ella! O ella a ti. La misma personalidad.

No estaba dispuesto a revelarle información, tenía que sacársela a él.

_ ¿A quién?

_ ¡A una persona, si no las conociera, diría que son gemelas!

_ ¡Pues me conoces!

_ ¡Claro, tenía que probar, si eras ella! ¡Con el derrame del vino más caro con un costo de ciento trena millones lo dejaste caer, sin ningún remordimiento! ¡Eso me deja claro que eres Katty Benger de York! Hija de Spiter Benger, un sabio legendario.

_ ¡No quiero clavarte este cuchillo, no menciones a mi padre, no tienes el derecho de mencionar su nombre, ¿quién carajo crees que eres? ¿Cómo te atreves a mencionar el nombre de mi padre, no naciste ayer, que sabe tú de su legendaria?

_ ¡Calmate, belleza, está bien hablaré de el,cuando tú me lo permitas!

_ ¡No pretendas ser el sumiso frente de mí!

_ ¡Es como si me conociera de toda la vida!

_ N¡o tengo hambre puedes disfrutarla si quieres! Y si encuentro a uno de tus hombres, siguiéndome. Busca su cadáver en el puente.

_ ¡Segura, que no quieres saber, a quien eres idéntica! ¡Esa persona también te está buscando!

Esa persona también me está buscando, ¿quién es? ¿Por qué? ¿Será mi hermana pequeña? No puedo mostrar emoción frente a este hombre, talvez viene a sacarme información.

_ ¡Princy, no es tu hermana, ¿verdad?¡

Princy está viva, ¿cómo sabe este tipo el nombre de mi hermana? ¿Cómo sabe todo esto? ¿Quién es él? Un destello inundó mis ojos, era todo en uno. Emoción, enojo, odio. Todo estaba en una sola, no tenía palabras para explicar lo que él acaba de decir, mi reacción dijo todo lo contrario que alguien pudiera esperar. 

Lo, agarre del brazo, lo más irracionable de esto, es que mi mano, ni siquiera, bastaba para el brazo de  este hombre, era enorme. Unas tres manos más, como la mía, no bastaba. Pero de enojada que estaba, lo agarre y lo tenía fijamente mirando. Nunca fue la manera de interrogar un hombre que te podía aplastar con solo una mano.

No sé que fue lo que pudo ver en mis ojos, y no se reveló, tampoco subió su guarda, no se defendió. Eso, ami, no me importaba. En otro caso dirían,la que lo estaba acosando e intimidando era yo.

_ ¡wauuuw, sí que eres, fuerte, eso quiere decir, que si estuviste entrenando durante todos estos años!

No le respondí, me levanto una foto. Era mi pequeña príncy, la pequeña frágil que no pude cuidar. Había crecido tanto, estaba tan bella. Tenía esperanza, ella no estaba muerta, ella estaba viva. ¿Pero como supo este hombre que soy la hermana de princy? ¿Cómo supo donde encontrarme? ¿Cómo supo estas informaciones? ¿Y quién era él? Mire en su cuello, una cadena y una marca en su cuello, solo la vi una vez, cerré los ojos para que no me saliera las lágrimas. Y lo volví a ver. 

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