La secretaria Indomable romance Capítulo 66

Lo miré con intriga e indiferencia. Le gruñe para que saliera mientras que las lágrimas rebosaban sobre mis mejillas.

_ ¡Lárgate! 

Me miro, y no pronuncio, ni una palabra. No le mire a  los ojos, temía que su mirada fría me hiciera salir de mis corduras. Suspiro y me jalo, encerrándome en sus brazos. No luche para salir de su agarre, al contrario, me aferre  a tener su pecho, como sustento para llorar. Su aroma dulce, me embriagaba. Su olor a tabaco, mezclado con su perfume, Me deleitaba. Al oler el tabaco en él, sentí que no tuvo un día tan lindo. Fuma solo cuando, algo lo tiene preocupado. Es su manera de alejar toda preocupación y buscar soluciones.

Me aferré a sus brazos enorme y fuerte. Su pecho ancho podía envolver todo mi cuerpo. Sentí que me cerraba más y más. Y lloraba más fuerte desconsoladamente.

_ ¡Para, ya por favor!  ¿Dime, vale la pena? ¿Crees que estar así, ella cambiara de parecer contigo?

Moví la cabeza, en respuesta. Las yemas de sus dedos toco mi cara, secando mis lágrimas. Lo hacía con cuidado y pasión. Como si mi rostro fuera lo más delicado. Pero lo miré y sentí rabia, coraje. Furia todo en uno. 

_ ¡Todo es tu culpa!

_ ¿Qué? ¿Por qué es culpa mia?

_ ¡Tú, Jack Bill, eres quien me convirtió en esto! Ahora soy una asesina, para la hermana que anduve buscando media vida. Eres quien me convirtió en esto. 

Entre las lágrimas, y grito. Me agarro los brazos con la fuerza y la presión que ejercía, se me hacía difícil liberarme.

_ ¡Entra en Razón, Katty! ¡Tú nunca te dejas dominar por cosas tan triviales! Nunca fuiste débil. Nuca fuiste una chica que se dejaba controlar, tampoco dominar por nadie. Explícame, ¿cómo llegue yo a ser tu influencia? ¿Cómo que te convertí en esto que eres ahora? Si fueras otra mujer, yo nunca me enamoraría de ti. No permitiría en mi vida una mujer débil, que no se sabe ajustar su falda y rodar sobre sus tacones. Eres una mujer, fuerte y dominante. Yo no te cree, tampoco te convertí en esto. Tú eres tu propia creadora.

At narrador 

Jack, por fin, dijo lo que nuca pensó decir en un momento como este. Decirle a ella que estaba locamente enamorada de ella. De la mujer, que no se deja dominar por hombres, que ni el dinero la compra. Una mujer inteligente, perversa y sexy. Para Jack Bill fue, el descubrimiento de un tesoro.

Entre todo lo que dijo Jack, solo se repitió constantemente en la mente de katty, «Por eso me enamore de ti». La cara de katty se puso roja. Y sintió como la timidez, el calor abrazador de la palabra, entraba en sus pensamientos, dominando su mundo. "El me ama"  Jack le seguía hablando.

_ ¡Eres, más que perfecta, eres única! Tu fuerza es tu fortaleza. Tienes belleza, conocimiento, y eres extremadamente sexy. Me enloqueces. Me vuelvo loco cuando otros hombres se aproximan  a ti. Quise matar a Kelvin cuando supe que te toco. Eres la única que me saca de quicio. Que me dice lo que le plasca y me reta. Eres la que me pone a pruebas y me haces retarme a  mi mismo por mi indigencia.

_ ¿Y soy capaz, de despertar todo esto en ti?

_ ¡Eres la única mujer, que me ha cuestionado, que he mimado e incapaz de comprender y satisfacer nunca! 

Esas palabras dejaron a  Katty sonrojada, entre las lágrimas. Ahora su cuerpo estaba siendo dominado por una sensación desconocida. Volvió a escuchar, cada latido que daba su corazón, por como latía tan rápido, pensó que se saliera por la boca. Intento callar la voz en su interior, como si una personalidad más se tomara control de sí misma. Alguna vez pensó que tenía una enfermedad, pero se dio cuenta de que ella,era múltiples personalidades. Algo que se desarrolló a través de los tiempos, mientras suprimía su forma de ser y crear una nueva versión de sí misma.

Siempre terminaba creando, una en mayor y más potente que ella. Como dijo Jack, ella se creó  sí misma de esa manera. Por todo lo ella ha pasado en esta vida. Ella se convirtió en su protectora y en su mayor fortaleza. Una manera que ella se defendía. Es creado una mucho más fuerte que ella. Y que podía lidiar con todo solo siendo una persona, pero múltiples en un solo cuerpo.  

Katty Benger 

Sentía, como el corazón de Jack, latía con fuerza, como oprimía su propio cuerpo, para poder controlarse. Me soltó los brazos y me agarro la cabeza con delicadeza y fijo sus miradas en los mio. En un segundo estuve perdida en sus ojos azules, zafiro y podía entender el destello que había en ellos.

Sus ojos tenían una luz, que emblema mi respiración, y me dejaba corta. Sin saber cuando, sentí que mis pies no estaban en el piso, sino que flotaba en el aire y escuche algo que me trajo de vuelta, a la realidad.

_ ¡Eres, la única mujer en el mundo, que no estoy dispuesta a compartir, con nadie! Mucho menos dejar ser. 

Me soltó la cabeza y sostuvo mi cintura, por una vez más estaba pegada sobre sus pechos y sentía las contracciones en él. Su pecho ancho y dulce. Se sentía como una almohada suave y aromática. Me gusta el olor que emitía. Y sentí que me olvidaba de todos los problemas que tenía. Sin darme más vuelta, sentía un sabor caliente y abrazador. Su boca era tan suave y lizo. 

Sus brazos fuertes encerraban mi cintura, envolviéndome en una pequeña chica porcelana en su brazo. Me levanto y estaba en su regazo, sus muslos eran rectos y firmes. Me puse tensa al sentir un calor, deslumbrar dentro de mí y salir hacía, afuera.

Un fuego, quemaba mi piel, y me dejaba desnuda delante de él. Mis ojos estaba cerrados y perdí la cuenta de los besos, que me sacaron del mundo donde vivía y estaba en uno mágico lleno de colores. Antes había hecho el amor con él. Había hecho con Kelvin. Pero porque siento que es tan diferente ahora. 

Que es mucho más caluroso y apasionado. Me dejo sobre la cama y termino sobre mí. Sus besos seguían siendo la droga que me hacía olvidar donde estaban y cuáles eran mis propósitos, ley y costumbre. Hasta quien era.

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