La venganza de la ex esposa romance Capítulo 30

Aquel día era tan gris como todos los anteriores de esa semana. Adalet había adelantado todo el trabajo posible, pues su madre se hallaba cada vez más débil y enferma. Sabía que en cualquier momento ella ya no estaría más, y aunque aquello le causaba demasiado dolor, sabía que tenía que ser fuerte.

—Listo, he traído todo lo que me pediste, creo que este será un día muy agradable para todos — decía Bastián llevando todas las mantas y bocadillos que la pelirroja le había encargado.

Adalet sonrió. Habían planeado pasar el fin de semana en el departamento todos juntos, intentando hacer pasar a su madre buenos momentos. Su madre ya no podía levantarse de la cama, tenía asistencia médica en casa y la pelirroja esperaba que pasara lo peor en cualquier momento.

Adrienne miraba a su hija entrar en compañía de su novio, aquella visión la hizo sentirse realmente muy contenta. Sabía que en realidad no le quedaba mucho tiempo, que pronto cerraría sus ojos para siempre, y aunque aquello era muy doloroso, no podía hacer nada para cambiar la realidad que la estaba afectando. Cerrando un momento los ojos, la mujer esperaba a que su inevitable final llegara hasta ella, mientras tanto, seguiría disfrutando tal cual lo había estado haciendo hasta ese momento.

Bastián miraba a Adalet acomodando todo para su gran fin de semana, sin embargo, las palabras de Enzo regresaban a el nuevamente.

“Te mueres por saberlo, ¿No es así? ¿Crees que no me entere de la visita de Simone y lo que le preguntaste? Tú quieres saber qué es lo que pasó entre Adalet y yo, ¡Hay mucho que tú no sabes! ¡Cosas que son tan oscuras que no querrás creerlo! Adalet es hermosa, pero no sabes todo sobre ella, no sabes que fui yo para ella, y yo no voy a decírtelo, no todavía, pero cuando te enteres de la verdad, desearas no haberla sabido, te lo puedo asegurar”

No podía evitar sentirse inseguro, el secreto de Adalet y Enzo, lo perturbaba demasiado en realidad. Ella aun no le había dicho nada, ¿Ella no confiaba en el lo suficiente? Motivado por aquellas dudas, Bastián tomo a Adalet ligeramente por el brazo.

—Adalet — dijo con tono serio.

La pelirroja lo miro desconcertada por el tino que había usado.

—¿Ocurre algo? — cuestiono.

Bastián sentía la ansiedad creciendo, y aunque sabía que ese no era el mejor momento, necesitaba una respuesta.

—Tu y Enzo, ¿Qué fue lo que realmente pasó entre ustedes? — cuestionó.

Adalet frunció el ceño en clara molestia. Ella no quería hablar de ese maldito y de su pasado con el cuando su madre estaba agonizando en la otra habitación. Zafándose del agarre, miro sin disimular su molesta a Bastián.

—Ahora no Bastián, te dije que te lo diría todo a su debido tiempo, y este no es el momento, mi madre esta muriendo, ¿Y a ti te preocupa más lo que haya pasado con ese imbécil? Eres increíble — respondió furiosa.

Bastián volvió a tomarla del brazo, también estaba molesto.

—Se que este no es el lugar y el momento, ¿Pero cuando será eso Adalet? Ayer Enzo entro a mi departamento a golpearme y decirme de su secreto pasado, que era algo que no me gustaría, pero no me dijo nada más, se burló de mi por eso, y tu sigues sin decirme nada, ¿Qué acaso no confías en mí? Creo que te he demostrado que estoy aquí para ayudarte, para protegerte — dijo Bastián sintiéndose frustrado.

Adalet sabía que Bastián tenia razón, pero aun era demasiado pronto para hablar de ese doloroso pasado, de todo lo que esa familia le había hecho y sobre Dante…no estaba lista, y quizás, no lo estaría nunca. Aquello era algo que planeaba olvidar y enterrar una vez que hubiera cumplido con su venganza.

—Lo siento Bastián, pero aun no puedo decirte nada, y si no puedes respetar eso, entonces no debemos seguir perdiendo el tiempo — dijo Adalet sintiéndose dolida para luego dejar a Bastián solo en la cocina.

Bastián guardo silencio, había sido demasiado imprudente, Adalet estaba atravesando un momento demasiado duro, y el simplemente había caído presa de sus inseguridades. Debía de ser paciente, aquellas cicatrices en su cuerpo, la manera en que Enzo se había burlado…lo que sea que hubiese pasado, había una víctima, y estaba convencido de que no era Enzo.

Después de un rato, Bastián había dejado a Adalet calmarse antes de disculparse, no quería hacerla enojar más. Jugando con Dante, nuevamente habían armado aquella enorme pista de autos coleccionables, y habían pasado una larga tarde jugando.

—Esto es muy divertido Bastián, me gustan mucho los carritos, mi mamita siempre me compra uno cuando vamos a comprar comida a la tienda grande, allí venden muchos, y me gusta verlos en sus cajas, pero no me aguanto cuando me los compra mami y los saco para poder jugar con ellos — decía Dante inocentemente.

—A mi también me gustan, quizás después te muestre toda la colección de autos que tengo, estoy seguro de que te van a gustar, aunque algunos si los tengo en caja y esos se quedan así, pero los que usaba para jugar cuando era niño, son tuyos ahora, los traeré la próxima vez que venga — dijo Bastián.

Capítulo 30: Un juramento eterno 1

Capítulo 30: Un juramento eterno 2

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