Después del día en que me regreso el collar lo deje de ver, nunca más sube de Jaxon, ni siquiera de los Clark.
Los días pasan y pasan con naturaleza, es el trabajo del tiempo. Cada momento trato de no pensar en él, me hago la idea que él está mejor sin mí y yo sin él, el estar juntos es hacernos daño. Me es imposible no recordar su rostro o nombre, cada cosa que veo me recuerda a él, el sofá, la cama, la cocina, la ropa, todo, absolutamente todo tiene un momento donde aparece él.
«¿Por qué es imposible olvidarlo?» Por más que me resisto no puedo contenerme. Me odio a mí misma por no poder olvidarme de él, se me hace imposible cumplir con mi promesa.
Después de tres meses de tanto pensarlo decido ir a buscarlo para hablar con él y tener una relación de amistad y dejar esta guerra. Antes de ir con él contacto con uno de sus amigos para saber si él está disponible, Ben me da una noticia que no esperaba. Jaxon se fue a Holanda.
— ¿Cuánto tiempo estará ahí? —pregunto con tristeza y arrepentimiento de no haber hablado con él antes.
—Linda, no estoy seguro si lo hará. No dijo cuando regresaría.
Desanimada, regreso a mi casa a esperar que regresé para hablar con él y así poder tener una amistad o por lo menos disculparme con él por lo grosera y egoísta que fui con él.
Haré lo que papá siempre me enseño hacer, disculparme, aunque sea tarde.
***
Otro mes ha pasado desde que hable con Ben. No sé nada de él, parece como si hubiera desaparecido y de nuevo trato de investigar con sus amigos para saber de él.
Hable con Alexandre y el pregunte se sabe de Jaxon y a la respuesta fue la misma. Se fue a hacer un proyecto, lo mismo que dijo Ben. No sabe da más de él, ellos tampoco tienen mucho contacto con su amigo.
No quiero seguir esperando, ni dar más vueltas al asunto, él se fue y no regresara por un buen tiempo; es momento de continuar con mi vida. Le doy fin a lo que sucedió entro nosotros, es ahora de decir adiós a mi primer amor.
Otros dos meses pasan y no regresa; por lo poco que convivo con los chicos no tiene intenciones de regresar y Alexandre me lo confirmo con un mensaje.
Mi madre insistió mucho en hablar conmigo y al final acepte, es mi madre. Aunque ella me haya pedido disculpas no las acepte. Me explico su relación con Jaxon, él no tenía idea de que yo era su hija, le oculto su identidad, como a mi padre y a él. Esto solo fue una mala jugada del destino y, a partir de ese día deje de verla, de nuevo se fue como hace años atrás.
Papá sabe que termine con Clark, él como buen padre me escucho, hablamos toda la noche, aunque estemos separados siempre está para mí. Amo a mi padre, anhelo tenerlo aquí conmigo y que me abrace diciéndome que todo estará bien. Él fue quien me dijo que arreglara mis problemas con él. Le conté una versión diferente, no quiero que se entere de la verdad. Mi padre asegura que ese hombre me ama de verdad y que arregle las cosas con él porque nuestro amor es fuerte y es de esos que valen la pena… Si mi padre supiera la verdad el sería el primero que me alejaría de él.
En cuanto al trabajo, Milton's Corporation me pidió regresar a trabajar, acepte porque me dieron un mejor puesto de trabajo. Estoy trabajando con Jaime como diseñadora, y en cuestión de amistad ella me admitió que no pasó nada entre Clark, él estaba muy ebrio y que no paso de más. Acepte sus disculpas y aunque nuestra amistad no es la misma de antes nos llevamos bien.
Hasta el día de hoy no sé nada de Jaxon, deje de tener contacto con los chicos por el trabajo; a cada momento de mi tiempo libre me pregunto si está bien, pero me contradigo pensando que estemos mejor separados… Poco a poco lo estoy olvidando.
Hoy Jaime y yo planeamos una fiesta de despedida para Zeth, el motivo es, porque obtuvo una beca para estudiar en los Estados Unidos y lo mejor es que todos cooperamos para que se lleve a su mamá y le den un tratamiento adecuado para su salud.
La estamos pasando genial, bailamos y bebemos con la buena música que pone el Dj. Aunque estoy un poco pasada de copas soy consciente de lo que hago.
—Te dejo un momento, me están invitando a bailar —me habla al oído la amable chica de ojos verdes.
—Ve —asiento sin ningún problema.
Jaime se va con el chico rubio al centro de la pista y comienzan a bailar al ritmo de la música mientras yo sigo bebiendo de mi cerveza.
—Hola muñeca.
Al escuchar la voz del chico en mi oído me separo bruscamente por la impresión sin levantarme de mi lugar.
—Lo siento muñeca, no quería espantarte —se disculpa al ver que su broma se asustó.
—No te preocupes —le sonrió nerviosa.
— ¿Me aceptas un trago?
El hombre levanta su vaso y entiendo su mensaje, sin dudarlo acepto.
—Por supuesto.
El hombre es apuesto y se ve amable. Le habla al mesero y le pide nuestras bebidas.
—No te había visto por este lugar —habla el chico después de que el mesero se fue.
—No vengo muy seguido por aquí —confieso.
— ¡Wow! Entonces estoy de suerte —sonríe con entusiasmo contagiándome por su expresión — ¿Vienes sola?
—La verdad vengo con mis compañeros del trabajo, una de mis compañeras me dejo y se fue a bailar con un galán —le sonrió.
—Te dejo sola.
—Sí, pero está bien. Debe divertirse.
Él mesero aparece frente a nosotros con nuestras bebidas entregándome otra cerveza y para él un whisky en rocas.
—Brindo por encontrar a una buena dama esta noche —este chico es simpático y me cae de maravilla en estos momentos.
—Salud, chico desconocido.
Me rio porque él hombre se ha sentado conmigo a beber sin aun decirme su nombre. Este chico es muy extrovertido. Se sorprende por mis palabras y en un ligero golpe se golpea la frente con la palma de su mano, causándome más gracia.
—Pero que tonto soy. Mi nombre es Hans.
—Hola Hans, yo me llamo Mallory —le extiendo la mano y él acepta mi saludo dándole un pequeño beso en mi bronceada piel.
—Bonito nombre, así como tú. Perfección.
Su comentario me hace sonrojar que me es imposible no sonreír más de lo normal.
— ¿Quieres bailar? —pregunta.
Dejo mi bebida en la barra y acepto su mano.
—Vamos.
Nos adentramos al centro de la pista, el Dj pone música electrónica y comenzamos a bailar al ritmo de la música, Hans se pone en modo alma de la fiesta y comienza a bailar al estilo Michael Jackson mientras yo me rio de él.
No puedo dejar de reír, este chico es increíble. Llama la atención de las personas a nuestro alrededor, pero eso no me impide divertirme con él. Después de seis canciones seguidas de baile se detiene.
— ¡Oh! Ya no puedo, estoy cansado.
—Vamos a descansar —propongo.
La noche fue magnifica en compañía de Hans, antes de irme intercambiamos números para salir de nuevo.
Dos meses más pasan, son seis meses que no sé nada de él; en verdad cumplió lo que dijo. De solo recordarlo me pone triste, pero es lo mejor. Hans sabe sobre mi ruptura con Jaxon, estos dos meses nos hemos vuelto amigos e incluso me dio ánimos a seguir adelante.
Los días continúan transcurriendo, que llega un día esperado y muy significante para mí.
Hoy es mi cumpleaños, mi padre me felicito en la mañana e incluso lloramos por su falta de presencia. En la tarde Jaime me compro un pequeño pastel y me canto las mañanitas, me invito a comer y luego regresamos a la empresa.
En la noche Hans me invito a ver películas, pero esta noche tengo un lugar a donde ir, un lugar donde haces meses que no voy. Hans no se negó a mis planes, me felicito y me regalo una pulsera junto con un pastel que comimos entre los dos y después se marchó.
«Necesito más.» Excitada, tomo sus glúteos, lo aprieto contra mí para sentirlo más y comienza a simular estocadas.
De repentinamente dejo de sentir el peso de su cuerpo sobre mí, abro los ojos y me siento en la cama. Joss no se encuentra encima de mí sino en el suelo.
Miro a mi acompañante y me percato de que hay otra persona aun lado de él, observo al hombre; la poca luz no me deja reconocerlo, pero no es difícil reconocerlo cuando conozco a la perfección su silueta.
Me sujeta de la mano con fuerza y me jala con brusquedad, salimos de la habitación, me arrastra por los pasillos. No siento vergüenza que la gente me vea semi desnuda, solo me concentro en mirarlo, en aquel rostro fino de piel bronceada. Estoy pasmada que no puedo defenderme.
De inmediato el aire frio de la noche pega en mi desnudo cuerpo al salir de los cálidos muros del castillo, al instante la piel se me estremece y más por su mirada.
— ¡¿QUÉ MIERDA HACES AQUÍ?! —grita, esta eufórico al encontrarnos lejos del lugar.
—Has regresado —logro decir.
Es lo único que sale de mi boca al verlo de nuevo, teniéndolo cerca de mi después de muchos meses sin él.
Quiero abrazarlo y besarlo, pero no puedo hacerlo, aun no arreglamos nuestras indiferencias.
— ¿Te pregunte qué haces aquí?, ¿por qué has venido? ¿por qué dejas que otros te toquen?
Noto la molestia en su voz y en sus llamativos rasgos. Esta más que cabreado, revienta de euforia. No puedo creer que lo tengo de nuevo tan cerca.
—Solo cállate —digo y me lanzo a sus labios.
Lo extrañaba, lo admito.
Pero no siento lo mismo, ahora es diferente. Lo dejo de besar al no sentir su correspondencia, siento su rechazo, no movió los labios.
—Jaxon… —susurro su nombre.
Siento una gran tristeza por su rechazo. Puedo ver como sus ojos me evitan, está inexpresivo, es notable su rechazo hacia mi persona.
Sin dejar de mirarlo, una tercera persona se acerca a nosotros, la cual le habla de una manera dulce a Jaxon.
— ¡Amor!, ¿qué haces? —le pregunta la mujer.
Esa chica le dijo amor a Jaxon, y lo que más me duele es el beso que le da en los labios sin importarle que esté presente.
—Nene ¿Qué haces con esta…? —calla al analizar mi desnudez —. Chica.
Las palabras de la joven y hermosa chica me hacen comprender lo que sucede… Es demasiado tarde.
«¿Por qué duele como la primera vez? Incluso hasta más.»
—Soy patética —confieso al entender el cómo me siento.
Sin contenerme, las lágrimas abandonan mis ojos. Poso de nuevo mi vista en él que no dice nada, solo me observa.
Te olvidaré Mallory, lo prometo.
Su promesa me tortura, yo soy la que se tortura en pensar que el piensa en mí.
Soy patética.
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