Jaxon Clark
Mensaje de Liam.
¿En dónde estás? Los chicos y yo te estamos esperando en la casa Ben... No pongas pretexto, todos vamos a beber. No tardes.
Después de leer el mensaje de mi amigo, decido ir, tengo ansiedad por beber para olvidar todo y además, hace meses que no los veo.
—Yezi, me tengo que ir —es lo único que le digo.
Sin energía, me levanto de la cama y me arreglo mi desreglado cabello.
— ¿Por qué? Me habías dicho que pasarías la noche conmigo —se levanta de la cama.
—Lo sé, pero voy a salir con mis amigos.
—Ok. Entonces te veo mañana.
Agarro mi saco y mi celular junto a mi cartera; salgo de su departamento y subo a mi auto para ir a la casa de Ben. No tardó en llegar, estaciono el auto aun lado de la casa y toco el timbre, al momento me abre una trabajadora y me da la bienvenida. Me guía hasta el billar y me encuentro a todos los chicos reunidos, solo falta alguien…Alexandre.
—Hola chicos —los saludo. Los chicos dejan de reír y me saludan.
—Pensamos que no vendrías —dice Milo.
—No quería quedarme en la casa de Yezi... ¿Y tu esposa Ben? —desvió el tema. A los chicos no les agrada la idea que salga con alguien más que no se Mallory.
—Se fue a visitar a mis suegros. Regresa el viernes —contesta el moreno para después darle un sorbo a su bebida.
— ¡Uh! Casa sola —trato de ambientar el ambiente.
—Hace tiempo que no hacemos esto.
—Ok, los acompaño, pero no bebo mucho. Mañana tengo que trabajar —digo. Todos están reunidos solo falta el alguien en especial, sin contenerme pregunto por él —. ¿Y Alexandre?
Todos se hacen los desinteresados ante mi pregunta, se miran entren si ocultándome lo que saben.
—No se hagan los tontos —comenta Liam.
Liam me quiere explicar las cosas, Milo le hace una seña para que no hable, pero el insiste en explicarme.
—No tiene caso ocultárselo, lo sabrá tarde o temprano.
— ¿Qué es lo que no me quieren decir? —estoy interesado por que lo que saben.
Todos se vuelven a quedar callados, menos Liam.
—Lo que sucede es que Alexandre no vendrá...Eso suponemos —lo dice de lo más normal.
Desde que nos conocemos entre nosotros no hay secretos, siempre nos hemos contado todo y nos aconsejamos y no entiendo por qué me ocultan la ausencia de Alexandre.
— ¿Por qué los dices? —la intriga me descontrola, tengo una idea de lo que dirá. No me haré malos pensamientos hasta que escuche lo que me tenga que decir.
—El cumpleaños de Mallory fue hace unos días y Alexandre está con ella para festejarlo juntos. Se fue desde la mañana y hasta ahora no ha llegado.
Su confirmación me taladra la cabeza y el pecho. Detesto verlos juntos.
—Y no creemos que venga.
Sus últimas palabras las dice con morbo, que inmediatamente me hace entender que Alexandre tiene algo con ella, algo más que amistad.
—Debe de estar aquí, dijeron que todos nos debemos de reunir —aclaró molesto.
—Sí, bueno... Esperemos que no llegue después de las doce —habla Milo tratando de calmar las cosas.
Sus palabras me tranquilizan un poco y entiendo el mensaje. Si Alexandre llega antes de las doce eso significa que nada paso entre ellos y si no es así en verdad iré por él y le corto los testículos. ¡Mas le vale llegar a tiempo!
Me siento junto a los chicos y comenzamos a beber.
Ni siquiera pongo atención a la conversación de los chicos, solo estoy al pendiente de que Alexandre entre por esa puerta. Miro por décima vez la hora de mi celular, ya paso más de las doce y no llega. La sangre se me empieza a calentar. Si no llega juro que me valdrá que sea mi amigo y le romperá la cara.
Y como si dios me hubiera escuchado mi petición Alexandre entra por la puerta tranquilo como siempre. Los chicos dejan de hablar y nos enfocamos en él atentos a su presencia.
—Si no regresas con ella o la buscas en verdad la perderás. Ella piensa que la olvidaste. Trata de hacer su vida, pero no puede olvidarte. Y lo peor de esto es que los dos son tan orgullosos que no quieren disculparse.
Tiene razón. De un momento a otro sus palabras me hacen sentir nostálgico. Mi nena está sufriendo al igual que yo.
—Amigo, Alex tiene razón. Esa mujer en verdad te quiere —Ben apoya al moreno.
—Ella vino a buscarte después de que te fuiste a Holanda —confiesa Milo.
Rápidamente quito mi vista de Ben y la paso en el rubio.
—Te estuvo esperando. Pero regresaste con alguien más... Sé que esto no nos corresponde decírtelo, pero amigo estás ciego para no ver cuánto te ama esa mujer. Abre los ojos y ve a buscarla —me alienta Alexandre.
Los chicos tienes razón, Alex está en lo correcto. Mi maldito orgullo no me permitió salir corriendo a sus brazos y besarla cuando la volví a ver. Cuando la vi en la calle en ropa interior el corazón se me estrujo. La vi más delgada y su piel morena ya no brillaba como solía hacerlo.
—Todo este tiempo estuve equivocado —el corazón se me altera al reconocer mi error.
—Deberías pedirle hablar —recomienda Milo.
—Y si mejor la invitas a comer —propone Ben.
—Suena bien. En la tarde cuando vayas a trabajar pídele hablar y la invitas a cenar en la noche —Liam apoya la idea de mi amigo.
— ¿Y si se opone? —tengo miedo a que me rechace de nuevo.
—Solo pídeselo por favor —dice Ben.
Asiento a la idea.
En verdad esa mujer la quiero como un loco. Durante mi viaje no deje de pensar en ella, no deje de ver sus fotos en mi celular, cada noche pensaba si ella estaba bien, si corría peligro, si comió bien, si estaba enferma, en todo lo que tiene que ver con ella. En ningún momento abandono mi mente. Y estoy dispuesto a recuperar a la mujer que amo.
Mañana arreglare las cosas con Mallory, si es verdad que aún me quiere, lo tengo que saber por sus propias palabras.
Emocionado por la idea de recuperar a mi nena los chicos brindan por nosotros, incluso Alex me abrazo aconsejándome que no deje ir a una mujer como ella que vale mucho. Esa misma noche los chicos me ayudaron a preparar mi reencuentro con Mallory... Mi nena.
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