La secretaria Indomable romance Capítulo 62

Si había una promesa. Era no volver sin mi hermana. No volvería sin ella. Me habían dado varias patadas. Y las chicas eran varias. Me agarraron en los brazos, y me arrodillaron con la cabeza baja, delante de este inepto hombre. Me odiaba a mi misma por no defenderme lo suficiente. Por no practicar lo suficiente. Eso era lo único que divagaba en mi mente.

Débil, no era una palabra que usaría, en ninguna situación. Tenía que ser fuerte, no podía rendirme, tampoco era una opción. Me sentí frustrada y estaba siendo controlada por otro. Odiaba esa idea.

_ ¡Lo ves, Katty, te pedí que te unieras a mí!

_ ¡En tus sueños!

_ ¡Eres muy  terca y testaruda! ¡Al igual que tu padre, excepto tu hermana! Ella no es igual que tú.

_ ¿Qué? ¿Cómo dijiste?

_ ¡Que ella, no es igual que tú! Ella trabaja para mí.

_ ¡Como que ella trabaja para ti!

La sangre, me hervía. ¿Cómo puede ella trabajar, para él? ¿Cómo es posible?

_ ¿Princy?

Fue, cuando ella levantó la cabeza. No me miraba, directamente, ¿por qué, ¿acaso fue vergüenza, por trabajar por la persona que mato a nuestros padres? ¿Fue vergüenza por verme en la cara?

_ ¡Mirame, carajo, deja de evitarme. ¡¿Es cierto?!

Ella seguía sin responderme. Eso me enojaba mucho más.

_ ¡Habla, ¿trabajas para Stone whitekling?!

Ella, me miro y giro la cabeza mirando  hacia la luz, pero en su cara no había ninguna emoción, por lo que yo supuse que no encontraría una respuesta exactamente como la que estoy buscando. En ella no la encontraría.

Ya estaba harta, estando en el piso, con las manos de esas mocosas, en mi brazo. Era hora de hacer lo que más sé hacer, meter la pata y cambiar las cosas. «Cuando, no puedes jugar a un juego, que te resulte peligroso, cambias las cosas, dañas el juego» Estaba dispuesta hacer que las cosas, salgan a mi manera.

At narrador 

 Katty Benger de York, tenía que hacer honor a su familia. Tenía que hacer  honor a su padre, un hombre humilde, que siempre estuvo para ayudar a la gente. Fue traicionado, incriminado y masacrado. Tenía que demostrar que no habría quedado viva, solo para seguir viviendo sin hacer nada por la sangre de mi familia que seguía en el piso.

Katty Benger

Había, ampliado mis técnicas de judo. Ejerce fuerza, para jalar a las chicas sobre mi cuerpo, y montarla con mi pierna. Para poder mandarla al piso. Mi arma estaba cerca. Y también mis piernas eran largas. Podía hacer su uso en patadas doble, con la mano en el piso. Las mujeres tienen muchos puntos muy débiles, cuando le das golpes en el vientre. En la nariz, en los senos.

Solo quedaba una chica sin ser nominada. No la mataré, le daré uso. Stone es fuerte, no podía pelear con él, terminaría muerta en un abril y cerrar los ojos. La tenía bajo mi mano, ella creó que a él no le importa ni un comino su vida.

_ ¡Stone, ya era hora de enfrentarme a ti, por las buenas o por las malas! No tengo nada que ver con el lío de tú y los Bill. Pero cometiste el error de hacer semejante atrocidad.

Mientras hablabas sentía que los ojos me ardía en llamas. La cabeza y mi ser eran completamente diferente. Termine por noquear a la chica. No quería hacerle daño, pero ya estaba con el cuello torcido. La solté y caminaba, no era nada cómodo caminar con un vestido de pedazo de telas, como si estuviera en una película y tenía que actuar como toda una belleza. 

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