Lo Mejor de Tu Vida romance Capítulo 162

Cuando Eva escuchó al agente de Coco gritar su nombre con rabia por enésima vez, miró la hora, eran las siete y media, a esa hora Noelia debería estar lista en el camerino.

Ella siempre fue cuidadosa y Federico se habría encargado de todo.

Eva se acercó a Coco con la cabeza gacha, animándose mentalmente, ¡sólo tenía que aguantar un poco más!

—¿Qué necesitas?

—¿Tienes el valor de preguntarme? ¿No te acabo de pedir que vayas a comprarme una taza de café? ¿Qué es esto que me has traído? ¡Café instantáneo! ¿Crees que soy de tan bajo nivel como Noelia para beber estas porquerías?

Coco la miró y sin contemplaciones, volcó el café sobre Eva, el mismo que ella había pasado una hora comprando en la cafetería.

El agente que estaba a su lado le dijo algo extrañado:

—No te enfades, no necesitas enfadarte con esta gentuza... Llamaré a la directora Sabela y le diré que Eva es una inútil para ver qué hacer al respecto.

—¡No! —Eva gritó asustada, tuvo que agachar la cabeza y pedir disculpas a Coco—. Lo siento, es mi culpa, ¡lo compraré de nuevo! —agregó Eva, que ya estaba a punto de salir corriendo por la puerta.

—¡Espera! —Coco se sentó y cruzó las piernas—. Creo que tengo manchas de café en los zapatos, límpiamelos antes de que vengan los patrocinadores y luego vas a comprar el café.

—¡La asistente de Noelia sólo sirve para limpiar los zapatos de Coco! —No sólo humillaban a Eva, sino también a Noelia.

Todo el personal que pasaba, miraba y se preguntaban qué estaba pasando.

—¿No es esa la asistente de Noelia?

—¿Por qué está aquí con Coco? Parece que está a punto de llorar…

—No intentes adivinar lo que ocurre en esta industria del entretenimiento, ¡te meterás en problemas!

Nadie se atrevió a defender a Eva, que se arrodilló para limpiar los zapatos de Coco con un pañuelo, pero el agente de Coco la agarró de la muñeca con mucha fuerza y dijo:

—¿Qué te pasa? Este par de zapatos cuesta miles de euros, ¡límpialos con tu ropa!

Coco hizo una mueca condescendiente mientras jugueteaba con su teléfono.

—¡Uf, ojalá pudiera hacerte una foto ahora mismo y enviársela a Noelia para ver cuál sería su reacción!

—Tú... —Eva apretó los dientes y utilizó su propia manga para limpiar los zapatos de Coco.

En realidad, no había café en los zapatos, ¡simplemente lo hacían a propósito!

—Ya están limpios, voy a buscar tu café.

Eva no quiso quedarse allí ni un segundo más y partió con lágrimas en sus ojos.

—No sé, de repente, ya no quiero tomar café, y por alguna razón estos zapatos ya no me gustan, ve al coche y tráeme otro par —Coco sonrió condescendientemente.

Eva tenía que hacer lo que le decía.

El agente de Coco esbozó una sonrisa maliciosa y dijo:

—No te preocupes, ya está listo.

Cinco minutos más tarde, Coco le ordenó a Eva que le pusiera los zapatos y, de repente, gritó y le dio una patada.

Para entonces, los patrocinadores casi llegaban y cada vez había más gente filmando en el estudio. Todos querían ver a la estrella de cine internacional, Coco Hedera, pero no esperaban ver tal escena de tortura.

La persona que estaba siendo torturada era la asistente de Noelia, una artista de la misma empresa de Coco.

—¡Cómo puedes ser tan cruel como para poner clavos en mis zapatos! —Coco la fulminó con la mirada y levantó la mano para abofetear a Eva.

El agente que estaba a su lado recogió los zapatos y gritó: